"¿Perdón?"
"Hola, ¿puedo ayudarte?" Sonreí a la mujer delante de mí.
"Sí, estaba buscando el nuevo álbum de McFly. A mi hija le encantan y quería conseguírselo para su cumpleaños. "
"Por supuesto, sígame por favor."
La llevé por los pasillos de la música antes de detenerme en la "M" sección. Mis dedos rápidamente hojearon los CDs antes de sacar su pedido.
"Aquí tienes." Sonreí. "Es un álbum brillante, a su hija le encantará."
"Gracias por su ayuda."
Ella correspondió mi sonrisa antes de alejarse de la caja. Mi mente vagaba sin rumbo mientras organizaba la música que había estado removiendo. Aparté el pelo de mi cara, poniéndolo detrás de mi oreja. Mis ojos se movieron al oír a alguien entrar en la tienda. Sentí que se me paraba el corazón cuando me di cuenta de que aparecieron esos rizos oscuros a los que tanto temía.
Mi reacción inmediata fue esconderme. Me apoyé en mis manos y rodillas, arrastrándome por el pasillo tratando desesperadamente de llegar a la habitación de atrás sin que se notase. ¿Cómo supo siquiera que trabajaba aquí? Me asomé por la esquina, decidiendo que no habían moros en la costa, y continué con mi objetivo.
"Bo?"
Maldije mentalmente a Steve cuando le oí gritar mi nombre cuando oí. ¡No, no, no! Empecé a acelerar la velocidad en cuanto vi mi escape. Un grito ahogado salió de mis labios cuando un par de converse blancas se pusieron delante de mí. Mis ojos tímidamente observaron sus piernas y segundos más tarde, me encontré esos con brillantes ojos verdes. Él sonrió abiertamente hacia mí mostrando sus hoyuelos profundos.
"Hola, preciosa."
Harry agarró mis brazos para ponerme de pie. Rehuí del contacto contacto visual, sus largos dedos rozándome el pelo que cubría mi cara.
"¿Qué estabas haciendo en el suelo?" Rió divertido por mi comportamiento.
"S-se me había caído algo".
Se rió entre dientes, estaba claro que no se creía mi mentira. Me alegré de que estuviésemos en un lugar público, de esa manera Harry estaba obligado a restringirse. Sin embargo, yo sabía que ese tipo de cosas realmente ni le importaban, mi mente voló hacia atrás, pensando en sus acciones tan atrevidas en el restaurante.
"¿Por qué no me has contestado al mensaje?"
Habría sido una pregunta inocente viniendo de los labios de cualquier otra persona. Pero con Harry era todo lo contrario.
"Me preguntaste que qué llevaba puesto..." Contesté, disgustada.
"Y no he tenido una respuesta, así que supuse que estabas desnuda." Contestó entre dientes.
Dejé escapar un gemido. ¿Es que no pensaba en otra cosa? Mi cuerpo se giró para alejarse de él, pero Harry me agarró de la muñeca. Me tiró de nuevo hacia su cuerpo, sus labios plantaron un ardiente beso en mi boca. Utilicé todas mis fuerzas para empujarlo hacia atrás. No se movió ni un centímetro.
"¿Bo?"
Fuimos interrumpidos por Steve, se notó como aquello disgustó bastante a Harry.
"¿Estás bien?", Me preguntó.
"S-sí."
Steve no era mucho más bajo que Harry. Su pelo rubio era un claro contraste con los rizos de Harry. Dio un paso hacia nosotros. Pude ver en su cara que no estaba del todo convencido por mi respuesta.
"Poppy necesita ayuda en la caja."
"Vale."
Harry todavía sujetaba firmemente mi muñeca con su enorme mano. Me miró a la cara, y su intensa mirada cayó sobre mí.
"Vas a salir conmigo otra vez." Dijo con su voz ronca.
"Harry." Le advertí.
Me sonrió antes de chasquear una dura mirada a Steve. ¿Estaba Harry tratando de provocar una reacción en Steve?
"Creo que es mejor que te vayas." Steve se dirigió directamente a él.
Harry no se movió. Hice una mueca mientras aumentaba la presión de sus dedos agarrando mi muñeca. Sus bocanadas de aire caliente se podían notar en la parte superior de mi cabeza. Steve tomó mi mano mientras me alejaba de Harry. Harry se estaba cabreado. Es evidente que no le gustaba la forma en la que intervino Steve, alejándome de él. Pero a regañadientes, los dedos de Harry aflojaron mi brazo, lo que me permitió deslizarme fuera de su agarre.
"Te veré más tarde, Bo."
Me guiñó un ojo antes de girar y alejarse. Los músculos de su espalda se marcaron prominentemente cuando abrió la pesada puerta de la tienda.
"¿Estás bien?"
Mi visión se alejó de donde Harry había desaparecido cuando me giré hacia Steve.
"Sí, gracias por haber hecho eso." Sonreí.
"Gracias."
Extendí la mano con la bolsa de compras antes de que el cliente se alejase.
"Me voy a comer ahora".
Asentí con la cabeza en reconocimiento antes de que Steve se desvaneciese a través del almacén por la puerta trasera. Poppy y yo hablábamos mientras servíamos a los clientes. Unos minutos más tarde, se fue al almacén para la reorganización de los álbumes que empezaban por "S".
Mi cabeza se giró al oír un ruido detrás de mí.
"¿Steve? Pensé que ya tenías tiempo libre."
Mis ojos se abrieron cuando levantó la cabeza. Oscura sangre roja corría por la mejilla derecha y salía de su nariz.
"¿Qué ha pasado?" Pregunté preocupada.
Rápidamente me dirigí hacia él, pero me tendió la mano antes de que pudiera acercarme demasiado.
"No te preocupes". Sonrió débilmente. "Me he caído, no es nada."
"¿Quieres que te traiga algo?"
"No, estoy bien, de verdad."
Steve nos dijo que podíamos irnos a casa temprano porque el negocio había muerto hacia el final del día. Di una patada a una piedra que había en el suelo mientras caminaba por el aparcamiento. Levanté la mirada desde el suelo, con los ojos perezosos viajando por los vehículos. No tenía coche, así que estaba obligada a coger el autobús o a caminar hasta casa.
La respiración se me enganchó en la garganta al ver un vehículo negro familiar. Busqué con la mirada al dueño del coche pero no vi a nadie por la zona. Mi cuerpo saltó hacia atrás cuando volví la vista a mi camino original. La alta figura de Harry se paró frente a mí. Una sonrisa adornaba su precioso rostro cuando me miró.
"¿Necesitas que te lleve?", Preguntó él.
"Yo... Yo."
"Vamos".
Agarró mi mano con un pequeño tirón hacia su coche. No tuve tiempo para protestar. Fruncí el ceño, hundiendo los talones en el suelo obligando a Harry a parar.
"¿Qué te ha pasado en la mano?"
Mi pulgar acarició por encima de sus nudillos, los pequeños cortes parecían frescos. Levanté la vista hacia él, sus ojos mirándome fijamente.
"Nada." Respondió.
Estaba mintiendo. Intenté soltarme de su mano, pero yo seguía enredada en sus largos dedos. Me acerqué a él mientras observa atentamente cada uno de mis movimientos.
"Harry, ¿le has pe..."
"Bo, déjalo." Me interrumpió.
Había golpeado a Steve, ya lo sabía.
"Métete en el coche." Demandó agresivamente.