"Métete en el coche." Demandó agresivamente.
Sentí cómo se me detuvo la respiración mientras le miraba. Mis dedos soltaron la mano de Harry y me tropecé hacia atrás. Rápidamente me di la vuelta y empecé a correr a toda velocidad a través del aparcamiento. Mi cuerpo se metió grácilmente a través de muchos coches. Mi ritmo cardíaco aumentó al darme la vuelta. Harry estaba justo detrás. Sus piernas le daban ventaja, sería imposible dejarle detrás.
Me quejé cuando una enorme mano me volvió a agarrar alrededor de la muñeca, evitando que me escapase. Tiró de mi cuerpo hacia él. No podía controlar mis acciones y mi mano voló hacia la cara de Harry. Era la segunda vez desde que conocía a Harry que le había abofeteado y por su aspecto, no estaba muy contento con ello. Sus ojos verdes se estrecharon sobre mí.
Grité mientras sus cálidas manos se colocaron en mis caderas antes de levantarme y arrojarme sobre su hombro. Mis puños golpearon sobre su espalda, en un intento de forzar a Harry para liberarme. Pero no lo hizo. Haciendo caso omiso de mis protestas, cruzamos el aparcamiento.
"¡Harry!"
Hice un puño con mi palma agarrando su camiseta entre mis dedos.
"¡Bájame!"
Unos segundos más tarde, me sacó de su hombro y me colocó delante de él. Harry se acercó, instintivamente me aparté de nuevo, sólo para dejar salir un grito de asombro cuando mi cuerpo se empotró contra el lado de su coche.
"Le has pegado." Acusé.
"Sí". Respondió casualmente.
Su respuesta fue casi burlona. Él quería que yo tomase represalias.
"Bueno, ¿y por qué?"
"Se puso en medio de mi camino." Pronunció Harry con su voz ronca.
No contesté nada. ¿Qué más podía decirle?
"Métete en el coche."
Su mano iba a por mi muñeca pero conseguí apartarme. En lugar de luchar con él me dejó la puerta del acompañante abierta y esperó a que subiese. Mi espalda se quedó pegada al vehículo, me apoyé en la puerta, manteniendo la máxima distancia posible entre nosotros.
El camino hasta casa en coche fue muy silencioso. Echaba un vistazo a Harry de vez en cuando, y éste agarraba con fuerza el volante. Su mandíbula se tensó mientras mantenía su mirada fija en la ventana. Se había detenido frente a mi casa.
"Te voy a recoger a las nueve de la mañana."
Ni siquiera me estaba mirando. ¿Por qué estaba enfadado conmigo? Yo no era la persona que había dado un puñetazo a alguien en la cara. Mis ojos se movieron hacia su mano derecha, y los pequeños cortes fueron un recordatorio de su mal genio y de que probablemente no debería hacerlo enfadar si no quería correr el mismo destino. Me desabroché el cinturón de seguridad y esperé a que Harry caminase alrededor del coche para abrir la puerta. Una vez que bajé del coche, pase rápidamente por su lado y crucé la carretera.
"Bo."
Harry me giró agarrándome de la mano. Me sorprendió que se inclinase y me diese un suave beso en la mejilla. Sus rizos me hacían cosquillas en la piel mientras se alejaba.
"Nos vemos mañana".
Apoyé mi cabeza en su pecho durante un instante, antes de que me soltase la mano y se encaminase hacia su coche.
Al día siguiente
"¿Vas a salir con él, después de lo que pasó la primera vez?" Dijo Lucy atónita.
Di al altavoz antes de colocar el móvil en mi cama.
"No es que yo quiera, pero tenías que haber visto lo que le hizo a Steve."
"Razón de más para no ir." Contestó Lucy.
Me senté en la cama cuando alguien llamó a mi puerta.
"Lo siento Lu, me tengo que ir."
Se despidió antes de colgar el teléfono.
"Está abierto". Grité a mi madre para que entrase.
Estaba de espaldas a la puerta, centrada en la cantidad de ropa colgada en mi armario. Mis dedos se movían a través de las perchas antes de sacar una camiseta.
"Mamá, ¿Qué quieres..."
Me di la vuelta, la ropa que estaba sosteniendo se me cayó de las manos. Harry estaba de pie con una sonrisa, y los ojos estaban fijos en mí. Me giré, muy consciente de que llevaba pantalones cortos y una camiseta. Su visión rozó todo mi cuerpo antes de que empezase a hablar.
"Tenía la esperanza de que llevases algo un poco más sexy." Me guiñó un ojo, señalando la ropa que había dejado caer.
Ni una sola palabra salió de mi boca mientras le veía pasear hasta mi cama. Se sentó, reclinándose sobre los codos mientras yo estaba de pie delante de él. Harry echó un vistazo alrededor de mi habitación antes de conectar con mi mirada de nuevo.
"Yo ... ¿Cómo has entrado?" Sacudí mi cabeza.
"Tu madre me dejó entrar"
Iba a tener unas serias palabras con ella.
"Tienes que ponerte un vestido." Continuó.
"No."
Eso fue lo último que me pondría, sobre todo alrededor de Harry y de sus manos. Él se rió profundamente ante mi contundente respuesta. Me aparté de él para sacar unos jeans negros ajustados y un top. Un jadeo cayó de mis labios debido a su proximidad en cuanto me dio la vuelta. Harry sonrió, su pecho casi tocaba el mío cuando colocó su brazo detrás de mi cabeza.
La chaqueta que me había estado en la puerta del armario estaba ahora fuera de la percha. Se la puso, empujando hacia arriba las mangas. El aroma de Harry llenó mis sentidos, pero traté de ignorarlo.
"Me voy a vestir." Le informé.
"Te puedes vestir aquí, a mí no me importa." Contestó con picardía.
Dejé escapar un gemido antes de empujarlo lejos de mí y caminé hacia mi cuarto de baño. Me aseguré de que la puerta estaba bien cerrada con llave antes de empezar a desvestirse.
Una vez vestida, abrí la puerta y me encontré a Harry hurgando en el cajón de la ropa interior.
"Harry".
Se giró con una sonrisa en el rostro, mostrando sus hoyuelos. Mi boca se desencajó al ver lo que tenía en la mano.
"Me encantan estos." Me guiñó un ojo.
Arranqué la ropa interior de encaje rápidamente de su agarre, tropezando con él. La metí de nuevo en el cajón antes de cerrarlo de un golpe.
"¿Qué te pasa?", Le pregunté retóricamente.
Él se quedó riendo, aparecía un tono rosa en sus mejillas. Me aparté de él bruscamente, deslizándome dentro de mis zapatos, agarrando la chaqueta y el bolso.
"Estás muy sexy." Me susurró en mi oído.
Mi respiración se estremeció al sentir sus fuertes brazos envolverse alrededor de mi cintura desde atrás. Apreté los ojos bien cerrados mientras sus dedos apartaron mi pelo hacia un lado, sus labios se pusieron sobre mi piel, justo debajo de la oreja. Chupó suavemente, y después se trasladó hasta el lóbulo mordisqueándolo.
"H-Harry." Tartamudeé en voz baja.
Él se apartó, agarrando mi mano y llevándome fuera de la habitación.
