"¿¡Harry!?" Hizo eco una voz chillona.
Se dio la vuelta y me giró con él cuando vimos a una tetona chica pelirroja. Su vestido negro era ceñido, dejando poco a la imaginación. Su rojizo pelo caía sobre un hombro.
"Mierda." Murmuró Harry en voz baja.
Agarró mi mano con fuerza entre las suyas. Le eché un vistazo preguntándole con la mirada antes de que la mujer se acercase a nosotros. Su voz rompió mi mirada en dirección a ella.
"Oh, Dios mío, no me puedo creer que seas tú." Soltó de sopetón.
Mis ojos se fijaron en su aspecto. Mucho maquillaje, grandes pendientes. Hubiera sido bastante guapa si no fuera por la gran cantidad de productos cosméticos que llevaba pegados en la cara. Fruncí el ceño cuando su mano se apoyó alegremente en el pecho de Harry mientras no tan sutilmente sacó a relucir sus pechos. Había algo que me decía que ella ya sabía que Harry iba a asistir a este evento. Su actuación de sorprendida al verle fue muy poco convincente. No entendía la sensación que estaba corriendo a través de mí. Todo lo que quería hacer era decirle no tan cortésmente que dejara de tocar a Harry.
"Hola Kim." Saludó Harry sonando casi dolorido.
Mis labios se separaron ligeramente con incredulidad mientras miraba cómo su palma se deslizaba lentamente por el largo torso de Harry. El innecesario toque me estaba irritando persistentemente. Mis ojos se dirigieron hacia Harry, una mueca de dolor expresada en su rostro.
"No te he visto en años, ¿dónde te has estado escondiendo, bombón?" Preguntó sugestivamente.
¿Es que yo era completamente invisible para ella? Me aclaré la garganta y entonces, unos ojos afilados y cayeron sobre mí. Un indicio de disgusto cruzó su rostro antes de hablar.
"¿Quién es ella?"
Harry apretó mi cuerpo un poco más cerca del suyo, con su otra mano apoyada en mi cadera.
"Se llama Bo. Bo, Kim." Él hizo un gesto hacia atrás y adelante.
"¿Estan saliendo?"
Mis ojos se abrieron sorprendidos, esta chica no se anda por las ramas. Su franqueza me impresionaba. Antes de que cualquiera de nosotros pudiese contestar, alguien llamó a Harry. Reconocí la voz de Sean que pedía la ayuda de Harry.
"Yo, umm..." tartamudeó Harry.
"Vete, vete, yo cuido de ella." Instruyó Kim.
Afortunadamente, el pequeño suspiro que liberé enfadada pasó desapercibido por Kim, quien estaba examinando con lujuria absolutamente todo el cuerpo de Harry. Yo no necesitaba a nadie para que "cuidase" de mí. Eché un vistazo a la cara de Harry, sus rasgos aparentaban incertidumbre. Grandes ojos verdes fueron de mí hacia Kim con cautela.
"Ve". Ella animó.
"Vuelvo en un minuto." Me dijo antes de darme un beso en la mejilla.
La sonrisa desapareció de la cara de Harry y se alejó, dejándome con la pelirroja. Ella me agarró la mano, tirando de mí a un banco dispuesto para ver el arte en las paredes. Kim inmediatamente dejó de actuar en cuanto Harry estuvo lejos suficiente para no escucharnos.
"Una chica como tú no debería estar con alguien como Harry...Es peligroso."
De inmediato supe que ella pensaba que yo era demasiado inocente para él. Tenía la sensación de que Kim creyó que ella era más adecuada para él. No había duda, entonces, en mi mente de que ella y Harry ya habían estado juntos. Mi cabeza se giró para mirarla.
"Él no es peligroso".
Ella se burló ante mi respuesta.
"Obviamente no le has visto en una de sus muchas peleas de entonces." Rio con suficiencia.
"Sí lo he visto." Mi objetivo la dejó y busqué a Harry con la mirada. "Dos veces".
