"Puedes entrar, ¿sabes?" Contestó con media sonrisa.
Aspiré profundamente antes de entrar en el apartamento. Harry se movió detrás de mí mientras me ayudaba a quitarme la chaqueta. Su cabeza descansó sobre mi hombro durante unos segundos, sus prominentes labios besaban mi cuello. Me estremecí ante la sensación, la respiración caliente acariciaba mi piel antes de alejarse.
Colgó la ropa, me giré hacia él mientras se movía hacia adelante, una sonrisa adornaba su cara enseñando los hoyuelos. Di un paso hacia atrás aumentando la distancia entre nosotros.
"Yo..." A mi boca le costaba formar palabras.
Harry esperó a que hablara de nuevo, inclinando un poco la cabeza hacia un lado mientras me miraba fijamente.
"Gracias... Harry" pronuncie en voz baja.
Sabía exactamente de lo que estaba hablando. Agaché mi cabeza, mirando interesadamente a mis zapatos. Me costó respirar cuando lo sentí moverse más cerca. Se inclinó hacia abajo, el pelo rizado cosquilleaba mi mejilla cuando llevó a sus labios a mi oído.
"Lo volvería a hacer." Susurró con su tono ronco.
Mi pequeña mano se aferró a sus dedos, el pulgar acariciaba suavemente sobre los nudillos. Me sorprendió cuando él se alejó de mi agarre, rozándome para pasar por el pasillo. El sonido del agua llenó el silencio y me quedé en el salón por mi cuenta. Estaba ordenado. Asomé la cabeza en lo que supone que era la entrada a la sala de estar. Parecía normal, sofás, mesa de café, televisor. No sabía qué era lo que me esperaba, algo aterrador, supongo, pero no había nada parecido.
"¿Harry?"
"Mmm". Tarareaba su profunda voz.
Entré en la cocina, los ojos cayendo sobre la espalda de Harry mientras él pasaba la mano por debajo del agua. Tenía la cabeza torcida, yo le miraba desde la puerta. Jugueteaba nerviosamente con los dedos mientras se giró. Los tensos músculos en sus brazos se volvieron prominentes cuando él giró el grifo para cerrarlo. Agarró un trapo lo puso sobre la mano lesionada, secando la humedad.
Harry se apoyó contra el mostrador, los ojos verdes mantenidos en mí mientras enseñaba una sonrisa. Su cabeza se movió hacia un lado, lo que indicaba que quería que fuese hacia adelante.
"Ven aquí."
Poco a poco me acerqué a su lado de la cocina, cruzando los brazos sobre el pecho. Me detuve a pocos metros de él.
"¿Vives con alguien más?"
"No."
Mi corazón se hundió un poco ante su respuesta. Estaba esperando que hubiera alguien a quien pudiese pedir ayuda si pasaba algo. Él me miró con curiosidad antes de hablar.
"Puedes dormir en mi cama."
Mi corazón latía a la vez que pronunciaba las palabras. No quería quedarme en su dormitorio.
"No... No te preocupes, dormiré en el sofá." Tartamudeé.
Me estremecí cuando Harry se dirigió rápidamente hacia mí. Su altura se alzaba sobre mí cuando miré hacia arriba. El pelo rizado caía sobre sus ojos antes de que lo empujase hacia atrás.
"No seas cabezota y quédate con mi cama." Contestó un poco áspero.
"No."
Tenía la frente arrugada y los ojos parecían más oscuros. Tal vez no estaba acostumbrado a que la gente desobedeciese sus demandas. Me mantuve firme con valentía hasta que mis pies dejaron de tocar el suelo. Uno de los fuertes brazos de Harry se colocó debajo de las piernas y el otro se apoyó en mi espalda cuando me puso sobre su pecho.
"¡Bájame!"
Él me ignoró como cuando me recogió en el aparcamiento. Sus dedos presionaban en mí manteniendo firme el agarre. Harry me llevó al estilo nupcial fuera de la cocina y hasta más abajo del pasillo. Salté cuando su pie pateó la puerta, abriéndola. La habitación estaba muy oscura. Puse al instante mis brazos alrededor de su cuello. Nunca me había gustado la oscuridad, pero Harry no parecía preocuparse por la falta de luz. Se movió alrededor de la habitación fácilmente.
Di un grito ahogado cuando me puso encima de algo suave. Mis manos se expandieron a mi alrededor y me di cuenta de que estaba sentado en su cama. Salté de la cama cuando encendió una pequeña luz en la mesilla de noche. La lámpara sólo proporcionaba un brillo tenue, pero los ojos de Harry todavía parecían brillar. Mis pies no se movieron de lugar cuando lo vi revolver entre los cajones, tirando de la ropa y ofreciéndomela.
"Ponte esto."
Vacilante, cogí la camiseta y los pantalones cortos de su mano, alejándome un poco de él. Harry no dijo nada, simplemente salió de la habitación y cerró la puerta. Mis ojos vagaron alrededor del espacio. Me senté en la cama de matrimonio, un suspiro profundo cayó de mis labios. Había algunas fotografías por la habitación, me fijé en una guitarra colocada en un rincón. Le di una patada mis zapatos y me saqué los pantalones vaqueros, subiendo los pantalones cortos rápidamente por mis piernas mientras estaba de pie. Mi camiseta se desprendió de mi torso. Acababa de ponerme la camiseta por la cabeza cuando la puerta se abrió de nuevo. Los ojos verdes de Harry viajaron hacia arriba y abajo de mi cuerpo, formando una sonrisa en sus labios mientras se apoyaba contra el marco de la puerta con los brazos cruzados sobre el pecho.
"Mmm, mi ropa te queda muy bien."
Rehuí su comentario, inclinándome para recoger mis cosas, sólo para dejarlas caer de nuevo segundos más tarde. Harry murmuraba en mi oído, con los brazos serpenteando alrededor de mi cintura. Su cabeza apartó gentilmente la mía hacia un lado, besando suavemente la piel expuesta en el cuello. Mi espalda se presionó firmemente contra su pecho.
No podía moverme mientras su brazo se apretaba alrededor de mi cintura. Su mano libre se deslizaba sobre la parte superior de la camiseta que llevaba puesta. Sus dedos se arrastraron hacia arriba y pude oír su respiración agitada en mi oído. Gemí cuando tocó por encima de la curva de mis pechos. Entonces su gran mano grande se puso encima de uno, apretándolo suavemente. Mi cabeza cayó hacia atrás sobre su hombro con esa placentera sensación, mis ojos estaban fuertemente cerrados.
Nunca había sentido ese hormigueo disparando a través de mi cuerpo. Eso fue antes de que la bruma provocada en mi mente debido a sus caricias se aclarara. Luché contra el agarre de Harry y él se rió profundamente cuando me soltó. Me fui hacia la puerta, sujetando el mango y tirando para abrirlo.
"Bo". Advirtió Harry.
Él estaba justo detrás de mí. Su mano grande se estrelló contra la puerta por encima de mi cabeza, cerrándola rápidamente antes de que pudiese escapar. Mi corazón bombeó con fuerza cuando me giré, mi espalda presionaba contra la madera. Levanté la mirada para encontrar a Harry mirándome. Mi respiración se estremeció mientras acercó lentamente sus rosados labios a mi oído.
"Quiero hacer que te sientas bien." Susurró con su áspera voz.
