—¿Makoto? — el aludido pegó un respingo.
Sousuke sintió que el estómago le hormigueaba. Sus ojos analizaron rápidamente de derecha a izquierda a medida que bajaban por el labrado cuerpo del muchacho frente así. Lo conocía bien pero aún así no se cansaba de verlo, le fascinaba como el primer día.
El rojo le sentaba sorprendentemente bien o simplemente se había vuelto un loco obseso con Makoto.
—E-es... M-mis hermanos... E-esto...
Makoto intentó abrochar el cinturón para que el abrigo rojo le cerrara.
—Tus hermanos son ya algo mayo-...
—¡Lo sé! —lo interrumpió y el cinturón mal puesto cayó al suelo. El color de su traje comenzó a formar parte de sus mejillas hasta sus orejas. Se relamió los labios y lo vio de soslayo con el rostro cabizbajo. —Es como una tradición familiar. —dijo colocándose el característico gorro adornado con un pompón.
Sousuke alzó una ceja. Caminó lentamente hasta la cama y se sentó en el borde. Había aprovechado para observar desde todos los ángulos mientras rodeaba a su Santa Claus particular.
—No iba a juzgarte sólo... —su mente se dispersó. Su vista quedó prendida del pecho que quedó descubierto después de que su amante desistiera de cerrar aquella molesta prenda. Deseó tocarlo, hundir sus dedos dentro de la ropa roja y el algodón. Volvió a alzar una ceja inconscientemente.
—¿Sólo...? —quiso saber Makoto.
Sousuke carraspeó y lo vio a los ojos. Sus ojos destacaban como brillantes bolas color esmeralda. Era lindo y era sexy. A Sousuke le volvía loco esa dualidad, no la entendía pero le prendía desde lo más profundo.
—Tenía curiosidad. —terminó la frase. —¿Puedes acercarte?
Makoto dio tímido el par de pasos que lo separaban de su novio. Hubiera pensado que cualquiera que lo viera en esa situación sólo se burlaría de él pero conocía esa mirada de Sousuke y aún así no podía creerla.
Una vez estuvo junto a él. Sousuke deslizó suavemente sus ojos desde el ombligo de su amado hasta los pantalones rojos. Intrigado deslizó su dedo y estiró el elástico mirando dentro de ellos. Le agradó lo que se había encontrado. Sonrió antes de que Makoto se tapara de nuevo.
—¿Feliz de verme, Santa?
—¡Sousuke!
Yamazaki rio y se dejó caer en la cama con un suspiro. Y nada más. Makoto esperó por un momento pero Sousuke no se movió.
—No... ¿No vas a...?
Sousuke no abrió sus ojos.
—¿A qué?
La respuesta quemó dentro haciendo que Makoto sintiera que la temperatura de su cuerpo se elevaba. Yamazaki no respondió, tan solo dejó salir una sonrisa.
Makoto se sintió contrariado por un momento pero chisteó y se encaramó a la colchón a horcajadas de su novio, quién agradó su sonrisa.
—Creí que ibas a hacer un movimiento.
Sousuke abrió sus parpados para él. Cruzó los brazos por detrás de su cabeza y admiró con detenimiento aquella buena vista.
—Normalmente son los niños quien se acomodan en el regazo de Santa ¿no crees?
Makoto se deshizo de las botas.
—Hay algo que quiero y nadie me lo puede dar excepto tú así que... Atiendes mi petición y vienes bajo mi árbol o mejor, te quedas ahí bajo mí.
![](https://img.wattpad.com/cover/128795683-288-k933750.jpg)