Las heridas infligidas a Jake eran algo difícil de olvidar. Por no mencionar el propio estado de Harry en el momento en el que golpeaba. Cuando miré de nuevo a Kim sus cejas se elevaron ligeramente, una sorpresa estaba grabada en su rostro.
"¿Y aún así sigues con él? Pensé que te habría asustado, ya sabes, al verlo así. Harry puede asustar a veces. "
Atraje mi copa a los labios antes de que Kim continuase hablando.
"A pesar de su temperamento, Harry fue el mejor sexo que he tenido."
La bebida salió escupiendo de mi boca, a lo que ella se rió. Al parecer, no tenía vergüenza al hablar con un absoluto desconocido sobre su vida sexual .Yo sabía que mi reacción a sus contundentes palabras era lo que estaba buscando. Shock total. Se animó a continuar hablando del tema, sobretodo sabiendo que Harry y yo estábamos tan unidos.
"Oh, Dios, las cosas que podía hacer con esa lengua".
Mi visión viajó hacia atrás, pensando en Harry y en el momento justo en el que sacó su lengua, mojando los labios. Sentí que mi corazón se agitaba cuando giró la cabeza hacia nosotras, su ojo derecho cayendo en un guiño antes de que él me diese una sonrisa descarada.
"Ugh... y esos labios carnosos... Madre mía." Noté su mano subir ligeramente abanicando su cara.
Ella se echó a reír. Mi cabeza se giró hacia ella una vez más.
"Apuesto a que no tienes ni idea del potencial que tiene ese chico en la boca". Se burló Kim.
Lo que no sabía es que yo ya había experimentado las maravillas del trato de Harry. Estaba claro que ella sólo veía a Harry en un nivel sexual. Pero no me sorprendía. Sus pensamientos sobre él no iban más allá de lo que podía hacer con su boca. Me encontré sacudiendo la cabeza con disgusto. Harry era mucho más que eso. La conversación que habíamos tenido Kim y yo me hizo pensar que ella no sabía nada del pasado de Harry, suponiendo su comportamiento violento al querer la seductora imagen de chico malo. Harry confiaba en mí, él confiaba en mí contándome algo que nunca había dicho a nadie más. Mis ojos se posaron de nuevo en Kim. Sus rasgos marcaban una borde expresión antes de que me sonriese.
"Me voy al baño, estoy que estallo." Dijo canturreando.
Asentí con la cabeza, relajada por la idea de que se fuese. Prefiero estar sola que su forzada e incómoda compañía. Mis ojos se movieron alrededor de la habitación, en busca de cualquier signo de Harry. Sin embargo, no pude encontrar sus rizos oscuros desde mi posición. Mi altura demostraba una clara desventaja en este tipo de casos.
Me absorbían las obras de arte mientras intentaba moverme a través de los grupos de personas que admiraban las pinturas. El espacio alrededor de mí parecía un laberinto, no siendo capaz de ver por encima de las cabezas de la gente para encontrar cualquier tipo de rasgo distintivo de Harry. Fruncí el ceño al oír una risa chillona. Sólo sabía que ese ruido provenía de mi compañía, hace poco desviada. Su mata de pelo rojo era fácilmente identificable mientras me acercaba más a la risita de esa mujer.
No tardé en descubrir por qué el molesto sonido había cesado. Sentí como mi corazón se colocaba en mi boca mientras miraba hacia Kim. Sus labios se presionaron fuertemente sobre los de Harry, de espaldas a mí, ya que estaba en un rincón escondido. Pero yo sabía que ella quería que los viera. Los dedos formaban un puño con la tela de su camiseta, por debajo de su chaqueta. Su otra mano agarraba con fuerza sus rizos mientras lo mantenía quieto en esa posición. No podía detener la humedad que empezaba a llenar mis ojos de lágrimas emborronando mi mirada. Lo que acababa de ver me estaba haciendo sentir enferma. Me sentía patética. Había sido muy ingenua confiando en él.
