Solo nosotros y después el mundo

La propuesta ~Lili~

                              ~Lili~

        Cierro la puerta con cuidado por si Sara está durmiendo. Entro en el baño todavía con demasiadas emociones recorriéndome el cuerpo, y en mi cabeza no paran de repetirse las palabras de Lucas. Pero la forma en la que me ha mirado al decirlas me duele mucho más. He sentido como esos ojos me taladraban queriendo decir tanto... Y después su comportamiento. No he podido reconocer a Lucas. La manera en la que me ha hablaba y se comportaba. El beso todavía sigue presente en alguna parte de mí haciendo que sienta una presión en el pecho demasiado desagradable. Y luego está la canción que cantó, mirándome directamente a mí. Esa canción que significó tanto para nosotros en nuestra historia...

       Me acerco al lavabo y me echo un poco de agua en la cara. Cojo una gran bocanada de aire cuando el agua fría me golpea. Vuelvo a respirar intentando sacar de mi cabeza todas las cosas que han pasado durante el día. Quién me iba a decir a mí que todo lo que algún día me hizo feliz arramplaría mi vida así, sin avisar. Está claro que esto en algún momento de mi vida iba a pasar, que volvería a coincidir con él. Encontrármelo quizás en algún momento que fuera a Málaga, en alguna fiesta de la ciudad... Pero tropezarme con Lucas así no estaba en mis planes.

       Cuando me cambio de ropa y consigo recuperar un poco la compostura me acuesto en la cama. Estaba demasiado agotada en todos los sentidos. Tan agotada que no me había dado cuenta de que mi compañera de habitación no se encontraba en su cama durmiendo, así que parece que me encontraba sola. Después de algunos intentos fallidos para intentar dormirme, escucho como la cerradura de la puerta se abre. Me recoloco la almohada y me siento un poco más erguida para verla. Deberían de ser ya por lo menos la tres de la mañana, un poco tarde para que mañana hubiera clase. Veo como enciende la lucecilla de su mesilla, y sonrío cuando se sorprende al verme.

—Dios Lili, qué susto me has dado —se lleva una mano al pecho y hace una mueca cuando ve mi cara de inquietud por que hubiera llegado tan tarde. Antes de que pudiera preguntarle, Sara responde a la pregunta que me está rondando en la cabeza—. No te preocupes, Li. Tan solo estaba en la biblioteca —ahora soy yo la que ejerzo una mueca por su respuesta. No sé por qué no la creía, parecía sincera. Pero ¿cuál era la razón de que pasara tanto tiempo allí? Otra vez, al ver mi expresión, Sara se decide a darse el gusto de responderme—. Escribo—. Levanta un poco el ordenador que lleva bajo su brazo para que dirija su mirada hacia allí—. Estudio filología hispánica.

       Ante su último comentario no puedo evitar cohibirme un poco. He estado tan metida en mi mundo que ni si quiera me había interesado en conocerla un poco más. Me paso una mano por el pelo regañándome mentalmente a mí misma por ello. Siento como Sara abre su armario para coger su pijama, pero no se mete en el baño para cambiarse. Cuando está lista se mete en la cama, y al ver que tiene intención de apagar la luz, suelto un pequeño suspiro para darle a entender que todavía no había acabado la conversación. Quería disculparme.

—Sara, lo siento mucho —con mucho esfuerzo dirijo mi mirada hacia ella, muerta de vergüenza. Pero parece que ella no entiende muy bien a qué me refiero—. Por no haberte acogido como es debido —especifico—. Tú te has portado muy bien conmigo sin embargo, yo...

       La voz de Sara irrumpe en todos los pensamientos que no paran de pasar por mi cabeza.

—No pasa nada, Li. En serio. Entiendo que es muy complicado por lo que estás pasando—. Me regala una sonrisa que hace calmar un poco mi corazón.

—Gracias —respiro un poco más tranquila, y giro mi cabeza para mirarla mejor—. Entonces, ¿filología? —asiente con un movimiento de cabeza—. Parece interesante...