Un daño muy severo.

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Lee WonHo.


Bip… bip… bip
El sonido del monitor que controlaba sus signos vitales despertó a WonHo. Ese sonido tan familiar pero que llevaba años sin escuchar, y que lo atormentaba en sus pesadillas, ahora era su despertador. ¿Cómo había llegado hasta la clínica? Eso realmente no le importaba, lo único que quería saber era donde estaba Tae y si estaba bien.

—Bienvenido de vuelta hombre, por fin despertaste —el doctor Kim Namjoon le sonrió mientras anotaba los datos del monitor en una carpeta—. ¿Cómo te sientes?

—¿Dónde está Tae? —intentó levantarse— ¿Sabes si está bien? —el doctor era el hermano mayor de Tae y también uno de sus médicos.

—Tranquilo hombre —suavemente lo empujó para que se acostara de nuevo—. Tae ya está en camino hacia aquí, y está bien.

—¿De verdad? —el doctor asintió, con una leve sonrisa, lo que era raro en él, ya que el hombre nunca lo hacía.

Siempre era muy serio, al igual que su padre, el director de esta clínica.
Dio un suspiro de alivio, ahora se sentía mejor, pero no le gustaba este lugar, ya quería irse. El doctor seguía anotando datos en su carpeta pero ahora frunció el ceño.

—¿Estoy muy mal doctor? —su cara de preocupación no prometía nada bueno.

—Estás estable —le dio una sonrisa tranquilizadora que no llegó a sus ojos—, pero recién voy a saber tu estado general cuando tenga todos los resultados de los análisis.

—De acuerdo —no iba a pensar de forma negativa porque eso de nada serviría, años de terapia se lo enseñaron—. ¿A qué hora puedo irme Doc?

—Luego de un par de análisis más, pero antes quiero que me digas que te pasó.

—No quiero hablar de eso —sonaba infantil para sus veintisiete años, pero no podía hablar de la maldita fotografía con el hermano de Tae, demonios, él no quería pensar en eso tampoco.

—Está bien... —el doctor siempre fue comprensivo —. Pero tenemos que evitar que este tipo de episodios vuelva a ocurrir. Cuando tenga los últimos resultados, nos vemos en mi consultorio para evaluar tu tratamiento y reprogramar tu terapia de relajación —también era pragmático—. Oh… que bueno que ya despertó —dijo dirigiéndose a la puerta, dio un saludo con la mano hacia el otro lado del cuarto y salió.

Miró hacia donde saludó el buen doctor, "¿qué hacía ella aquí?" pensó. Moonbyul, su ex, se dirigía hacia su cama. Parecía una modelo con su largo cabello dorado suelto, en lugar de una persona que se acababa de despertar de dormir. Esta habitación era más una suite que un cuarto de hospital. Tenía una pequeña sala de estar, cómodos sillones para los acompañantes, y su cama era de tamaño King size, pero aun así, no se sentía cómodo en este lugar.

—¿Moonie qué haces aquí? —le sorprendía verla en este lugar, sobre todo después de la forma en que terminaron su relación.

—Hola bebé —dijo acercándose a su lado—. ¿Cómo te sientes?

—Bien gracias, pero ¿por qué estás aquí? —era la última persona que esperaba ver en este lugar.

—Como hace unos días regresé al país, ayer fui a visitar a tu madre para entregarle unos presentes. Yo estaba con ella cuando te llamó. La ayudé a encontrarte y trasladarte hasta aquí. Tremendo susto nos diste —realmente parecía preocupada por él.

—Lo siento por eso... —¿qué más podía decir?—. En serio te agradezco por lo que hiciste por mi madre y por mí —se sentía en deuda con ella.

¿Podrías Amarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora