Capítulo seis

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La prueba

Se sentó tranquilo en una esquina intentado domir,o al menos aparentar eso. Después de todo no era una necesidad básica para él.

— Regresé ~~.

— Por favor,no me toques — En unos segundos destrozó la mano que le rozaba la piel y el contrario solo rió con sorna.

— Sigues siendo alguien salvaje — Su brazo se regeneró en cuestión de segundos.

— Qué lástima que ser idiota no duela — Soltó el menor.

Su compañero se burló y tapó sus labios con un gran abanico.

— ¿Sabes?. Oí que unas moscas andan sueltas por ahí — Mostró sus dientes — No es justo que tengan tanta libertad.

Por primera vez el pelirojo abrió los ojos un poco sorprendido y lo miró.

— ¿Dices que ellos están diambulando?

— Podrías ir a divertirte.

No se dirigieron una palabra más, el rubio se levantó risueño dejando al otro pensativo.

— Todavía es de día...aún no puedo.

[...]

Pasaron aproximádamente siete horas desde que ___ fue a la prueba. El pequeño suspiró pesadamente para calmarse.

— No te preocupes,ella estará bien.

Senjuro sonrió porque sabía que el verdadero preocupado era su hermano mayor. Escucharon una voz que provenía del cielo.

— ¡Misión! ¡Una urgencia!

Era el cuervo del pilar que se posó frente a él para informarle sobre lo que traía.

— ¡Será fácil! — Acarició la cabeza del pájaro — Buen trabajo. Senjuro cuando regrese ___ dile que estaré de regreso pronto.

— Bien. Voy a esperarlos a ambos.

La noche ya estaba presente,una hermosa brisa y la perfecta Luna brillando con todo su poder. Podría ser un paisaje totalmente hermoso si ella no estuviera a punto de morir.

— Necesito un momento para recuperarme — Estaba en el bosque,sin agua ni comida y una gran herida en su pie — Esa cosa va a encontrarme tarde o temprano.

Se asomó lentamente detrás de un árbol para ver a su depredador. Un ser que solo tendría que abrir su mano para aplastarla. Había empezado bien, pero digamos que se dejó llevar por el momento.

— Voy a morir — Lloriqueó pero en verdad no sentía miedo — Hermana discúlpame por todas las cosas que le decía a tu gato,es que era horrible — Golpeó su mejilla — No. ¿Qué estoy haciendo? No puedo morir. Aunque llegando a este punto me da igual.

Eres mi discípula,por supuesto que pasarás esa prueba.

— No puedo rendirme — Murmuró derrotada por sus recuerdos — Debería ser fuerte y no estar escondiéndome detrás de una torpe roca. Pero es lo más seguro por ahora — Volvió a golpearse — ¡Claro que no!

— ¿Por qué te escondes? — Pregunta no enojado mas bien curioso.

— Estoy ocultando mi presencia — El rubio ladea la cabeza — Es una forma de protegerme.

Dijo nerviosa por lo que él diría,se acercó a ella y frotó su cabeza desordenando su cabello.

— Sabes ___ — Ella se hipnotizó ante su voz — Los barcos están más seguros estando en el puerto,pero no fue para eso que se construyeron.

— ¿Eh? No lo entiendo Rengoku-san.

— ¡Esconderse puede ser una ruta segura,pero no es emocionante y no conduce a grandes aventuras! — Su corazón ardió ante esas palabras — Lo que da sentido a la vida y las personas es el crecimiento y eso lleva riesgos.

— ¿Significa que debo crecer? — Arrugó su frente — ¡NO ENTIENDO!

Su quejido fue demasiado sonoro para su acompañante que volteó mirando la gran piedra. La destrozó sin piedad.

— Deja de esconderte,me estoy cansando.

Pero entre los escombros no veía al exterminador o al menos su cadáver y eso lo enojó más. En cambio ___ al saber que la había encontrado aquel demonio hizo todo lo posible por levantarse pero el impacto la lanzó contra un árbol.

— ¡Maldición! — La herida en su pierna dolía demasiado.

— Descuida,te libraré de tu sufrimiento.

Ella alzó su mirada la cual seguía nublada por el impacto que había recibido, pero pudo divisar el momento en que ese demonio iba a arrancarle la cabeza,sin fuerza no podía hacer nada.

Su plan era esperar a que amanecerá, pero faltaba todavía para que la Luna se pusiera. No había esperanzas de sobrevivir.

— No — Ignoró el dolor y se levantó — Al menos debo morir gloriosamente — Sonrió mientras que su frente sangraba enrojeciendo su vista. Ahora le era mucho más difícil ver su entorno.

Adios Rengoku-san.

[...]

— Rengoku-san por fin vino — Se alegró la pelirosa.

— ¡Quiero ver a nuestros nuevos compañeros!

Había pasado la noche de prueba y todos los ganadores,o sobrevivientes,estaban cansados y traumados. Era responsabilidad de Kagaya darles la bienvenida a el cuerpo de cazademonios.

El pilar de la llama se veía energético igual que siempre aunque la preocupación seguía siendo una constante en su mente.

Kyojuro se dirigió junto a Mitsuri hacia el lugar donde estaban descansando los triunfantes. Vio a Kagaya y fue a saludarlo.

— Buenos días — Se arrodilló.

— Oh. Kyojuro — El hombre sonrió — Escuché que uno de tus discípulos participó en la prueba,espero que lo encuentres hoy.

Claro que esperaba encontrarla de otra forma no sabría cómo reaccionar. Los jóvenes estaban siendo atendidos por los especialistas de la finca de Shinobu. Él buscaba hábilmente entre todos ellos y no lograba detectar el color de sus ojos o su precioso pelo.

— ¿Rengoku-san ocurre algo? Está pálido — Su compañera se preocupó.

— Mitsuri creo que ___ no pasó la prueba.

— ¿Ehhh? ¡Por favor no diga eso!

Restregó su mano para quitar el sudor de su frente.

— No puedo creer que te hayas rendido — Por primera vez Mitsuri no escuchó lo que dijo Rengoku ya que este soltó unos murmuros —  ___...

Kanroji solo podía rezar por el bienestar de su amiga.

— ¡Veo a alguien! — Gritó una de las especialistas.

— ¡Sí,yo también! — Habla su compañero — Vamos a ver.

La pareja fue corriendo rápidamente al lugar donde estaba la persona que en cuestión de segundos cayó al suelo.

— ¡Oee!

La mujer recostó la cabeza en sus pies preocupada. Observó detenidamente sus heridas,pero la más grave estaba en su pierna que no dejaba de sangrar. Sacaron una camilla y la llevaron corriendo a la finca.

Mientras Kyojuro trataba de tranquilizarse una de las hijas de Kagaya se acercó a él.

— Rengoku-san — Dijo neutral llamando la atención de ambos pilares — Su discípula es ___. ¿Cierto?

— ¡Sí! — Se colocó en frente de ella mirando hacia abajo debido a su altura. Eso solo significaba que estaba viva o que habían encontrado su cadáver.

— Acaban de informarnos que esa chica se encuentra en la finca de la pilar insecto. No puedo decir nada respecto a su salud.

— Ya veo,gracias — Contestó la pelirosa ya que el rubio estaba demasiado alegre como para seguir prestando atención.

¡____ pasó la prueba!

Rastro de lágrimas. /𝑹𝒆𝒏𝒈𝒐𝒌𝒖 𝒚 𝑻𝑵/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora