Lobos Amantes.

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Jeon Jungkook.


Jungkook abrió la puerta de su departamento, luego se apartó dando un paso atrás para que entre Taehyung.

Antes de que éste se girase para mirarlo, se colocó detrás de él. Enterró la cara en su cuello y respiró hondo como si lo saboreara. Tenía un ligero olor a lavanda mezclado con algo más, algo que pudo identificar como solo de su omega. Nunca había sentido nada igual. Quería tener su esencia sobre todo su cuerpo. Quería oler su piel hasta que esté borracho de ella.

—Amo como hueles, me dan ganas de devorarte —le susurró contra su oreja.

Apoyó su erección contra sus prominentes nalgas, sintió el temblor que recorrió al cuerpo del omega ante lo sensual de esa acción. Tae se apoyó contra él cuando sus brazos lo rodearon para acercarlo. Colocó sus manos en sus antebrazos y acarició el tatuaje a lo largo de su brazo derecho.

Jungkook lo giró en sus brazos para que quedase de cara a él. Sus ojos verde claro estaban llenos de deseo. Él ahuecó su cara en sus manos y lo besó ferozmente. El omega se aferró a él desesperado. Su lengua luchaba con la suya mientras lo acercaba más a su duro cuerpo. Su endurecido pene rozaba contra el suyo, haciéndolo gemir. Se moría de deseo por tocar su piel desnuda, por estar dentro de él…

Sentía sus pelotas pesadas y doloridas. Su aliento jadeante se mezclaba con el de él mientras se besaban.
Comenzó a desabrochar los botones de su camisa, pero en su apuro no pudo hacerlo, por lo que le dio un tirón haciendo volar todos los botones por el aire. El omega sonrió y lo besó nuevamente. Mientras le deslizaba la camisa por los hombros, gimió al sentir la suavidad de su caliente piel desnuda. Necesitando sentir incluso más de él, comenzó a desabrocharle sus pantalones, mientras su omega deslizaba sus suaves manos por debajo de su camiseta haciendo estremecer los músculos de su espalda, para luego quitársela.

Tae se contorneo para salir de sus pantalones junto con su ropa interior y sus zapatos quedando completamente desnudo. Se mordió el labio inferior al ver el torso definido lleno de tatuajes de Jungkook. Acarició sus musculosos brazos siguiendo el contorno de sus dibujos, puso sus manos en su cuello y lo atrajo para un caliente beso.

Las manos de Jungkook se posaron en su cintura y descendieron hasta sus glúteos, los acarició, los amasó, se sentían tan suaves y llenos. Con una mano tomó una de sus piernas poniéndola alrededor de su cintura y con la otra empezó a tocar su entrada trasera haciendo gemir a su omega en su boca. Él ya estaba mojado y vibrante para su polla, empezó a introducir un dedo, metiéndolo y sacándolo, preparándolo para su tamaño. A pesar de que se moría de ganas por enterrarse en su apretada cavidad, no quería lastimarlo porque su instinto le gritaba que siempre lo protegiera.
Exploró su boca, queriendo probar más de él. Se sentía así de hambriento. Necesitado. Exigente. Quería ser el único que lo tocase de esta manera. Un sentimiento de posesividad se elevó en su interior con asombrosa ferocidad. Si cualquier otro lo tocara… lo desgarraría en pedazos.

Él cerró sus ojos e inspiró la esencia de su excitación mientras le levantaba más la pierna a fin de poder ingresar un segundo dedo en su caliente agujero, aumentado el ritmo del movimiento de sus dedos haciéndolo jadear. Gruñó al sentir lo mojado que estaba. Sus gemidos llenaron sus oídos, poniéndolo aún más duro.

—Tócame —le pidió en medio suplica, medio orden.

Él dejó sus labios y enterró su boca en el hueco de su garganta donde sentía el golpeteo de su pulso. Mientras su omega le desprendía el botón de sus pantalones y le bajaba el cierre hasta que su polla saltó libre, gruesa y tan hinchada que él sentía que iba a explotar. Gimió cuando lo acarició un par de veces, casi se corre en su mano.

¿Podrías Amarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora