Y si un día despiertas buscándome, recuerda que estoy donde nacen los poemas, donde los enamorados que no se tienen por fin pueden quererse.
Si amaneces pensandome, deja que viva en ese pensamiento, convierteme en suspiro, deja que roce el abismo entre lo que te hace bien y te hace mal.
Y si un día te preguntas ¿Seremos posibles? Recuerda que entre miles de universos, millones de personas y tantos planetas, nuestras almas chocaron e inventaron un mundo solo para las dos.
Si un día la confusión te azota y quieres dejarlo todo y prefieres la ausencia que un amor que no es, solo entonces, recuerdanos; somos lo que los enamorados sueñan y anhelan llegar a ser.
Somos las mariposas eternas, que nunca se paralizan, somos el amor que no decae, que se reinventa; somos incógnitas, jamás seremos respuesta; somos el cariño indomable que nace en la ausencia, somos la pureza que nace luego de la guerra y aunque nunca lo planeamos, somos infinitos que mueren y vuelven a nacer; somos la libertad que aprende de los defectos, la ternura del comienzo y la belleza que se esconde en la tristeza de la verdad.
Aquí me encuentro escribiéndote que te amo libre, pero te quiero conmigo. Que te amo para follarme tus sonrisas y acariciarte el alma por todos los infinitos rotos que terminaron entendiendo que incluso sin ser perfectos son inolvidables.
Y te amo como para vivir en los poemas que nunca le hice a nadie y decirte que eres mía.
#Darianna Salazar. 22/Diciembre/2020.
