Capitulo 17

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Mi mano se aferró con fuerza a Harry cuando me guió por las escaleras a su apartamento. Sentí que tenía el corazón en mi boca mientras forzaba la puerta para abrirla justo antes de cerrar bruscamente detrás de nosotros. No perdió el tiempo en librarme de mi chaqueta, colgándola. Podía sentir el calor del tacto de Harry en mi espalda mientras me dirigía por el pasillo hasta la puerta de su dormitorio. Mi mente fluía a través de las imágenes de lo que había sucedido la última vez que estuve aquí.

Oí cerrarse la puerta antes de que Harry se colocase detrás de mí, mi cuerpo saltando ligeramente mientras sus dedos empujaron mi pelo hacia un lado. Sus prominentes labios presionaron la piel de mi cuello, mordisqueando y chupándola. Me dio la vuelta hacia él de repente, mi pecho subía y bajaba pesadamente. Harry podía notar lo nerviosa que estaba y cogió mis manos temblorosas en las suyas. No dejaba de mirarme a los ojos mientras me llevaba una mano a su boca, dejando un ligero beso en la piel.

"Voy a ser gentil." Susurró.

Lo vi deshacerse de las converse con una patada antes de colocarse lentamente de rodillas delante de mí. Sus grandes manos acariciaban mi muslo derecho mientras deslizaba sus caricias por mi pierna. Yo no podía apartar los ojos de él.

"...Muy suave." Murmuró entre los besos que se habían quedado en mi piel, sintiendo un hormigueo.

Mi pierna estaba levantada y mis manos aferradas a los anchos hombros de Harry mientras me sacaba un zapato. El proceso se repitió con el otro pie, antes de que se pusiese de pie con su imponente altura en frente de mí. La cabeza de Harry se posó en la cama grande, mandándome que me acercara yo también a ella, y vacilante hice lo que pidió.

Me detuvo, así que me quedé de rodillas, él se sentó en la cama. Mi cuerpo estaba de espaldas a él mientras se arrodillaba detrás de mí. Un fuerte brazo envuelto alrededor de mi cintura, disminuyendo la distancia entre nosotros, y mi espalda pegada al pecho de Harry. Sus labios zumbaban en mi oído mientras rodaba mi cabeza en su hombro. Mi cuerpo se tensó cuando sentí su mano agarrar mi pecho, apretando suavemente mientras bajaba. El tacto de Harry envió un hormigueo por todo mi cuerpo. Su fuerte brazo me sostenía mientras me retorcí contra él. Él deslizó su ardiente mano al interior de mi muslo, al mismo ritmo que lo hizo en el club. Un gemido cayó de mis labios cuando los dedos de Harry me tocaron ligeramente por encima de mi ropa interior. Comenzó a frotar sobre el área sensible a la vez que mis caderas se movían con el tacto. Luché para controlar la respiración, la sensación de sus dedos revolvió mis pensamientos. Mi trasero se frotó contra su entrepierna cuando aumentó la presión de sus actos. Durante todo el tiempo su voz ronca susurraba cosas sucias en mi oído, excitándome. Me sorprendían todas las cosas que me dijo que haría conmigo.

"Harry." Jadeé con voz entrecortada.

Él gimió, sus dedos cayeron después en frente de mi ropa interior. Grité en sorpresa, nadie me había tocado así antes. Mi cuerpo empezó a desplomarse contra el suyo. Mis piernas temblorosas encontraban difícil incluso mantenerse rectas, a pesar de que mi espalda seguía presionada firmemente a su pecho. El pulgar de Harry se movía suavemente sobre mi clítoris, provocándome gemidos que salían de mis labios entreabiertos.

"Mmm". Susurró con su áspera voz en mi oído.

Besos calientes se arrastraban por mi cuello mientras seguía dándome placer. Me quedé un poco expectante cuando Harry se movió, llevándome con él mientras se sentaba en el borde de la cama. Todavía de cara a él, sentada en su regazo.

"Arriba". Ordenó.

Accedí, levantando mis caderas ligeramente mientras elevaba el vestido hasta mi cintura. Las grandes manos de Harry se agarraron de mis muslos, separándolos para que mis piernas colgaran a ambos lados de las suyas. Mi cabeza se giró perezosamente para echar un vistazo a Harry llevando sus dedos a la boca. Los chupó antes de sacarlos. La punta de sus ásperos dedos corrió por el interior de mis muslos antes de que se hundiese en mi ropa interior de nuevo. Pero esta vez su dedo medio bromeó en mi entrada. Yo sabía que estaba siendo cuidadoso para no hacerme daño, facilitando sus movimientos con la delicadez de sus dedos. Pero eso no impidió que incómodos pequeños gemidos cayesen de mi boca. Mi cabeza estaba apoyada en su hombro otra vez, luchando por respirar mientras empujaba más adentro. Su fuerte brazo se apoderó de mi cintura, en un intento para que dejara de retorcerme.

Dark (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora