Quédate.

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Kim Taehyung salió como alma que lleva el diablo del restaurante, su cabeza era un mar de confusión. "Esto no puede estar pasándome, ¿cómo pude ser tan negligente conmigo mismo? Si en la salud la principal medida es prevenir, por qué no tomé precauciones después de estar con Jungkook?" pensó. Podría justificarse alegando que estuvo preocupado por la salud de WonHo, que por esa razón se descuidó, pero no era así. Esta vez su descuido le costó muy caro.



Él iba a ser padre, todavía no podía creerlo, negó con la cabeza mientras seguía caminando sin rumbo en la clara noche iluminada por la luna llena. ¿Qué iba a hacer ahora? Si consultaba con un ginecólogo le diría tienes dos opciones: continuar con el embarazo o abortarlo. La segunda opción se le hizo terrible, abrazó su vientre en un inconsciente gesto de protección. Podría llamar a su madre, pero tan rápido cómo surgió la idea la descartó, desde que su madre se divorció de su padre, todas sus conversaciones eran incómodas, pero no tan incómodo como estar frente a frente. Después de tantos años que pasaron desde aquella tragedia que destruyó a su familia, ella aún no podía soportar mirarlo, por eso se fue a vivir a otro a país, nunca se lo dijo pero él lo sabía. ¿Algún día lo perdonaría? ¿Cómo es que su madre pudo abandonarlo en el momento que más la necesitaba? Él nunca haría eso con su hijo. La idea ya se estaba asentando en su mente.



Un hijo, su hijo, eso lo cambiaba todo, una nueva vida se estaba formando dentro de él, que tenía una parte suya y una parte de Jungkook. Por Dios ¿Qué haría con Jungkook? Y ¿Qué haría con WonHo? Si se llegaba a enterar… la noticia podría matarlo. Se cubrió el rostro con las manos, de nuevo, ¿cómo pudo ser tan descuidado? Tenía ganas de patearse a sí mismo por su propia estupidez.



―Vaya, vaya, mira lo que trajo el gato.



Tae se detuvo en seco, giró rápidamente la cabeza hacia dónde provenía esa voz. De un callejón oscuro salió un tipo con ropa negra, detrás de él apareció otro sujeto que tenía puesta la capucha de su sudadera. No parecía que se estuvieran acercando a él con buenas intenciones. Miró a su alrededor, no había más personas que ellos en la calle, mierda, había caminado hasta la peor parte de la ciudad. Despacio metió la mano en el bolsillo de su pantalón para presionar el botón de encendido así se enviara el mensaje de emergencia a sus contactos, pero, éste estaba vacío. Casi entra en pánico cuando se dio cuenta que dejó su teléfono en el restaurante.



Su respiración y su frecuencia cardiaca comenzaron a subir, su cuerpo se estaba preparando para luchar o huir. Él sabía luchar, WonHo le había enseñado desde que eran niños, pero ahora no podía arriesgar a su bebé en una pelea. Huir sería entonces, "este sería un buen momento para aparecer" le dijo a su lobo, éste intentó transformarse pero no lo consiguió. Él sabía que no lo conseguiría, hacía años que no podía transformarse, desde que empezó a reprimirlo, debido a que su lobo quería saciarse con cualquier alfa durante sus épocas de celo.



―Mire sus ropas Jefe, el tipo está forrado, seguro que conseguimos un buen billete de él.



Tae escuchó que decían eso pero no vio quien porque giró y comenzó a huir, o lo intentó. No se había dado cuenta que había un tercer sujeto detrás de él, el tipo lo agarró del brazo deteniéndolo. Con su brazo libre le dio un puñetazo en la cara, logrando que lo suelte. Se estaba desesperando, tenía que salir como el infierno de ahí, pero los otros dos lo alcanzaron. El tipo de la sudadera le lanzó un puñetazo pero se agachó y le asestó un golpe en el abdomen. Cuando el tercero se comenzó a acercar, Tae giró y le dio una patada trasera en la cara. Pero pronto el primer sujeto que lo había detenido le dio un puñetazo en el rostro que no vio venir, sintió una explosión de dolor debajo del ojo. Antes de que recuperara el equilibrio lo sujetó desde atrás junto con el tipo de la sudadera, que tenía en su rostro un gesto de dolor.



¿Podrías Amarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora