Ellas eran el centro de atención y ese era el punto. Después de todo ellos estaba ahí por ellas. El baile era para ellas. Para nadie más, así que nadie debía dañar eso, ¿Verdad?
En el salón real había cerca de 300 personas. Si, muchas, y en realidad no eran ni la mitad de los habitantes de Argo City. Solo estaban los integrantes de las altas casas de Krypton. Además de algunos aliados que venían de los planetas más cercanos.
Algunas casas nobles y algunos guardias. La mayoría de los integrantes de las recién llegadas tripulaciones estaban presentes. Admirando y conociendo a su futura Reina.
Kara y Lena se encontraban saludando y hablando con varias personas. Lena estaba acostumbrada a este tipo de cosas, después de todo era como estar en una gala benéfica en la tierra. Después de todo ella era como parte de la realeza tecnológica en su planeta. Así que no estaba fuera de su confort. Mientras que Kara, ella estaba feliz y alerta.
Feliz por ver la aceptación y la apreciación de los demás con Lena, agradece las buenas palabras y miradas que le lanzaban la mayoría de los presentes. La hacían sentir orgullosa de ser digna de tener una mujer como Lena a su lado, colgando de su brazo y regalando sonrisas que eran la perdición de Kara, y que deseaba que sus hijos heredarán.
Y alerta, porque estaba grabado a fuego en su memoria lo que sucedió la primera vez que presentó a Lena ante su pueblo. Aún podía escuchar el corazón de Lena latir lentamente, como su respiración frena con brusquedad y como su nariz sangraba de manera oscura. El terror que la invadió, junto a los nervios y la tristeza profunda.
Los nervios y el enojo aún podía sentirlos en su sistema.
Era demasiado reciente para ella.
Y Lena lo había notado claramente, Lena tenía un gran sexto sentido para saber lo que sucedía en la mente de Kara. No entendía cómo, pero ella sabía cuando Kara estaba pensando en cosas serias, absurdas o tontas. Cosas importantes o cuando pensaba en ella. Kara hacia esta mirada, de concentración cuando pensaba en Lena. Mayormente se preguntaba cómo es que Lena podía ser tan... Lena.
Cuando pensaba en cosas serias ella miraba en específico a alguien, le gustaba ver las reacciones de las personas cuando Kara las miraba con demasiada seriedad, ya que estás reacciones hacían que su cerebro se concentrará aún más y que trabajará aún mejor y más rápido. Para dar una respuesta o proponer algo bien estructurado.
Y cuando pensaba en cosas demasiado... "Muchuosas", como le gustaba llamarlas, Lena. Ya que Kara amaba demasiado la película de Alicia en el país de las maravillas, pero le perturbaba la película animada, así que... Volviendo al tema. Cuando Kara pensaba en cosas muchuosas, su mirada vagaba momentáneamente al suelo y a su alrededor, buscando alguna respuesta a sus preguntas sin sentido que se hacía ella misma.
Cómo por ejemplo... ¿En qué idioma habló la primera persona que habló o aprendió a leer y escribir? O sea, eran preguntas sin respuestas o con respuestas que la mente maravillosamente avanzada de Kara no lograba crear.
En fin. El hecho es que Lena podía notar muchas cosas en Kara. Después de todo tenía casi dos meses conociendo a la persona con la que compartiría el resto de su vida. Porque sería así, y extrañamente Lena no tenía ningún problema con ello.
¿Quien lo tendría si tienen a una sexy rubia, hermosamente perfecta, inteligente, amorosa, protectora, divertida y tierna junto a su persona? O sea, nadie en su sano juicio se quejaría de ello.
Una de las cosas que más le gustaba a Lena de Kara era lo madura y responsable que podría llegar a ser cuando de su relación con Lena se trataba. O sea, soportaba a Lena cuando ni ella misma podía soportarse.
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She is my Queen.
RandomLena Luthor, luego de una gran discusión con su "prometido" dónde canceló su boda, quiso irse en un retiro espiritual para volver a ser la de antes, a ser la misma chica que era cuando sus padres vivían, también quería irse para recuperar a su herma...