SOLO UNA VEZ- hyunho

20

El invierno había llegado a Corea, Hyunjin se encontraba tan emocionado por poder ver la primera nevada del año con Minho.

Tenían planeado subir al techo, con chocolate caliente y unas cuantas mantas de más para no pasar frío.

Minho subió todo lo que necesitaban, más una bocina para poder escuchar música mientras la nieve caía y si tenía suerte escuchar cantar a Hyunjin. El castaño a veces obligaba al pelinegro a cantarle para relajarse, ya que escucharlo cantar y tenerlo cerca eran el remedio perfecto para sus días más estresantes.

El castaño se dirigió a la casa del pelinegro para pasar por el.

—Buenas tardes señor Hwang—Saludó Minho al señor siendo este quien le abrió la puerta.

—Buenas tardes Minho, Hyunjin no está—Contestó tajante el señor.

—No está? Pero me dijo que-

—Ya amor, deja de molestar a Minho—interrumpió la señora Hwang—Hyunjin está arriba, en un momento baja

—Gracias señora Hwang

—Aunque si me vienes a buscar a mi tendrá que ser en otra ocasión porque ahora está mi esposo—Dijo susurrando pero en un volumen lo bastante alto como para que el señor Hwang escuchara.

Minho sonrió ante la broma de la señora Hwang, pero al papá de Hyunjin la broma no le pareció tan graciosa.

—Ya estoy listo Minho, adiós mamá, adiós papá —Hyunjin llego con sus cosas y rápidamente fue a su encuentro con el mayor.

—Adiós señor y señora Hwang

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Ambos se encontraban ya en sus lugares para ver la nevada, según internet en unas cuantas horas comenzaría.

Mientras tanto Minho y Hyunjin estaban acurrucados llenos de mantas junto con un par de bebidas calientes y una bocina reproduciendo sus canciones favoritas de fondo.

De un momento a otro el castaño comenzó a cantar la canción que se estaba reproduciendo, Hyunjin se unión a la canción, Minho se sintió feliz al escuchar la bella voz del contrario acompañando a la suya.

Sin darse cuenta la noche había caído y tan solo faltaban un par de minutos para que la nevada comenzara.

—Ya se terminó el chocolate caliente, quieres que vaya por más?—Pregunto el mayor.

—No, déjalo así, quiero que estés aquí cuando el primer copo de nieve caiga

Minho no insistió más, él también quería ver la nieve caer al lado del pelinegro y no estaba dispuesto a perderse ese momento.

Solo pasaron unos segundos y la nieve comenzó a caer.

Minho recordó los viejos rumores que se decían " si una pareja se toma de las manos en la primera nevada, el amor les durará muchas nevadas más ".

El castaño tomó de la mano a Hyunjin tan rápido como pudo, el contrario no puso oposición. Se quedaron así un par de horas.

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Después de un rato Minho y Hyunjin bajaron a la calle para poder jugar con la nieve que ya se encontraba en el suelo.

—Hacemos un muñeco de nieve?—Hyunjin nunca antes había hecho uno, ya que a sus padres no les gusta el frío y el no tenia amigos con quienes jugar.

Minho asintió empezando a formar una bola grande para hacer la base, mientras Hyunjin corría a la casa a buscar los accesorios de su muñeco.

Formaron su muñeco de nieve poniendo aceitunas como ojos y como nariz un plátano puesto que el mayor no tenía zanahorias en su casa.

—No se ve tan mal

—Claro que se ve mal Jinnie, pero así se ve mejor—Minho reía sin parar ante su intento de muñeco.

En ese momento unos pequeños niños pasaron cerca de su muñeco.

—Ese da miedo, parece que en cualquier momento te va a comer—Ambos chicos salieron corriendo ante el terrorífico muñeco.

—Ves, premio doble hasta asusta a los niños—Minho se sentía satisfecho con su trabajo.

—Se supone que tendría que ser tierno, no terrorífico—dijo el menor.

—Así es mejor, quedó bien, no te preocupes lindo

Hyunhin sacó su celular y tomó fotos de ambos a un lado de su linda pero tenebrosa creación.

—Podemos ir adentro otra vez? Me está dando frío—Hyunjin sentía como parte de la nieve traspasaba sus botas.

—Claro, nos podemos acostar en el sofá a ver una película

—Podemos ir al techo? Me gusta estar ahí

El castaño soltó un pequeño "está bien" y ambos subieron otra vez para acurrucarse.

Arriba estaba con mucha nieve, pero eso no fue impedimento para que se recostaran otra vez sobre las sillas.

—Aquí se pueden ver mejor las estrellas—Declaró Hyunjin recargando su cabeza en el hombro del contrario.

—Las mejores estrellas son las que se ven reflejadas en tus ojos—Minho amaba ver las estrellas en los ojos del menor. Ahí estaba su pequeña noche.

Hyunjin y Minho cayeron dormidos acurrucados, no era la primera vez que sucedía, pero si la primera vez que pasaba con una nevada.

La nieve fría comenzaba a caer más rápido y con más fuerza, ninguno de los dos se despertó, a pesar de que el frío los inundaba ninguno de los dos abrió los ojos.

Hasta que el pelinegro sintió como cada vez sentía un frío más insoportable y su respiración fallaba, le recorrían los escalofríos por todo el cuerpo, y a pesar de estar muriendo de frío su piel sudaba.

En ese momento de malestar intenso despertó, movió a Minho para que despertara y lo ayudara pero poco a poco sentía como sus ojos se cerraban. Logró mover un poco al mayor y este pesadamente abrió los ojos, para fijar su mirada en el pequeño cuerpo a su lado que lentamente se dormía.