Te extrañé mucho.

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―¡Hola! ―dijo cuándo se abrió la puerta.

―¡Mi salvación!

Kim Taehyung entró a la casa de Jungkook cuando su hermana Irene le abrió la puerta. Ella le había enviado un mensaje para que él viniera urgentemente a su casa. Él ya estaba en camino hacia este lugar mucho antes de recibir dicho mensaje porque tenía muchas ganas de ver a Jungkook en su cumpleaños. Sabía que no debería haber venido pero era una lucha perdida ir en contra de sus deseos.

―Permíteme ayudarte ―dijo Irene.
Él tenía colgado de su hombro un bolso de cuero negro cargado de libros, al igual que la caja grande que aferraba fuertemente con las manos, y sobre ésta estaba descansando como una cereza, el regalo de Jungkook.

―No, gracias, no es necesario ―miró a Irene, ella tenía las mejillas manchadas con harina, algunos mechones de cabello se habían escapado de su moño, pero su cara reflejaba cierta desesperación―. ¿Y tú? ¿en qué necesitas ayuda?

―En todo ―hizo un puchero―. Ven conmigo.

Dejó sus cosas en un rincón y siguió a Irene a la cocina. La mesa estaba… era un desastre, en el medio había un pastel, o al menos eso parecía, que estaba negro. Por todos lados había masa cruda, cascaras de huevo, otro pastel que estaba hundido en el centro y muchas cosas más que ni sabía que eran.

―Necesito que me ayudes a hacer un pastel para mi hermano, ya lo intenté varias veces pero me salen mal y no sé por qué, si seguí las instrucciones de ese libro de cocina al pie de la letra, pero algo hago mal ―ella lo miró esperanzada―. ¿Puedes hacer un pastel?

―Irene querida, yo no sé cocinar ―los hombros de Irene se hundieron por la desilusión―. Pero podría intentarlo.

―Oh gracias ―sonrió agradecida―. Pero debemos hacerlo bien ―dijo seriamente ―. Porque son los últimos ingredientes que quedan.

Tae asintió. ¿Qué tan difícil sería seguir las instrucciones de un libro? Luego de unos minutos, entre los dos hicieron una masa, o algo parecido a una masa, que pusieron en el horno. Ni él ni Irene tenían habilidades culinarias, sería sorprendente si lograban hacer un pastel como el de la fotografía del libro.

―Ahora solo tenemos que esperar ―dijo Irene cerrando la puerta del horno―. Gracias por venir a ayudarme ―ella le sonrió―, es la primera vez que intento hacer un pastel para mi hermano. Nosotros no festejamos los cumpleaños ¿sabes? Creo que se nos hizo una costumbre desde pequeños ―ella miró hacia abajo como si recordara algo―. O da la casualidad de que estamos trabajando o estudiando ese día. Pero ahora ―Irene volvió la mirada hacia él ―. Quiero hacerlo por él, me gustaría que por lo menos una vez festeje su cumpleaños como se debe, con pastel y todo, hasta compré globos y algunos artículos de cotillón.

―¿Lo quieres mucho cierto? ―ella lucía emocionada mientras asentía―. Gracias por invitarme a participar de este momento ―él también estaba emocionado, aunque le costaba discernir donde terminaba su emoción y empezaba la de su lobo, qué de solo saber que vería a su alfa, se acercaba cada vez más a la superficie. Quizás… ¿él se podría transformar de nuevo? Era un pensamiento que lo llenaba de ilusión.

―A pesar de que es un adulto, para mí siempre va a ser mi hermano pequeño ―dijo Irene con un atisbo de sonrisa.

―Entonces ―el comenzó a ayudarla a acomodar todo el desorden que habían hecho―, ¿cuántos años cumple Jungkook?

―Pensé que lo sabrías ― ella lo miró de reojo ―, ya que eres su novio.

―No soy su novio ―dijo un poco a la defensiva―, solo nos estamos conociendo.

¿Podrías Amarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora