un lugar que sea para ti ❣️ (Marinette Y Tú)

3:Días felices.

Creo fielmente que la vida está llena de días buenos y malos, pero últimamente son buenos... Demasiado diría yo.

-Holaaaaa!- escuché a Axel llegando a abrazar a mi esposa pero lo aparte rápido a la vez que Pato y yo lo regañabamos.

- pero es que _____ era mía primero- se puso a llorar como un niño, dios, ya era un hombre de 26 años y aún se portaba así.

-tranquilo Axel, el fin de semana salimos tú y yo y allí me abrazas tanto como quieras- escuché a _____ hablar y yo rápidamente voltee a verla mostrando mi enojo e indignación.

-acaso planeas engañarme, ____?- la miré dudosa, ella dudó y voltee al otro lado triste cuando sentí un beso en mi mejilla.

-claro que no, tonta, pero estaría bueno salir a pasear con todos el fin de semana.

Ese día por la mañana se entregó el libro al taller donde absolutamente todos trabajamos en los vestidos.

No era la primera pasarela que hacíamos pero si la más grande hasta el momento.

Deseaba con todas mis ansias que todo saliese bien.

Y bueno, dicho y hecho, así fue, era pesado ya que había días en los que simplemente dormíamos de 3-5 horas al día pero todo por alcanzar ser una de las mejores marcas junto con la de los Agreste...

Qué pensará el señor Gabriel de esto que hacemos ____ y yo?

Cómo estará Adrien?

Miré a _____ y me sonrió.

Suspire, tal vez nos hayamos hechado encima al señor Gabriel pero ____ a pesar de todo había acabado en buenos términos gracias a la comprensión de Adrien al dejarlo por mí.

-_____ eres feliz conmigo? - le dije abrazandola mientras estabamos desnudas sobre las mantas de mi oficina.

-claro que si- dijo volteando a verme- acaso lo dudas?

- no, pero no crees que estarías mejor con...

- nop, lo siento Marinette pero yo no quería realmente nada de lo que me habían propuesto antes... Bueno, si, ame a Adrien un tiempo pero eso se acabó, mi corazón y cuerpo son tuyos y eso me hace muy feliz - dijo besandome, yo me encime en ella y ella empezó a frotar su rodilla en mi entrepierna haciendome gemir mientras yo pellizcaba sus pezones y así sin más, fuimos por un tercer round.

Me hacía feliz estar con ella y juraba que siempre sería así, siempre me ánimo verla sonreír y jamás creí volverla a ver llorar.

Esa epoca en particular, fue la más feliz que vivimos, preparando todo para la pasarela, luego cuando todos se habían ido, hacer el amor entre las telas, dormir un rato ahí mismo, luego volver a trabajar y riendo entre todos los trabajadores porque no todo era solo trabajar, no, había chismes y chistes y así todo era más ameno.

El día de la pasarela llegó y las sorpresas no se hicieron esperar.