14-"Humanidad"

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—Su majesta-

—¡CALLATE! ¿ACASO USTEDES VIERON LO QUE YO VI? —gritó y la pelinegra a su lado se estremeció ante lo furiosa que sonaba. Alzó la cabeza y la miró confundida. —¡Esos hijos de su... —comenzó a hablar e insultar de manera muy rápida y indescriptible para Lena. —¡¿Cómo se atreven?!

—Creo que deberías calmarte.

—¡¿Calmarme?! ¡¿Calmarme?! —repitió. —¡ELLOS QUERIAN LLEVARLE LA CONTRARIA Y FALTARLE EL RESPETO A MI PROMETIDA! No tengo que ser una bruja para saber que ellos estaban cuestionando la sentencia que dictaminó mi prometida. ¿Cómo se atreven?

—Bueno... no es por nada, pero tampoco fue una de las mejores opciones. Pero si una de las más fáciles para Lady Kieran. —Kara y Lena estrecharon sus ojos en dirección a Samantha. —¿Qué? Es la verdad. El pueblo deseaba sangre, gritos y terror. Podemos ser una especie pacífica por costumbres, pero nuestro instinto es de guerreros. ¿Cuando fue la última vez que aconteció un castigo público? ¿Hace más de 3 lunas?

—Solo dices mierdas. No hables si no sabes. Solo tienes unas semanas aquí y ya te crees saber todo.

—Quizas no sea la emperatriz, pero se cosas que incluso Rao se asustaría de que yo sepa. —Kara y Samantha se miraron desafiante y Lena soltó un suspiro.

—Miren... no sé si es algo de ustedes los extraterrestres, pero no estoy de humor para sus jueguitos de quién sabe más, quien es mejor o quien es más estúpido para poner su orgullo de cristal primero. —todos miraron a la pelinegra que se cruzó de brazos. —Me duele la cabeza por toda esta mierda que ha sucedido y enserio necesito distraerme. Así que si en verdad no quieren verme muy enojada, será mejor que se callen y llamen al coluano para que cumpla su trabajo, vaya a su casa y así la dramática de Kara puede estar en paz porque una "escoria" coluana no está pisando su amado suelo Kryptoniano.

Kara tenía la mandíbula hasta el piso, indignada se cruzó de brazos, dispuesta a defenderse, Harley la miró tan mal que no le quedó de otra que caminar pateando cosas inexistentes mientras murmuraba estupideces, defendiendose en susurros.

—Bueno... ¡¿Y QUE MORRYGAN ESTAN ESPERANDO PARA ACATAR LA ORDEN DE MI PROMETIDA?! —todos se sobresaltaron de nuevo ante el grito de Kara. Miraba furiosa a sus acompañantes.

Si no podia discutir con Lena, se desquitaria con esos idiotas. Para algo debían de ser útiles.

—Su majestad...

—¡Cuento tres y llevo dos y medio! Vamos, vamos... —comenzo a chasquear los dedos y de inmediato Harley salió a buscar al coluano, siendo seguida por Lexa. —¿Y ustedes que esperan para largarse? ¿Una tacita de café? —reprendió al resto del consejo.

—¿Que es café? —cuestionó el ministro de finanzas.

—¿Me ves cara de enciclopedia? Ve a tu casa y educate sobre cosas humanas, pedazo de inútil. Ya no soporto tu cara, piérdete. Y tú, tú, tú y tú, se van con él. —señaló a los ministros de educación, arte, ingeniería y transporte. —No me son útiles ni para el trabajo que les encomendé y mucho menos lo serán para esto. —chasqueó sus dedos y los ministros se fueron de ahí, enojados.

A Kara le importaba muy poco lo que ellos sintieran.

—¿Qué?... ¿Por qué me ves así? —se quejó cuando sintió la mirada de Lena sobre ella. Lena la miraba con los ojos estrechos y las cejas alzadas, una sonrisa muy misteriosa en su rostro. —¿Tengo algo en la cara o qué? Una foto te dura más.

—Y yo que pensaba que era una perra mimada cuando estaba en mis días... —Kara resopló, indignada.

—¡¿Como te atreves a compararme con un vulgar animal?! ¡Me estás ofendiendo y yo en ningún-... Un momento, ¿Me estas ofendiendo? —Kara se interrumpió en su discurso y pusó un gesto confunso que le dió mucha ternura a Lena y a las demás acompañantes. — Porque no comprendo tus palabras si el concepto de los perros en tu tierra se trata de seres muy leales, cariñosos y queridos. Si me estas alagando, muchas gracias. —Kara le sonrió algo apenada, pero luego puso un gesto serio. —Pero si me estas ofendiendo...

She is my Queen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora