02. Oportunidad

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Louis se detuvo en la puerta, observando a Emma pasar su cabello hacia el otro lado de su hombro antes de dirigir sus brillantes ojos verdes en su dirección. No habia el reproche que habia esperado en ellos, ni siquiera un atisbo de enojo o repulsión, y deberia haberlo esperado ya que ella jamás le habia dado un indicio de ser una persona discriminadora. Sus orbes verdes como el musgo habian sido siempre calido y amables con él, esa era una de las razones por las que habia tomado la decisión de pedirle matrimonio.

El peor error de la vida de ambos.

Habian estado juntos por poco más de dos años, ambos sabiendo de sobra que solo se quedaban porque su relación era comoda. Ellos no era felices, no realmente pero era comodo tener a alguien a quien abrazar por la noche y con quien hablar por las mañanas. Los padres de Louis estaban contentos con su unión y ellos estaban bien.

Eso habia sido hasta que ambos se emborracharon hacia menos de un año, pocos meses antes de separarse. Habian decidido que se divorciarian, ambos habian confesado no estar enamorados del otro pero entre copas las cosas siempre terminan de mala forma. Louis no iba a quejarse o decir que era un error, no lo era.

Solo hubiese deseado que la pequeña cosita en sus brazos hubiese sido creada por amor y no por alcohol.

—¿Podras cuidarla el fin de semana? —Emma lo miró con una expresión de cachorrito que sabia de sobra que Louis no podia resistir—. Tengo programada una sesión de un par de días y no puedo llevar a Ginger conmigo, ¿puedes hacerte cargo de ella por ese tiempo?

Louis miró el pequeño rostro de su hija, Ginger a penas tenia tres meses y era una cosita hermosa. Tenia el cabello color caoba rojizo, igual al de su madre pero sus ojos azules y la forma de su naricita era igual a la de Louis. Su pequeña seria una rompe corazones de grande y él ya comenzaba a pensar seriamente en la compra de un arma para poder defender el honor de su niña.

—No dejes que tu saliva caiga sobre ella, papá baboso.

El ojiazul bufó—. Callate, idiota —sonrió antes de suspirar—. La cuidaré con gusto, Em.

—Gracias, me salvaste la vida.

—Tambien es mi hija, la cuidaré en el momento que lo necesites —aseguró, dando un paso atrás cuando ella intento tomarla—. Es más, si quieres puedes dejarla conmigo ahora.

—Hey, yo tambien quiero un momento con ella, egoista —bromeo, aceptando el pequeño tesoro cuando Louis se la dio—. Siempre puedes ir a verla a mi casa, las puertas estan abiertas para ti siempre, Louis.

—Lo sé e iré en cuanto tenga un momento libre.

Ella lo miró con una mueca, pasando su peso de un pie a otro—. Solo... no te hundas en tu trabajo y te olvides de nosotros, ¿si? —pidio—. Sabes bien que aunque estemos divorciados quiero que Ginger tenga un padre presente.

—Voy a estar allí, Em —prometio—. Siempre estaré para ella.

Se inclinó para dejar un beso en su mejilla antes de acomodar a la bebé mejor en sus brazos—. Bien, no dejes que toda la mierda mediatica te aleje.

—Soy un periodista de deportes —rio—. Te aseguro que no hay tantos lios mediaticos en mi rubro.

—Si los hay —susurró antes de acomodar mejor su bolso—. Debo irme ahora, dile adios a papi, Gini.

Louis sonrió cuando Emma tomo la manito de Ginger y la agito hacia él. Sin resistirse, se acercó y dejo un beso en la mejilla de su bebé—. Papi te quiere, Gini.

—Ella tambien te quiere, Louis —aseguró la pelirroja antes de despedirse nuevamente y voltearse para dirigirse a el ascensor.

Louis las vio subir al mismo y espero hasta que las puertas metalicas se cerraran antes de volver a su departamento. Un suspiro derrotado escapo de sus labios al escuchar el silencio ensordecedor que se escuchaba en el lugar. Emma se habia marchado luego de que su divorcio habia sido finalmente oficial.

Ella estaba embarazada de seis meses en ese momento y aunque les gustara pensar que eran una pareja separada, ella pasaba más tiempo allí que en su propia casa. Solo habia sido hasta hace unas semanas que Emma habia comenzado a pasar más tiempo fuera, llevandose a su bebé con ella.

Y Louis las extrañaba horriblemente porque cuando ellas no estaban, su mente solo se centraba en una cosa: Harry.

Arrastrando los pies hacia la sala, Louis encendio el televisor solo para tener algo que escuchar y tomó una de las revistas sobre la mesa ratona. Un gruñido frustrado escapó de sus labios cuando lo primero que vio al abrirla fue una publicidad de ropa y el modelo que la lucia era nada mas ni nada menos que Harry Styles.

Habia estado huyendo de la imagen del chico por años, aun le dolia recordar su error al dejarlo ir como lo habia hecho. Se arrepentia cada dia y ver el rostro del rizado en cada revista no hacia mucho por aliviar el dolor latente en su pecho. Lo habia arruinado a lo grande y desde que Harry vivia en Estados Unidos, no podia hacer mucho por arreglarlo.

Y como si tuviese una especie de alarma que el avisara cuando Louis estaba golpeandose por ser un imbecil, el timbre principal sonó una vez antes de que el sonido de la puerta se abriera.

—¿Donde estas? —la voz de su primo Niall flotó a través del departamento.

—¡Sala!

La puerta se cerró y hubo un breve sonido a bolsas antes de que el rubio apareciera en el umbral. Una de sus palidas cejas subio mientras lo miraba, sus ojos se pasearon por el lugar, cayendo en la revista abierta que Louis habia dejado caer sobre la mesa ratona a la tele y de nuevo a Louis.

—¿Golpeandote por ser un imbecil de nuevo?

—Sip, llegas justo a tiempo —informó—. Acabo de comenzar.

—Lo imagine —dejo una bolsa de papel frente a él que tenia el logo de alguno de los lugares de comida vegetariana que el chico solia traerle—. Me cruce a Emma y Ginger abajo y tuve que apresurarme, odio perderme tus momentos de autocastigo.

Louis estrechó los ojos en su dirección—. A veces te odio tanto.

—Es mutuo —susurró, rebuscando en su bolsa y sacando uno de sus jugos naturales que Louis odiaba.

—¿Que haces aquí de cualquier manera?

—A decir verdad, solo venia a ver como estabas con todo eso que esta sucediendo. —bebio un trago de su jugo, perdiendose la mirada confundida de Louis.

—¿Que esta sucediendo?

Niall lo miró sorprendido—. ¿No lo sabes?

—¿Saber qué?

El rubio hizo un exagerado gesto de exasperación—. Liam Payne estará presentando su nueva musica aquí, en Londres.

—¿Y? —frunció el ceño.

—Yo no sé si tu naciste estupido o se te genero mientras crecias. —bufó—. Si Liam y Zayn vuelven, Harry seguramente tambien lo hará.

Eso logró que el corazón de Louis se salteara un latido mientras miraba a su primo—. ¿Hablas en serio?

—Totalmente. —asintió—. Segun lo que he escuchado, llegaran aquí la semana que viene.

—¿Como lo sabes?

—Zayn me llamo —confesó—. Somos amigos, ¿recuerdas? Él queria invitarme a almorzar para ponernos al día, Harry estará allí.

Louis digirió la nueva información por unos momentos antes de soltar la idea que giraba en su mente—. ¿Puedo ir contigo?

—¿Eh?

—Al almuerzo —aclaro—. ¿Puedes llevarme?

Niall lo miró atentamente—. Tienes una mirada desquiciada en tu rostro en este momento.

—¿Puedes llevarme o no?

—SI, creo que puedo, Zayn no se enojara —aceptó—. Pero no me hago cargo de la reacción de Harry, él seguramente te arrancara los ojos en cuanto te vea.

Louis sabia que era una posibilidad pero necesitaba ver al rizado, necesitaba pedirle disculpas y talvez hasta podria rogar por una oportunidad.

Talvez aun podia tener a Harry despues de todo. 

Obsessed |Larry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora