11" Está no es mi gente."

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Cuando Kara salió de la habitación de Lena, se fue directamente hacia el comedor. No podía hacer esperar a Zia. Podría estar enojada, pero Zia no tenía la culpa.

Obviamente la inocente Zia no sabía lo que sucedía entre Lena y Kara, y no dudó en preguntar por la pelinegra. A lo que Kara solo le respondió:

Ella no bajará a cenar porque no quiere hacerlo. Así que nos conformaremos con la compañía de la otra, como antes. —era una señal clara de que no cuestionara nada más.

La niña conocía tan bien a su protectora que no dijo nada más en todo lo que fue de la cena. Al contrario de Kara, que maldecia por lo bajo y murmuraba estupideces sobre Lena y lo mierda que había sido el día.

Desde lejos Harley pasó por ahí y vio la escena con un gesto de desconcierto y preocupación. Lena no se encontraba en la mesa, Zia tenía la cabeza agachada y se veía triste, Kara se veía enojada y muy irritada...

No tenía que ser una genia para saber que al parecer habían tenido problemas. Por lo que trató de averiguar qué sucedió y como solucionar las cosas.

Demasiado alboroto había afuera como para que adentro del castillo también lo haya.

Cuando fue en busca de Lena, dos robots estaban fuera de la habitación de la pelinegra, escoltandola.

—Dejenme entrar.

—Lamentamos informarle que Lady Kieran ha ordenado no interrumpirla y ha solicitado espacio.

—¿Por qué?

—No estamos autorizados para revelar esa información a nadie. —Harley dió un suspiro irritado.

—¿Alguien más vino y por eso ustedes están escoltandola?

—Si.

—¿Quien?

—Su majestad, la reina.

—Okay.

Harley se alejó del lugar sin decir nada más. Averiguaría lo que sucedió pero de manera más discreta.

—¿Por qué luces tan preocupada?

—¿Has visto a Sugey? —ignorando la pregunta de su esposa, Harley le preguntó.

Ivy frunció su entrecejo y giró a ver de manera sería a su esposa. El matrimonio Isley-Quinn nunca ha estado en medio de problemas de típicas parejas. La union fue hecha a base del respeto y la comunicación, además de la confianza. Ambas fueron unidas por sus propias decisiones y sus familias no tuvieron ningún inconveniente. Con el tiempo llegó el amor, solo que curiosamente ninguna de las dos lo ha dicho en voz alta ya que consideraban que no era necesario, las acciones lo demostraban.

—¿Por qué no me respondes, querida? —sabia que si quería que Harley le dijera las cosas, debía de mirarla de esa manera que la ponía nerviosa.

Y funcionó, porque Harley tragó saliva y trató de distraerse con algunos planos en la mesa de la oficina de su esposa. Ivy presionó un botón y los hologramas desaparecieron. Tiró de Harley de su mano y la llevó hasta sentarse en la silla detrás del escritorio y la mujer pelirroja se sentó sobre ella.

—Has estado alejada de mi últimamente, Harley. Y eso no se si deba de preocuparme o molestarme. —acarició el cabello de la chica hacia atrás y la miró a los ojos.

Los ojos de Ivy eran de color café, pero cuando usaba su poder se volvían tan verdes como las plantas de un hermoso bosque. Una cosa en particular que Harley amaba de la chica era sus labios, eran rojos, tan rojos como una rosa, además de que siempre sabían a frutos del bosque. Su piel olía a flores siempre, era su escencia natural y una que volvió loca a Harley desde el momento en que se conocieron.

She is my Queen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora