Capítulo tres

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— Lo siento mucho...¡NO PUEDO PERDER!

El pilar del amor

Rengoku estaba pensando en la razón por la que habían iniciado la competencia pues ninguna de las dos parecía enojada.

— ¿No cree que está siendo muy persistente? Ríndase,no quiero lastimarla — Dijo la pelirosa preocupada.

— No te preocupes.¡Ven a mí con toda tu fuerza!

Aquel grito le erizó la piel a todos los presentes,incluyendo al Pilar. Mitsuri empezaba a cansarse y la otra chica tomó ventaja arrastrando su mano hacia el otro extremo de la mesa,faltaba un poco para que sus nudillos tocaran la superficie.

— ¡Voy a ga-! —
Gritó de la alegría...alegría que no duró mucho. Kanjori en frente de sus ojos levantó su mano apoyándose fuertemente del codo. El impacto de su mano estallando contra la mesa fue lo suficientemente grave como para despedazarla.

— ¡Perdón! Fui muy brusca — Se apenó la pelirosa al ver como la contraria veía fijamente su puño — ¿Estás bien?

Los espectadores aplaudieron llenos de sorpresa y temor.¿Cómo esas chicas podían poseer esa fuerza?

— Yo...

— ¿Mhm? — Mitsuri miró atentamente a la joven.

— ¡Por supuesto que no estoy bien! — Hizo un puchero como si fuera una niña — Que débil soy.

A todos les cayó una gota de sudor por la frente,ella para nada era débil y al rubio le causó mucha risa. Las personas comenzaron a dispersarse aunque seguirían hablando del enfrentamineto por muchos días.

— Ambas estuvieron estupendas ¡Las felicito!

La más joven se sonrojó levemente y ocultó sus mejillas mientras arreglaba su ropa. Al contrario de Mitsuri que mostraba su sonrojo y su uniforme desordenado sin ningún tapujo.

— Alguien va a tener que pagar por esa mesa — Informó un hombre con cara de pocos amigos y Mitsuri soltó una risita nerviosa.

— No se preocupe — Dijo Kanjori y se acercó hablar con el señor.

— Oiga...

La otra chica se atrevió a hablarle a Rengoku,había cambiado mucho desde la última vez que lo vio. Era alto y su cabello estaba alborotado,llevaba su uniforme solo con la diferencia que esta vez traía una capa con forma de llamas en las orillas y en la base de su espada está grabada la frase 'Reducir a los demonios malignos'.

— No puedo creer que le haya dado pelea a una de mis mejores discípulas ¡Siga esforzándose jovencita!

Sus ojos se abrieron llenos de tristeza y nostalgia y él lo notó.

— ¿Acaso no me recuerda?

Ahora era Kyojuro el que estaba desconcertado. Miró a la chica frente a él,pero no recordaba haber conocido a una chica con esa fuerza bruta. Se inclinó ante la joven.

— No logro recordarla,perdone.

— N-no se preocupe — Lo levantó rápidamente antes de que alguien lo viera hacer eso — Es normal,era solo una niña cuando lo conocí.

— ¿Puede decirme su nombre? — Habla firme.

— ___,me llamo ___ — Respondió tenebrosa,tenía miedo de que no recoradara ni su nombre.

Hubo un largo silencio hasta que el mayor posó su mano en la cabeza de la joven y le dio unas suaves palmadas.

— Veo que te has hecho muy fuerte,___ — Sonríe animadamente.

— Usted también...incluso fue nombrado Pilar,no me extraña.

— Hablando de eso — Retiró su mano — ¿Lograste tu objetivo? — Dijo interesado.

— He venido por eso — Aprieta su puño ansiosamente — Pasaré la prueba y me uniré al cuerpo de cazademonios. Me esforzaré y me convertiré en un Pilar para luchar junto a usted.

A Rengoku pareció maravillarle esa respuesta. Estaba ansioso de probar sus habilidades.

— Eres muy joven y bonita que me sorpende que quieras unirte al cuartel.

— ¡Mitsuri!

— ¿Puedo saber la razón? — Susurró apenada.

El Pilar de la llama esperaba que no fuera algo tan superficial,y a pesar de que así fuera no la juzgaría.

Las mejillas de ___ no podían estar más rojas. Era imposible que dijera 'Para estar cerca de Rengoku-san' . Antes se le había escapado algunas palabras pero el hombre no las supo interpretar.

— Quisiera dejar eso como incógnita.

— ¡Por supuesto! — Chilló feliz — Estoy emocionada de poder trabajar contigo.

— Yo igual,pareces ser muy fuerte.

— ¿De qué hablas? ¡Mitsuri es un Pilar!

___ miró sorpendida a la chica melocotón que sonreía nerviosa. No tenía ni idea de quién era.

— Pensé que todos los Pilares eran hombres — Habló confundida mientras una gota de sudor resbalaba por su frente.

— También está Shinobu-san,es muy buena en la elaboración de venenos. Y hay varias chicas trabajando en la agencia.

Sus ojos brillaban de la emoción. Aquello sonaba como una historia de fantasía.

— ¿___-san tienes un lugar en donde quedarte? La prueba será dentro de una semana.

No pudo evitar sentirse incómoda,no tuvo en cuenta eso y no quería admitirlo. Quería que Rengoku supiera que era alguien responsable e independiente.

— P-por supuesto — Giró sus ojos mientras otra gota de sudor caía por sus mejillas — Lo tengo todo planeado.

— Wow, eres sorprendente. Cuando llegué Rengoku-san me acogió como su discípula y me hospedé por un tiempo en su hogar. Al principio asustaba a todos con mi fuerza, pero terminaron aceptándome.

— ¡Es admirable! — Exclamó el rubio que se mantenía oyendo la conversación.

___ se moría de la vergüenza ya no podía retractarse. Tal vez solo tuvo que ser sincera.

— ¡Atención Pilares! El señor Ubuyashiki requiere de su presencia inmediatamente.

— Oyakata-sama...

La menor supo al instante que se trataba de alguien importante por el rostro de sus compañeros.

— Descuiden pueden mar- —Ni siquiera la escucharon.

Sintió una ventisca de viento que despeinó todo su pelo y al darse cuenta estaba sola. Aunque no tenía tiempo para pensar,debía de encontrar un lugar donde quedarse

— ¿¡Está loco!?

— Y eso que estamos en oferta.

— P-pero no pueden cobrar esa cantidad tan exagerada solo por una semana. ¡Esto es una estafa!

La mujer no pareció agradarle las palabras de la joven y llamó a unos hombres para que se la llevaran fuera del edificio.

Era la cuarta vivienda que visitaba del pueblo y la cuarta vez que la echaban de esa forma.
Nunca se imaginó que la vida fuera de su aldea fuera tan complicada.

— Estoy tan cansada...

Se acostó en la helada hierba mientras miraba la luna. Estaba preparada para dormir a la intemperie.

— Luce hermosa.

— ¡Y enorme! En cualquier momento podría absorbernos.

— No digas algo ta- — ___ giró su rostro y la vergüenza instantáneamente la invadió — ¡R-rengoku-san!

— ¡Buenas noches!

Rastro de lágrimas. /𝑹𝒆𝒏𝒈𝒐𝒌𝒖 𝒚 𝑻𝑵/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora