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Minho y Hyunjin dejaron el tema de morir atrás, el castaño no quería que Hyunjin se preocupara por morir, él aún tenía esperanza para el menor.

Después de unas dos horas más de hablar y reír dieron las 12 de la noche y Minho supo que era la hora correcta para empezar su plan.

Era el momento de pedirle a Hyunjin ser su novio falso.

Minho anhelaba poder ayudar a Hyunjin a ser feliz, aunque fuera solo con eso y el tiempo que quisiera.
La razón? El no la sabía a ciencia cierta, solo quería ayudarlo, sentía la necesidad de hacerlo feliz y escuchar su risa.

A pesar de no saber la razón el quería ayudar a Hyunjin, él se encargaría de ser su luz en la oscuridad y hacer sus días menos tristes.

—Hyunjin, no sé si quieres seguir con esto, pero igual preguntaré—Minho se levanto de su asiento para traer un plato con un cubreplatos encima.

—Qué es esto?—Pregunto el pelinegro mientras  el castaño ponía el plato enfrente.

Minho quito el cubreplatos  y dejó ver que en este había un mini pastel que tenía escrito "¿Quieres ser mi novio <3 ?".

—Quisieras darme el honor de ser tu novio falso?—El castaño tenía una sonrisa en su rostro mientras le preguntaba al menor.

—Oh dios, enserio quieres ayudarme con esto Minho?—Hyunjin se sentía algo mal por tener que involucrar al mayor en ese estupido deseo.

Hyunjin realmente quería vivir el amor antes de morir, aunque fuera falso, pero no quería arrastrar a Minho y que se sintiera obligado a ayudarlo solo porque estaba muriendo.

—Si Hyunjin, quiero ayudarte con esto—Minho miraba directamente a los ojos al menor.

—Entonces si, si quiero ser tu novio falso—Ambos se pararon de su asiento y cerraron su pacto con un abrazo.

Hyunjin sintió que su vida era una película de romance, ellos ahí en medio de tantos árboles, con velas y una cena linda. Ahora el era protagonista de la historia.

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Después de que ambos devoraran el pastel, Minho le dijo a Hyunjin que lo esperar ahí en lo que buscaba algo en su auto.

Ahí se encontraba el pelinegro, esperando solo en la oscuridad, solo con la luz de la luna y de las velas iluminando.

Lo que más extrañaría el pelinegro cuando muriera sería no poder ver las estrellas, ellas lo acompañaron varias noches de tristeza, ellas adornaban el cielo y él esperaba también hacerlo cuando muriera. Quería ser una estrella.

Mientras observaba las estrellas escuchó pasos detrás suyo y al voltear vio una sombra entre los árboles, cuando estaba por gritar por ayuda se dio cuanta que era el castaño con una grabadora en la mano.

Minho puso la grabadora sobre la mesa y preciono uno de sus botones, haciendo sonar una bella canción de balada.

—Me concedes esta pieza?—Le pregunto a Hyunjin tendiéndole la mano.

El pelinegro puso su mano encima de la del castaño y se levantó a bailar con el.

—No se bailar—le informo.

—No te preocupes, yo te guiaré

Minho puso una de sus manos en la cintura del menor, guió la mano del contrario a su hombro y con la otra ambos se tomaron de las manos.

Daban vueltas ligeras mientras se tambaleaban de un lado al otro siguiendo el ritmo de la lenta canción, ambos se dejaron relajar en los brazos del otro.

Minho comenzó a susurrarle al oído la letra de la canción, Hyunjin podía sentir la suave brisa del aliento del mayor en su cuello.

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Al terminar la velada el mayor acompañó hasta la puerta de su casa al pelinegro, quería asegurarse de que llegara sano y salvo.

—Gracias por lo de hoy—Hyunjin y Minho estaban en la entrada de la casa del menor.

—Gracias a ti, la pase genial— Contestó el castaño, el menor estaba por entrando a su hogar.

Minho bajo las escaleras de la entrada sin dejar de ver al pelinegro con una sonrisa.

—Buenas noches Minho—Gritó Hyunjin.

—Buenas noches novio—Contestó Minho subiendo a su auto.

Hyunjin simplemente negó sonriendo y entró a su hogar.

Minho arrancó su coche y fue manejando penando en se haría para su próxima cita con el menor.

Ambos se estaban dejando llevar, probablemente más de lo que esperaban, pero el universo no les podía negar eso.
La luna sabía que ellos serían los próximos amantes en brillar bajo su luz.

SOLO UNA VEZ- hyunho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora