SOLO UNA VEZ- hyunho

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Hyunjin se encontraba durmiendo tranquilamente en su cama, eran las 11 y él seguía dormido debido a su desvelo la noche anterior, puesto que aunque no llegó tan tarde a su casa su mente no pudo dejar de repasar cada detalle de la velada anterior con Minho.

Pero el pelinegro no pudo seguir con su sueño debido a que escuchó un ruido proveniente de la entrada de su hogar.

El pelinegro decidió ir a ver que provocaba el ruido, no sin antes tomar una lámpara como herramienta de protección. Claro que Hyunjin no pudo ocuparla, ya que el ruido era provocado por su padres que acababan de llegar de su viaje.

—Que bueno que son ustedes, pensé que eran ladrones o mapaches—Hyunjin puso su mano en su pecho con alivio.

—Y tú plan era protegerte con una lámpara?—Pregunto su papá riendo.

—No Hyunjin, esas son las nuevas que compre, hubieras tomado de las lámparas viejas para defenderte, no quiero que dañes estas—dijo su mamá a la par que le quitaba de las manos su preciada lámpara.

—Ustedes no iban a regresar hasta la noche?—Cambio de tema ya un poco arto de que se le tomara más importancia a una lámpara que a su seguridad.

—Si, pero ya te extrañábamos y tomamos un vuelo antes—Contestó su mamá.

—Y también queremos saber lo antes posible tus resultados?—Comento su papá.

Hyunjin no se sentía listo para darles las tristes noticias a sus padres, ni él estuvo listo para escucharlas. Pero el pelinegro sabía que no servía de nada mentirles.

—Pues... no salieron bien—Hyunjin pudo ver como del rostro de su madre comenzaban a verse las primeras lágrimas.—El tumor creció y solo queda esperar un transplante

Su madre se tiró a llorar a los brazos de su marido, él no soportaba ver a su madre llorar.

Su padre lo tomó de la mano para atraerlo hacia ambos.

Todos en la familia Hwang estaban abrazados llorando.

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Después de que la familia parara de llorar sus padres lo consolaron diciéndole que todo estaría bien y que harían lo posible por conseguirle unos nuevos pulmones al menor.

Él se encontraba en su habitación terminando un cuadro para una de sus clases, él tenía que ocupar dos cubrebocas al pintar pues el aroma de la pintura era muy fuerte y lo hacían toser mucho.

Hyunjin se encontraba dando los últimos retoques a su pintura cuando su teléfono sonó.

Minho le estaba marcando.

Hyunjin corrió rápidamente por toda la casa hacia su patio para tener mayor privacidad y contestó.

—Hey, Hyunjin—Minho escuchó como el menor respiraba irregularmente y se preocupó—Hyunjin? Estás bien? Necesitas que vaya a tu casa?

—No, no está bien, solo estaba haciendo un poco de ejercicio—su respiración aún se escuchaba mal.

—Se escucha como si hubieras corrido un maratón, seguro que estás bien?

—Si, estoy bien—dijo el menor ya un poco más tranquilo.

—Tienes tiempo para salir hoy?—Pregunto el castaño.

—No lo se, mis padres ya están en casa

—Ya les dijiste?—Minho no tuvo que decir a qué se refería, ambos lo sabían a la perfección.

—Si, están muy tristes—Hyunjin también estaba muy triste, pero trataba de no pensar en eso, quería hacer lo que le dijo el castaño, no iba a pensar en eso mientras estuviera con el.

—Todo saldrá bien, ya lo verás

Hubo un silencio un par de minutos en los que solo escuchaban la respiración del contrario.

—Crees que te pueda ver hoy?—Volvió a preguntar el castaño, lo había visto ayer pero ya lo extrañaba.

—Que tienes en mente?

—Oh, nada especial, solo que mis padres se iran de crucero y voy a ir  por mis gatos, quería saber si querías acompañarme

—Quieres que vaya con tus padres, sé que ya somos novios falsos pero conocer a los padres después de un día de salir es muy rápido hasta para los novios verdaderos—Se burló el pelinegro.

—No, mis padres se fueron en la mañana, solo quiero que me acompañes a su casa por mis gatos, a ellos si te los quiero presentar

—Está bien, a qué hora te veo?—Hyunjin se emocionó por la idea de convivir con los gatitos.

—Voy a recogerte a tu casa como en una hora, te parece?

—Perfecto, entonces te espero

—Okay, te veo luego amor—Se despidió Minho dejando a un sonrojado Hyunjin con el teléfono en la mano y sin palabras.

Cuando el menor se recuperó fue directo a alistarse para su encuentro con Minho.