La discusión ~Lili~

204 75 318
                                    

                             ~Lili~                                          

       Todo en mí se desestabilizó al escuchar los primeros acordes de la guitarra. Los mismos que un día sonaron en una playa solitaria y llena de miedos e inseguridades que conseguíamos callar a conversaciones, y también a canciones. La primera vez, que fue también la última, que escuché la voz de Lucas y las cuerdas de su guitarra darle forma a su canción sentí como una parte de mí se dio cuenta de que ya no había marcha atrás, que sería imposible sacarle de mi piel, y de mi memoria. Parece que no estaba equivocada. Aunque, todos estos años haya estado mintiéndome, al volver a encontrarme con Lucas fue como si todo lo que me quedaba de nosotros me atravesase todo el cuerpo, y volviera a recaer en el pasado. Ese que siempre parece que me persigue.

       Intento mantener la compostura, pero me es imposible no dirigir la mirada hacia el escenario. Cuando clavo mis ojos en Lucas comprendo que él también me está mirando. Me quedo atrapada en sus ojos y sin querer me impregno de ese verde que me está observando con una intensidad que hace que alguna parte de mí se quiebre en mil pedazos. Cada una de las palabras que susurra al micrófono hace que se marquen en mi piel sin ningún tipo de reparo. Y me detesto por permitirme dejarlo entrar, de nuevo. Pero es que no puedo separar mis ojos de los de Lucas, no puedo. Siento cómo me atraviesa con su mirada mientras rasguea con más fuerza su guitarra. Yo sigo sin poder apartar la vista de él, y todo el mundo que se encuentra a mi alrededor ha dejado de existir por un instante. "Gracias Lili." "Por salvarme." Rememoro las palabras que me dijo después de cantar la canción tiempo atrás, y siento como queman. Porque en el fondo sé que, en ese día, él se permitió verse en su total vulnerabilidad y fragilidad. En sus ojos se reflejaba inquietud, pero con un brillo en sus pupilas que hizo alumbrar aquella playa. Sin embargo, ahora su mirada se encontraba perdida, y expresando un dolor demasiado fuerte, que hace que sienta un vuelco en el estómago y una angustia que me impide respirar con normalidad.

       El último rasgueo de la guitarra resuena en toda la estancia y Lucas deja caer la última estrofa de la canción mirándome con unos ojos que son un oleaje en plena tormenta, un cielo totalmente gris, una caricia que no acaba de darse: "Porque eres la razón por la que sigo en pie". Despega sus ojos de los míos tras sentir en el pecho sus últimas palabras, y escucho como a través del micrófono se cuela un suspiro. Con rapidez deja la guitarra en el reposo, para después despedirse con un simple gesto de cabeza. La gente empieza a aplaudir y el completo silencio que antes ocupaba todo el bar se disuelve con los primeros comentarios entre las personas, que son mayoritariamente jóvenes. Todavía con mi vista en el escenario intento recuperar un poco de aire, y procesar el huracán que está sucediendo en mí al haber escuchado la canción después de tanto tiempo. No puedo evitar que me emocione volver a oírla. Que hubiese guardado ese pedazo de nosotros, aunque me hubiese alejado... Me aparto rápido la lágrima que ha comenzado a salir, y entre el ruido de la multitud escucho una voz masculina llamando mi nombre:

—¡Lili! ¡Lleva esto a la mesa cinco, por favor! —La voz de Sergio me llega de forma difusa desde la barra. Me acerco hasta allí pasándome las manos por la cara para intentar que no se noten mis nuevas lágrimas y cojo varias bocanadas de aire para bajar el ritmo de mis pulsaciones.

—Lo siento, Sergio. No te he escuchado antes... —Me ofrece un par de cervezas y las cojo con intención de desaparecer lo más rápido posible de la vista de mi nuevo compañero de trabajo. No quiero que me vea otra vez llorando. Pero antes de que ni siquiera pueda darme la vuelta me dirige otra vez la palabra.

—Son muy buenos. Los de la banda —especifica cuando no digo nada—. ¿No te parece?

—Sí. Tienen mucho talento —Le dedico una escasa sonrisa, pero decido no seguir más con la conversación, y me acerco a la mesa que me ha indicado Sergio para dejar las bebidas.

Solo nosotros y después el mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora