―Muchas gracias, ¡que le vaya bien!
Kim Taehyung se despidió con una sonrisa amable del repartidor antes de cerrar la puerta de su casa. El paquete que sostenía parecía quemar sus manos a la espera de llegar a su verdadero destinatario, Jeon Jungkook. La caja contenía un pequeño presente por su cumpleaños, que entregaría personalmente, y aunque ésta era la oportunidad perfecta para ver a Jungkook, ya no necesitaba excusas para encontrarse con él, lo haría adrede.
Empezó a caminar por el vestíbulo, pero se detuvo a mirar alrededor, su casa, a pesar de todo el mobiliario, cuadros, arañas, floreros y demás, se sentía tan vacía, hasta él mismo se sentía tan solo que el silencio le resultaba ensordecedor, “pero pronto eso cambiará” pensó colocando una mano en su vientre. Cuando se sentía de esa manera siempre pensaba en su hermano, su otro hermano, en HyunJin. “Él hubiese sido un gran tío” pensó mientras se acercaba a mirar el acuario de tres mil litros que estaba empotrado en la pared.
Apoyó una mano en el cristal y empezó a buscarlo a él, al rey de los peces. Como si sintiera su presencia, con su nado lento e hipnótico comenzó a acercarse hasta detenerse delante suyo como si lo reconociera, como si tuviera conciencia de él. Ese pez, tan majestuoso, tan hermoso e imponente, representaba su desgracia y el comienzo de sus días grises, pero era parte del último recuerdo que tenía de su hermano. Siempre que lo miraba recordaba ese día con sorprendente claridad, como si lo viviera de nuevo…
―¡Despierta HyunJin, despierta! ―dijo Tae emocionado―. Hoy es el gran día, despierta ―con sus manitos agarró los hombros de su hermano y lo movió pero éste seguía sin abrir los ojos.
“¿Qué podía hacer para despertarlo?“ Miró la habitación en busca de algo que lo ayudara, su mirada se detuvo en la mesita de noche de su hermano y sonrió. Del cajón sacó un paquete de chocolates y lo abrió haciendo mucho ruido, “este es el mejor despertador”.
―¡Mis chocolates! ―HyunJin se sentó de golpe.
― Por fin despiertas ―dijo aliviado―. HyunJin-Jin-Jin apresúrate porque nos van a dejar.
―¿Nos van a abandonar TaeTae? ―preguntó con los ojos muy abiertos.
―Espero que no ―murmuró.
Mientras su hermano salía de la cama, Tae se acercó a la ventana de la habitación que compartía con él. El cielo todavía estaba oscuro, faltaba poco para el amanecer. Miró hacia abajo desde el segundo piso de donde se encontraba, y pudo ver a su padre guardando las maletas.
Debido al comienzo de las vacaciones, su familia se estaba preparando para viajar a la cabaña que poseían al sur del país. Sería un viaje largo, por eso se marcharían a primera hora de la mañana. Era una tradición familiar que había comenzado con su hermano mayor NamJoon, y que continuaba con HyunJin y él incluidos. Siempre esperaban con ansias que llegara este día porque no solo podían jugar allí, sino también explorar la naturaleza.
―¡Buenos días familia! ―dijo minutos después entrando a la cocina.
―Buenos días Taehyung ―su madre lo saludó con una sonrisa de aprobación, para ella tener buenos modales era muy importante, si él entraba a un lugar sin saludar lo regañaría.
―¡Hey enano! ―NamJoon lo saludó con un choque de puños―. ¿Dónde está tu equipaje?
―Lo guardó anoche en el carro, desde hace una semana que lo tiene preparado. ―su madre contestó por él.
―Ya está todo listo para marcharnos ―dijo su padre entrando a la cocina.
―¡Papi! ―Tae salió corriendo hacia hacía su lugar favorito en todo el mundo, los brazos de amado su padre.
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¿Podrías Amarme?
FanfictionEl doctor Kim Taehyung buscaba la forma de salvar la vida de su primer y único amor, pero todo cambia cuando aparece su alfa predestinado. Aunque no de la misma manera, los dos necesitan ser salvados. Pero salvar a uno significa romperle el corazón...