"Tenemos que irnos."
Harry se apoderó de mi mano. Nos acercamos rápidamente a la atmósfera sudorosa de la pista de baile y la cabina vacía en la parte posterior. Apenas tuve tiempo de ponerme la chaqueta y agarrar el bolso antes de que él me cogiese la mano una vez más. Harry ahora llevaba su chaqueta, empujando las mangas hacia arriba, fijas en los antebrazos.
"Bo!"
Harry no le hizo caso, pero yo me volví para ver a Hayley buscándome preocupada. Lo único que pude hacer era pedirle perdón. La fuerza de Harry tiraba de mí mientras me tiraba hacia la salida. Era difícil mantener el asimiento de la mano de Harry a través de la densa multitud. Mis dedos se escapaban de él. Dejé salir un grito pequeño cuando alguien agarró mi cintura. Esta no era mi noche. Levanté la vista hacia el hombre que me había detenido, claramente borracho. Pero la sonrisa burlona que llevaba fue eliminada rápidamente de su cara.
"Apártate." Gruñó Harry.
Se dispuso a empujar agresivamente a aquel hombre, pero le detuve dando un paso al frente y presionando mis manos contra el pecho de Harry, intentando calmarle.
"Harry",Suplique. "Por favor, no lo hagas."
La imagen de él machacando a Jake aún estaba frescas en mi memoria. No podía soportar ver que algo así ocurriese de nuevo. Su pecho subía y bajaba pesadamente bajo mi tacto. Suspiré de alivio cuando me agarró la mano y continuó moviéndose a través de la gran cantidad de personas. Pronto llegamos la puerta y nos dio el aire fresco de la noche.
"Vamos."
Miré la cara de Harry, su mandíbula estaba tensa mientras caminábamos hacia su coche. Me esforzaba por mantenerme a su ritmo, pero sus piernas eran capaces de dar unas zancadas demasiado grandes. Poco tiempo después me di cuenta de de dónde se encontraba estacionado el coche negro. Un suspiro escapó de mis labios cuando me topé con la espalda de Harry. Su brusca parada me sorprendió. Mis dedos le apretaron la mano izquierda tratando de llamar su atención.
"¿Harry?"
Él no respondió. Desvié mi visión hacia donde él estaba mirando fijamente. Los ojos entrecerrados tratando de ver el interior del vehículo que estaba aparcado justo enfrente del coche de Harry. El golpeteo de los latidos de mi corazón se hicieron más fuertes cuando de pronto reconocí a los dos chicos sentados en los asientos delanteros. Eran amigos de Jake, estaban esperando a que Harry volviese a su coche.
Me tiró rápidamente a un estrecho hueco entre dos edificios. La espalda de Harry se apoyó contra el frío ladrillo, mis manos volaron hasta su pecho para evitar que me cayera encima de él. Lo único que se oía era nuestra pesada respiración. Cerré los ojos, aliviada de que estuviésemos ocultos a las personas que pretendían hacernos daño. Me sorprendí cuando los dedos de Harry me apartaron el pelo de la cara. Me miró a los ojos. Sus rizos negros se dejaron caer sobre la frente, los ojos verdes brillaban cuando me miró fijamente. Harry era uno de los chicos más guapos que había visto en mi vida. Y sin embargo, también era uno de los más aterradores.
"Podemos andar hasta mi casa, no está tan lejos.", Susurró.
Tragué saliva nerviosamente, sin decir nada en respuesta. Él se apartó de la pared, Cogiéndome antes de que me tambalease hacia atrás. Me ofreció su mano izquierda pero yo negué con la cabeza. Lo empujé hacia atrás y me puse otra vez a su lado, antes de coger su mano derecha. La intensa mirada de Harry se fijó en mis movimientos. Los nudillos estaban ensangrentados. Era difícil decidir si ese líquido rojo y seco pertenecía a Harry o Jake. Tampoco creí que eso importase. Se me detuvo la respiración mientras se cerraba la distancia entre nosotros. Mi espalda se vio forzada contra la pared opuesta en aquel espacio tan estrecho.
Harry extendió la mano, ahuecando mi barbilla e inclinándola hacia un lado. Sus labios hicieron contacto en el lugar donde mi mandíbula se junta a mi cuello, chupando la cálida piel. Un rastro húmedo de besos se marcaban a lo largo de mi mandíbula mientras sus dedos se apartaron para descansar sobre mis caderas. No me di cuenta que mis ojos estaban cerrados hasta que los abrí de golpe. El tacto de Harry había dejado mi cara. Hizo una pausa, su visión detenida en mis labios. Sentí el roce de su nariz contra mi mejilla antes de que me diese un prolongado beso en la piel. Los labios de Harry se movieron un poco, plantando otro beso en la comisura de la boca. Cuando se dio cuenta que no iba a apartarme, Harry atrapó mis labios con los suyos. El beso fue un poco más ardiente que el anterior, más necesitado. Mis dedos se enredaron en los rizos de la parte posterior de su cabeza. La mano de Harry comenzó a vagar por el interior de mi muslo.
"No." jadeé.
Él se alejó sonriendo antes de rozar suavemente los dedos contra mi entrepierna. El tacto áspero hizo que me estremeciese de nuevo contra la pared. Mi aliento salió en bocanadas temblorosas mientras le miraba fijamente. Harry me dio un beso en los labios antes de dejarme libre.
"Vamos a mi casa." Me guiñó un ojo.
Habíamos tenido cuidado de no ser vistos por los amigos de Jake. Harry iba a recoger el coche por la mañana para evitar la pelea.
No tuvimos que caminar mucho antes de que sacase un juego de llaves de su bolsillo trasero. Me cubrió con su fuerte brazo por encima del hombro mientras me guiaba por las escaleras hasta la puerta principal. Mi pecho se levantaba rápidamente hacia arriba y hacia abajo, asustada de que iba a estar completamente a solas con Harry, en su piso. Eché un vistazo alrededor para ver las casas que se alineaban en el lado opuesto de la carretera. Un segundo más tarde y me habría perdido la cortina que se cerró a toda prisa. Un vecino entrometido. Me hizo pensar en cuántas chicas habría traído Harry a su casa.
La puerta principal estaba cerrada con llave, pero la abrió rápidamente. Harry entró encendiendo la luz del pasillo. Yo estaba congelada en la entrada, dejando el pie en el escalón superior. Harry frunció el ceño y se volvió hacia mí, ya deslizando su chaqueta de los hombros para quitársela.
"Puedes entrar, ¿sabes?" Contestó con media sonrisa.
