Te he estado observando, de lejos, casi sin que te des cuenta y digo casi porque se que lo notas.
Ya me cansé de la imposibilidad que nos separa, como un pasatiempo ridículo que me aleja del olvido.
Esta carta no es para decirte que te extraño, tampoco me atrevo a decirte que quiero que vuelvas porque nunca fuiste mía y nunca estuviste aquí.
Esta es una carta sincera, que quiero que leas simulando mis ojos, ellos siguieron mostrando la realidad de un amor suicida marcado por el adiós.
Mis ojos te observan dormidos y despiertos, soñando con tus manos y llorando los silencios de un amor por la mitad, un amor dividido por la costumbre que acorrala y por el sentimiento que te ata a otros brazos que hoy te tienen, aunque pienses en mí.
A ti te seduce la vida y a mi me seduces tú.
Te escribí cartas que te entregaré cuando te olvide, pero aún está noche dueles como el principio.
A ti siempre te faltara algo y a mí siempre me faltaras tú.
Continuaré sin ti aunque mis ojos te reproduzcan como mi pasatiempo favorito.
#Darianna Salazar. 01/Marzo/2015.
