1-¡My Queen!

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—¿Pero que...?

—¡¿QUIEN CARAJOS ERES Y POR QUÉ ME TRAJERON AQUI?! — escuché que ella me gritó y yo solo la mire desde el piso, frotándome la frente.

—¿Puedes... puedes calmarte? —Le pido y veo que está buscando algo para volver a lanzarmelo por lo que me levanto rápidamente alzando ambas manos al frente en señal de rendición—¡Tranquila, yo no te haré daño!

—¡¿Puedes hablar en un idioma en el que yo si pueda entenderte, maldita imbécil?! —la mire extrañada, hasta que recordé que ella no entendía el Kryptoniano.

—¡Ohh!

Saco del bolsillo de mi pantalón una pastilla y me la tomo, espero un rato y respiro hondo, hice todo eso bajo la atenta y defensiva mirada de mi Reina.

—Lo lamento mucho si te asusté... —digo y veo como se altera aún más.

—¡¿Que si me asusté?!, ¡Por dios, esperaba abrir los ojos en medio de una camilla mientras me sacaban los órganos para venderlos en el mercado negro, idiota! —casi gritó, estaba muy alterada, yo solo miraba asombrada como la vena en su frente se marcaba sorprendentemente mientras ella gritaba—¡¿Acaso sabes quién soy yo, niña estúpida?!

Iba a hablar pero ella no me dejó.

—¡YO SOY LENA LUTHOR!, una ¡LUTHOR!, ¿Me oyes? ¡Y tú! —me señala y yo me señaló con confusión—¡Estás en graves problemas!

Sinceramente no entendía a las mujeres de ese tonto planeta, son demasiado temperamentales, no le pueden decir nada sin que se alteren y se lo tomen a pecho.

Respire hondo, ya he tratado con personas tan altaneras cómo ella...

—Yo se quién eres... Eres mi reina. —digo muy segura y ella arquea una ceja malditamente perfecta, yo sigo el movimiento.

—Espera, ¿Qué?

—Que tú eres mi reina. —digo de nuevo, confundida porque veo que una furia más intensa pasar por sus ojos.

—¿Soy tu reina? —asenti rápidamente— ¡¿Y CON QUE MALDITO DERECHO TE CREES TU PARA VENIR A SECUESTRARME A MI Y LUEGO DECIRME TAN IDIOTAMENTE QUE SOY TU MALDITA REINA?!, ¡¿QUE ESTA MAL CONTIGO, JODER?!.

La mire más confundida aun, está mujer si que es complicada, por Rao, y eso que yo soy una, o sea... A cualquier mujer que le pasara eso estaría más que encantada por lo que le dije, pero al parecer cada vez que yo hablo se enoja aún más...

—¿Si?, ¿Qué tiene de malo eso?

—¡¿Cómo que QUÉ tiene de malo, estúpida?!, ¡¿Acaso crees que por tener tu estúpido cabello rubio, con peinado celestial y por tener unos benditos ojos azules más hermosos de lo que yo alguna vez haya visto, te crees con el derecho de SECUESTRARME?!, ¡¿Cuántas veces te caiste de chiquita?!

La miro ofendida, ahora sí dejaría salir ese lado que Harley me dijo que no le mostrará a ella como primera impresión.

—¡¿QUIEN TE CREES TÚ PARA HABLARME A MI ASI?! —le exijo con ese tono de voz que a mas de uno hace arrodillarse ante mi y ella arquea una ceja burlona ya toda cabreada.

—¡Según tú!, ¡Tu maldita REINA!, Gilipollas. — me responde.

Bueno, ella tiene un punto, pero ya me cabreé.

—¡BUENO! ¡COMPORTATE COMO TAL!  —le grito y me mira indignada.

—¡A MI TU NO ME VAS A ESTAR GRITANDO, MALDITA SECUESTRADORA!

—¡QUE YO NO TE SECUESTRE!

—¡¿AH, NO?! —dice con ironía.

—¡NO!, ¡LO HIZO MI ARMADA REAL! —respondo, pues es la verdad, yo no le he puesto un dedo encima como para que me acuse de secuestradora.

She is my Queen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora