CHO'S POV
Tsubasa ha estado deprimido unos cuantos días. Ese viejo alcohólico se fue como si nada destruyendo su sueño. Si lo vuelvo a ver voy a pegarle una piña en sus ojos azules.
Genzo va a casa de Tsubasa siempre para intentar animarlo, pero lo cierto es que el pobre no quiere ni ir a la cancha a jugar con todos los demás. Sólo quiere estar inmerso en una profunda oscuridad, como mi mamá de vez en cuando...
La he nombrado algunas veces, pero nunca hablé de ella, ni de mí, ni de nada relacionado con mi entorno familiar, eso se debe a que es algo de lo que no me gusta hablar mucho, porque se trata de algo muy triste. Creo que es por todo lo que viví en mi vida que me volví una persona capaz de reventarle la cara de una piña a alguien que me molesta; me volví muy resiliente.
Todo empezó cuando mi mamá estaba embarazada de mí, tendría como unos veintiséis años más o menos, creo que yo estaba por cumplir ocho meses en su pancita. Ella iba regresando a su casa, pero al llegar, se encontró con algo espantoso: su casa se estaba incendiando, y toda su familia estaba adentro, quemándose también. No lograron salir a tiempo ya que un mueble enorme en llamas cayó frente a la puerta y la selló, todo estaba en llamas, no tenían forma de salir, y mamá sólo pudo ver todo, impactada. Cuando los bomberos apagaron todas las llamas, encontraron los cadáveres de toda la familia.
Ese hecho marcó un antes y un después en la vida de mamá.
Un veintitrés de mayo nací yo, en ese momento solamente era una bebé indefensa que no sabía lo que pasaba a su alrededor. Papá nos abandonó apenas nací. No sé nada de él, ni su nombre, ni su edad, ni su apariencia física. Para mí no existe una persona a la cual llamar "padre". Ni siquiera lo necesito, porque sé que fue un gusano cobarde que no se quiso hacer cargo de mi mamá.
Pero en fin, volvamos a mi mamá. Tanto la pérdida de toda su familia como la partida de mi papá le afectaron muchísimo a tal grado de que desarrolló bipolaridad...
Había días en los que se levantaba de tan buen humor que era capaz de hacer todas las tareas de la casa en cuestión de unas pocas horas. Ponía música, se ponía a cantar, a bailar, y en la tarde me hacía la merienda. Era tan alegre que siempre me llevaba a pasear en el cochecito. Esos días, por alguna razón, los recuerdo claramente. Recuerdo su alegría...
Sin embargo, no podían faltar los días oscuros: hubo días que no se levantaba de la cama. Estaba sumergida en pura melancolía, y yo quedaba sola, bueno, no sola, porque una vecina me llevaba a su casa y se encargaba de todas mis necesidades. Yo siempre pensaba en mamá, en si estaba bien, en si me extrañaba, en si me quería incluso, porque en esos días de pura tristeza ni me hablaba: se quedaba mirando las manchas de humedad que había en el techo de su cuarto por horas, y no reaccionaba. Fueron días difíciles para las dos.
Mis primeros cuatro años de vida se podrían resumir en estas palabras: soledad, vivir en lo de mi vecina, mamá duerme...
Eso era lo que decía yo siempre que me preguntaban por ella. Mamá duerme.
En esa época yo no sabía ni siquiera servirme un vaso de jugo, dependía mucho de la señora Saki, que luego de morir de un ataque al corazón quedé sola-sola. Ese día lo recuerdo claramente. Tenía tanto miedo porque mamá no despertaba ni aunque la sacudiese, lloraba desconsoladamente y ella no venía a verme. Extrañaba abrazarla, besarla, sentir sus cálidos brazos rodeándome.
Tenía mucha hambre, pero la nevera estaba vacía, o la comida estaba vencida y la leche desprendía olor a podrido. Todo en casa estaba sucio, la ropa, los muebles, los pisos, todo. Recuerdo que me quedaba un largo rato tirada en el piso viendo las cucarachas subiendo por el tarro de basura. El hambre me llevó a salir de mi casa a buscar alguna otra persona que me diera de comer y ayudase a mi mamá, pero como estaba toda sucia y olía mal, no quisieron atenderme. La única vecina buena siempre fue Saki, pero se fue de este mundo. ¿Por qué la gente buena siempre es la que muere injustamente?
Recuerdo que yo corría por las calles, llorando como nunca porque no sabía qué hacer. Sin embargo, ese día conocí a esa persona que fue el hermano que nunca tuve, y que me salvó de todo eso que viví.
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𝗠𝗜 𝗠𝗘𝗗𝗜𝗢 𝗕𝗔𝗟𝗢́𝗡 ❱ Capitán Tsubasa ✔
FanfictionTsubasa Ozora ama el fútbol desde que tiene memoria, y a su balón como si fuese una parte de su cuerpo. Cuando tenía un año, estuvo por ser arrollado por un camión, sin embargo, el balón amortiguó el golpe y le salvó la vida. Desde ese día se convir...