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—No lo sé, Harry, realmente los extraño a ambos y me encantaria que regresaras pero no sé si es lo mejor para su bienestar.

Rodando sobre su espalda, Harry acomodó las almohadas detrás de su cabeza y suspiró, observando el techo sobre él. Su mente estaba girando tan rapido que sabia bieno que la jaqueca seria inminente. Llamar a su madre no habia aliviado sus preocupaciones como habia pensado en un principio, si era sincero, solo lo confundio más. Su madre, como siempre, habia decidido apoyarlo en lo que él quisiese hacer.

El problema es que él no tenia ni idea de que queria.

Sabia a ciencia cierta que volver a vivir en Londres era un error pero no podia evitar la nostalgia por volver a su pais natal. Queria llevar a su hijo allí y enseñarle todo ahora que podia entenderle. Solo... deseaba volver a casa, al menos por un tiempo.

—¿Y si solo voy de visita? —susurró, mordisqueandose el labio—. Te extraño, mamá, y a Gemma. Hablar por la computadora no es lo mismo, quiero verlas en persona.

—Entonces ven, cariño —dijo con un tinte alegre en su voz—. Pero debes recordar que tu vida ya no esta aquí.

—¿Me estas diciendo que no me quieres allí?

—No, si fuera por mi, tu y mi nieto vivirian bajo mi techo —aseguró con rapidez—. Solo no quiero volver a verte tan perdido como hace dos años. Eres feliz ahora y aunque te extraño, prefiero que estes lejos y bien, a que estes aquí y sufriendo.

Cerrando los ojos, se pasó una mano por el rostro mientras pensaba en ello—. Yo solo...

—¡Papá!

El grito angustiado tuvo a Harry arrojando el telefono a un lado y corriendo por el pasillo hacia la habitación de Shane. El llanto incontrolable de su hijo hacia eco en la habitación, sus ojos enormes y brillantes lo observaban con angustia sobre el borde de la baranda de la cama. Harry habia decidido deshacerse de la cuna y reemplazarla por una cama con barandas, Shane habia estado emocionado con su "cama de niño grande". Harry no tanto, su hijo estaba creciendo demasiado rapido para su gusto.

—Papi —sollozó, aferrandose a la baranda con una mano mientras jalaba sus pantalones de pijama con la otra.

Harry suspiró aliviado, sabiendo lo que sucedia. Los pañales de la noche habian estado desapareciendo poco a poco pero aun ocurrian estos pequeños accidentes que tenian a Shane angustiado. A su hijo jamás le habia gustado estar mojado pero ultimamente era aun peor ya que parecia avergonzarse cuando sucedia.

Acercandose, tomó a Shane y lo sacó de la cama—. No llores, Shane, todo esta bien.

—Mojado, papi. —se aferró a su pecho cuando Harry se dirigio al baño, su pequeño rostro humedo de lagrimas se hundio en el cuello del mayor.

Abriendo la llave de agua, dejo que la pequeña bañera se llenara mientras le quitaba la ropa humeda a Shane, murmurando una y otra vez que todo estaba bien en un intento de que el pequeño se calmara. No tuvo mucho exito. Metiendolo dentro de la bañera, soltó un suspiro cuando el llanto comenzo a disminuir.

—¿Mejor? —preguntó con suavidad mientras comenzaba a bañarlo con cuidado.

Shane asintió rapidamente, sus ojos un poco más brillantes cuando lo miró—. Lo siento, papi.

—No estoy enojado, dulce corazón, solo fue un accidente —quitó el cabello lejos del rostro del pequeño y le sonrió para tranquilizarlo.

Quitando el elastico que sujetaba su propio cabello, ató los desordenados hilos del color del chocolate y se concentró en terminar el baño rapidamente. Esto le daba algo más que en que pensar que en la decisión de volver a Londres, la cual estaba a punto de volverlo loco. Por desgracia, el proceso de limpieza no llevaba mucho tiempo por lo que antes de que se diera cuenta, Shane estaba comenzando a dormirse mientras lo secaba.

Obsessed |Larry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora