Capitulo 18

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Había estado despierta durante una media hora, mi cuerpo no podía moverse debido al fuerte brazo de Harry que me mantenía abrazada a él. Mi espalda todavía estaba firmemente pegada a su pecho. Cada vez que me movía un poco, Harry inconscientemente me apretaba, sus largos dedos enganchaban la camiseta que llevaba. Una risita se escapó de mi boca mientras intentaba escapar por última vez. Harry dejó escapar un grave gruñido. Me asusté cuando agarró mi cadera, girándome hacia él. Sus ojos aún estaban cerrados, pero yo sabía que estaba despierto. Unos rizos oscuros se posicionaron desordenadamente sobre la almohada.

"Bo". Dijo con su voz mañanera.

Harry parpadeó un par de veces antes de que se centrase en la cara. Me había pasado la noche en vela pensando en la situación de Harry con su familia. Me dolía el corazón al pensar en lo que Harry, su madre y su hermana habían vivido. Nadie merecía ese tipo de tratamiento. No podía dejar de pensar en que Harry se culpaba por esos terribles acontecimientos. El pobre solo se sentía impotente, incapaz de detener a su padre.

"Harry".

Sus ojos verdes perforaban los míos mientras me miraba. Me mordí el labio, tratando de formar las palabras en mi mente. No tenía idea de cómo iba a reaccionar. Una parte de mí tenía miedo de que se enfadase, pero me obligué a hablar.

"Yo-yo creo que deberías hablar con tu madre."

Tenía la frente arrugada en una mueca, sus gruesos labios presionando bien apretados. Mi corazón latía con fuerza mientras esperaba a que él dijera algo, pero se quedó callado.

"Deberías llamarla." Dije en voz baja.

Soltó un suspiro de frustración, despeinando sus rizos mientras negaba con la cabeza. Las grandes manos de Harry echaron hacia atrás las sábanas. Rápidamente se levantó, tirando del pomo de la puerta y andando por el pasillo. De alguna forma, sabía que él iba a comportarse así. Mis ojos se juntaron, fuertemente cerrados, acumulando el valor para ir tras él. Me revolví en la caliente cama, acolchando mis pies descalzos sobre la alfombra de la puerta. Un fuerte golpe me hizo saltar, el sonido hacía eco por el piso.

Mis ojos se posaron sobre el destrozo de platos rotos del suelo de la cocina. Harry estaba de espaldas a mí. Su pesada respiración se escuchaba mientras yo permanecía inmóvil. La punta de mis pies huía de los fragmentos afilados de porcelana que cubrían las baldosas, deteniéndome detrás de la alta figura de Harry. Vacilante, coloqué mi mano sobre su hombro, mis dedos presionando ligeramente la piel suave.

"Seguro que quieren saber cómo estás." Contesté.

Me sorprendí cuando Harry se giró bruscamente. Su rostro tenía una expresión enfadada cuando sus orbes verdes conectaron con mis ojos azules. Unos rizos oscuros cayeron desordenadamente alrededor de su cara mientras le veía apretar la mandíbula, la gruesa vena en el cuello marcándose notablemente.

"Eso no lo sabes." Reprimió con dureza.

Miré cómo su pecho se levantaba fuertemente y caía pesadamente. Los músculos de su estómago y los brazos se tensaban.

"Y tú tampoco, si no lo intentas." Tomé represalias.

Di un grito ahogado cuando Harry me forzó contra la fregadera. Mi mirada asustada miraba fija a sus ojos mientras presionaba mis caderas. Le vi suavizar poco a poco su cara antes de que sus cálidas manos ahuecasen la parte posterior de mis muslos. Me vi obligada a agarrar sus anchos hombros cuando sin ningún esfuerzo me levantó para sentarme en la mesa. Nuestros ojos estaban ahora casi al mismo nivel. Contuve el intenso enfoque intensamente antes de que él tratase de apartarse, pero le cogí la mano.

"Harry". Susurré.

Poco a poco llevé la mano más cerca de mi cuerpo, tirando de él hacia delante. Obedeció. Mi pulgar frotaba suavemente sobre sus heridos nudillos.

"Por favor, inténtalo al menos".

Su cuerpo descansaba entre mis muslos. Nos quedamos así durante un corto tiempo, escuchando cómo la respiración de Harry se desaceleraba. Mi mano derecha agarró la parte posterior de su cuello. Me incliné hacia él, los ojos de Harry se cerraron revoloteando mientras le daba un beso suave en la mejilla. Mis labios se movían alrededor de su oreja.

"Siguen siendo tu familia... Y te quieren." Susurré.

Le di una pequeña sonrisa mientras me alejaba. A medida que su mente procesaba mis palabras le deslicé mis caricias por su espalda. Mis dedos trazaron sus prominentes clavículas antes de que yo apretase la palma de la mano contra su pecho. Sentí el fuerte golpe de su corazón. Mis labios se separaron ligeramente a medida que se aceleró bajo mi tacto. La oscura mirada de Harry fue fijada en mi cara. Mis pestañas revoloteaban cuando él se inclinó más cerca, su nariz rozando la mía.

"Esto es para ti." Susurró.

Le apreté la mano que aún estaba sujeta antes de llevarla hasta mi pecho. Su gran palma presionó justo encima de mi pecho izquierdo, deseando que sintiese exactamente lo que "era para mí". Mi sangre palpitaba alrededor de mi cuerpo, el corazón latía con rapidez. Sentí el calor de su contacto a través de la camiseta que llevaba puesta. Harry sonrió, mostrando sus hoyuelos mientras mi mano se deslizaba por su pecho. Se mantuvo en su lugar, empujando mi cabeza hacia un lado mientras besaba ligeramente por encima de mi cuello. Dejé escapar un jadeo entrecortado cuando empezó a chupar y mordisquear la piel. La risa ronca de Harry sonaba y sabía que había sentido cómo mi corazón se aceleraba con sus caricias. Él se echó hacia atrás, con una sonrisa adornando sus carnosos labios.

"Me encanta el hecho de que sea para mí."

Mis mejillas comenzaron a sonrojarse cuando miré hacia abajo. El tacto de Harry viajó desde mi pecho ahuecando mi barbilla e inclinándola hacia él. Sentí su pulgar frotar suavemente sobre mi labio inferior.

"Prométeme que por lo menos te lo pensaras", le pregunté en voz baja.

Harry afirmó con un pequeño asentimiento. Me sonrió, inclinándose hacia delante y presionando un largo beso en mi mejilla.

"Por ti". Susurró.

Le sonreí antes de envolver los dedos alrededor de su brazo mientras intentaba bajar del mostrador. Pero Harry impidió que mis pies tocasen el suelo, con las manos agarrándome los muslos. Su fuerza dominándome al levantarme tan fácilmente.

"¿A dónde vas?", Preguntó.

"A limpiar los platos."

"No, quédate ahí, yo lo haré." Contestó antes de girarse.

"Puedo ayud..."

"No quiero que te hagas daño, quédate ahí, Bo." Se mantuvo firme ante las instrucciones.

Resoplé sacudiendo la cabeza mientras lo observaba inclinarse a recoger los fragmentos rotos. Su proteccionismo era halagador a veces, me sentía a salvo. Pero hay veces en las que me sentía reprimida. Me acerqué cuidadosamente a él, evitando con cautela las piezas cortantes. Mi cuerpo se puso de cuclillas frente a Harry, recogiendo los fragmentos más grandes.

"Bo, déjalo."

"Para, Harry. Que no pasa nada. "

Me miró fijamente por un momento. Su mandíbula se tensó ante mi desafío. Sabía que él estaba acostumbrado a salirse con la suya. Pero tuvo que aceptar el hecho de que no todo el mundo iba va a cumplir con sus demandas. Los ojos de Harry cayeron de nuevo a los platos rotos, recogiendo los pedazos.

Quedaban sólo unos pocos fragmentos esparcidos por el suelo. Extendí la mano para recuperar uno y tirarlo en la bolsa de basura. Mi respiración se aspiró bruscamente en medio de mis dientes. Levanté mi mano ante mi mueca de dolor mientras la sangre se filtraba desde el corte.

"¿Qué te he dicho?" Dijo Harry duramente.

Agarró mi muñeca, tirando de mí hacia arriba y colocándola sobre el fregadero. Yo le permití ponerse en el lado, con las piernas colgando sobre el borde de la encimera. El agua fría se puso en marcha antes de que Harry pusiese mi mano por debajo de ella. Me estremecí cuando el líquido arrastró la sangre. Su cara seguía teniendo el ceño fruncido. Incliné mi mano hacia atrás y hacia adelante mientras la herida fue limpiada.

"No me puedes proteger todo el tiempo.", Dije en voz baja.

La expresión de Harry se suavizó antes de girar la cabeza hacia mí. Unos brillantes ojos verdes clavados en mi rostro.

"Pero puedo intentarlo."

Dark (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora