~Lucas~
La veo acercarse lentamente, contemplando como algunos de sus mechones marrones manchan su cara. Los aparta con cuidado para colocárselos detrás de la oreja y cuando llega hasta mí me aguanto las ganas de volver a colocar otro mechón de pelo que se le ha escapado. En vez de hacerlo, me llevo la mano al bolsillo trasero para coger las llaves del coche y antes de encenderlo llevo inconscientemente mis ojos a los de Li. Y es en ese instante cuando siento que todo frena su curso. Es ella, con esa sonrisa tímida pero a la vez valiente, ese pequeño lunar que se encuentra debajo de sus labios y la fuerza de sus ojos los que hacen que sienta un vuelco en el pecho. Y no sé lo que ahora mismo estará pensando Lili, pero yo no puedo evitar que el pensamiento de que tan solo unos centímetros separan nuestros labios aparezca en mi mente azotando todo lo que alguna vez sentí por ella.
Permanezco en silencio, tan solo se escuchan algunos coches que pasan por la carretera, pero ninguno de los dos se mueve. Estoy a punto de gritar, de decirle que no entendía por qué se había ido y que aun así me seguía alterando mis pulsaciones cada vez que me miraba. Pero en vez de hacerlo Lili carraspea y aparta su mirada de la mía dando por finalizado el momento. Sigo con mis ojos atentamente todos sus pasos y veo como se para en la puerta del copiloto. Asiento cuando comprendo que es una manera silenciosa de decirme que quiere marcharse. Rodeo el coche y cojo un poco de aire antes de sentarme en el asiento de conductor. Cuando lo hago Lili ya está sentada con la cabeza apoyada en el respaldo. Enciendo el motor y coloco las manos en el volante, todavía sin poder ignorar el momento que acabamos de tener.
— ¿Lo has visto bien? —Lo que le digo a Lili es muy diferente a lo que hace unos segundos quería decirle, pero igualmente lo siento.
Li tarda unos segundos en responder, como si estuviera sumergida en alguno de sus pensamientos. Después de unos segundos toma consciencia de mi pregunta.
—Sí. —Su voz no es nada más que un susurro—. Me ha dicho que hará todo lo posible por asistir a ese concierto contigo. —Los dos sonreímos y por un segundo me siento en casa. Quizás Lili siempre haya sido mi hogar, el sitio donde encuentre la calma.
Comienzo a conducir entre las calles de Málaga, recordando cada uno de sus nombres. Siempre me había gustado mi ciudad. El sol mejoraba los días en los que me encontraba más bajo de ánimos y la playa era un refugio cuando intentaba escapar de mis propios pensamientos. En cualquier momento libre que tenía aprovechaba para conocer a fondo todos sus recovecos y esto hizo que me enamorara aún más de Málaga.
Después de diez minutos, consigo encontrar un aparcamiento cerca de la casa de Li. Apago el motor y los dos automáticamente bajamos del coche. La brisa de la playa, que se encuentra a un par de minutos, nos golpea con suavidad. Cierro los ojos un momento saboreándola, dejando espacio a los recuerdos que a veces me obligo a no pensar. Como cuando conocí a Lili, o nuestro primer beso. Es hasta abrumador saber que tan solo tengo recuerdos de la playa con ella. Casi nunca estuve con mis padres, y fueron pocas las veces que estuve con Luna ya que a ella no le gustaba la playa. Era un sitio que, aunque puede ser de todos, lo sentía muy mío, muy nuestro.
Lili llama al telefonillo y nos responde la voz de Simon. Cuando nos abre, cogemos el ascensor hasta llegar al cuarto piso. Durante el trayecto de varios segundos los dos no decimos nada, y sé que es por el momento que hemos compartido antes. Por lo menos es lo que me pasa a mí, porque no puedo sacarme de la cabeza que, si hubiera tardado unos segundos más en hacer algo para terminar la situación, la hubiera besado. Y, exactamente ¿qué significaba eso? No entiendo como después de tanto tiempo puedo estar sintiendo las mismas cosas que un día sentí con ella. Al igual que me sigue matando nuestro final, la manera en la que se fue sin decirme nada.
ESTÁS LEYENDO
Solo nosotros y después el mundo
RomanceLili es una persona con miedos e inquietudes. Hace cinco años que dejó atrás a la persona más importante para ella, y cada día se promete el no volver a pensar en él. Pero, ¿Se puede olvidar a alguien si recuerdas el sonido de sus pasos? ¿Se puede r...