🌙 Ningún personaje me pertenece. Todos los créditos a MiHoyo.
🌙 En este libro encontrarás las reacciones de los personajes masculinos a diferentes situaciones y algunos one shot realizados a pedido.
🌙 ¡El +18 está permitido!
🌙 No es necesario...
La situación de Dottore es sumamente larga, así que recomiendo leer esa sección cuando estén completamente desocupadxs. En este capítulo se solucionan varios problemitas pendientes, así que prepárense que inició la novela de la semana. ¡Espero que lo disfruten! ❤️
✿
S I T U A C I Ó N #7 ¿Qué sucedería si estuvieras en peligro?
Personajes: Dottore, Ayato, Dainsleif y Gorou
✿
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❝ D O T T O R E ❞
—¿Qué está pasando? ¿Quién eres tú? —Te pusiste de pie tan pronto como tu adormilada mente te lo permitió. La puerta de tu celda había permanecido cerrada desde el día en el que un error te había salvado de vivir en una mentira por el resto de tu vida. Estuviste a punto de tropezar con los platos de comida que te habías rehusado a comer—Yo... te he visto antes.
La muchacha sonrió antes de abrir la puerta con la misma llave que le pertenecía al doctor. Parecía haberla robado—Puede que me hayas visto una que otra vez en compañía de Scaramouche. ¿O quizá nos conocimos la vez que Dottore intentó drogarme con una sustancia de dudosa procedencia?
Retrocediste un par de pasos hasta encontrarte con la pared de la celda. Apenas si tenías energía suficiente para mantenerte en pie. Llevabas largos días sin consumir aquella estúpida droga, pero también llevabas largos días sin comer por temor a ser drogada y no ser consciente de ello. La observaste con suspicacia después de que ingresara a tu celda.
—Estoy aquí para salvarte—Respondió con confianza—Pero tenemos que apresurarnos si queremos llegar al puerto a tiempo. ¿Puedes correr?
Salvarte. La promesa parecía demasiado lejana y aún así... te preguntaste si acaso tenías tiempo para dudar de aquella muchacha. Se había arriesgado para robar aquella llave. ¿Qué podría querer de ti? A pesar de ello, habías recibido las decepciones suficientes para estar a la defensiva.
—¿Por qué? —Preguntaste con un hilo de voz. Carraspeaste. No querías sonar débil—¿Por qué quieres salvarme?
—Porque dejar a hermosas jovencitas atrapadas en una celda va en contra de mis principios. Lo sé, es muy extraño que una Fatui tenga principios, pero me gusta creer que los tengo—Tragaste saliva después de que te tendiera la mano. Tus ojos se humedecieron, pero te rehusaste a llorar. Lo harías cuando estuvieras lejos de aquella nación plagada de pesadillas—¿Y bien? ¿Nos vamos?
Tus manos temblaban cuando tomaste la suya. A pesar de ello, no tardaste mucho en ser contagiada por la fortaleza de aquella desconocida. La muchacha se deslizaba por la Fortaleza de los Fatui como si estuviera acostumbrada a escabullirse por aquellos pasadizos. No se enojó contigo por tu incapacidad de seguirle el paso. Tampoco lo hizo cuando estuvieron a punto de ser descubiertas por un descuido tuyo. Simplemente... se detuvo para asegurarte que no era culpa tuya.
