capitulo 20

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Harry se puso detrás de mí en el espejo. Vi como sus manos se colocaban detrás de su cuello, mientras sus dedos liberaban el cierre de la cadena de plata. Se había puesto ese collar varias veces; supuse que el objeto sostenía algún significado para él. Mi voz se mantuvo en silencio. Mis ojos pestañeaban repetidamente cuando al centrar mi atención, Harry bajó la cabeza, la boca mordiendo mi piel. Le ofrecí un mejor acceso, inclinando mi cabeza ligeramente. Aprovechó la oportunidad, sus dientes mordisqueaban suavemente antes de deslizar su lengua por mi cuello.

Mis ojos se clavaron abiertos cuando sentí el frío metal tocar mi pecho. Harry adjuntó cuidadosamente el collar alrededor de mi cuello antes de dejar caer el pequeño avión de papel entre mis pechos. Él observó atentamente mi reacción, reflexivamente, tratando de entender mi reacción. Mis dedos se fueron a jugar con la nueva pertenencia alrededor de mi cuello.

"Yo-yo..." Mi boca no podía formar palabras.

"Quiero que te lo quedes." Susurró Harry.

Sus rizos cosquillearon mi piel mientras me besaba la mejilla.

"Harry". Dije en voz baja.

"Así que la gente sabrá que eres mía."

Mi cuerpo se dio la vuelta, movido por los brazos de Harry.

"¿E-es la única razón por la que salimos esta noche? ¿P-para demostrar que soy tuya?"

Apreté mis manos a su pecho, lo que aumentó la distancia entre nosotros. Él frunció el ceño, sacudiendo sus rizos. Un suspiro cayó de mis labios cuando pasé junto a él hacia mi dormitorio. Di un grito ahogado cuando Harry cerró de golpe la puerta antes de que pudiera salir, mi cuerpo se vio obligado a permanecer enfrente de él.

"Sabes muy bien que no es por eso." Su voz ronca sostenía un tono de molestia.

"Entonces dime porqué."

Sus ojos se oscurecieron ante mi petición, su nivel de irritación era creciente. Pero no me importaba. Mis ojos le miraban, esperando que sus labios se moviesen para contestar, pero no lo hicieron. Se quedó en silencio. Mi mirada se apartó de su rostro, no siendo capa de obligarme a mi misma a mirarlo. Empujé a Harry molesta. Él me permitió abrir la puerta y escapar hacia mi dormitorio. Me senté en el extremo del colchón, mirando hacia abajo y jugueteando con mis manos. Harry caminó lentamente hacia el mismo lugar. Dudó un momento antes de acercarse a mí.

"Yo te quiero conmigo." Dijo tranquilamente.

Sus grandes manos se apoderaron de mis hombros, empujándome suavemente de nuevo a la cama. Mi cabello se desplegó en torno a nosotros en el edredón. Al pasar por encima de mí, la cabeza de Harry empujó a un lado la mía. Mis ojos se cerraron cuando los prominentes labios llegaron a mi oído.

"Eres preciosa... inteligente..." Me besó justo debajo de la oreja. "adorable..." Me sonrojé, sintiendo en mis mejillas un cosquilleo acalorado mientras Harry se rió entre dientes. "inocente..." Su voz era más grave y profunda que antes. Un jadeo cayó de mis labios entreabiertos cuando una gran y ardiente mano se deslizó hasta el interior de mi muslo. "peleona..." Su tono se volvió travieso. Mis uñas se clavaron en su hombro mientras su lengua dibujó una línea entre mis pechos. Sentía a Harry presionar la piel de mi pecho antes de tomar el colgante entre sus dientes, tirando de él juguetonamente. Lo soltó segundos después, viendo como volvía a caer sobre mi pecho.

"Quiero que te lo quedes..." Harry hizo una pausa. "...P-Para demostrar lo mucho que me importas." Contestó finalmente.

Harry miró hacia mí, vacilante de mi reacción. Mi corazón se agitó al oír sus palabras, una sonrisa apareció en mi cara a la vez que mis mejillas se ruborizaban. Parecía un poco aliviado de que no hubiese entrado en pánico ni le hubiese rechazado. Levanté la mano al cuello, suavemente tirando de él hacia abajo. Mis labios revolotearon por encima de los suyos antes de dirigirse hacia su oreja.

"A mí también me importas." Susurré

Habíamos llegado al evento organizado por el amigo de Harry, Sean, hacía una hora. Le había conocido brevemente una vez aquella noche en el club que había tratado de alejar de mi mente. Estábamos en una galería de arte moderno. El gran trabajo de Sean se mostraba en las suaves y blancas paredes a nuestro alrededor. Me presentaron a personas a quienes no tuve oportunidad de recordar sus nombres. Estaba bastante lleno, la exposición era enorme, y había un montón de gente comentando los cuadros colgados. Me quedé paseando por mi cuenta cuando Harry fue a conseguirnos bebidas.

Me encontré a mí misma cautivado por una imagen en particular. Mis ojos exploraron sobre los colores oscuros. Me acerqué, intrigada por la imagen en frente de mí. Eran un chico y una chica. Los protectores brazos del hombre se envolvían alrededor del marco más pequeño, el cuerpo de la mujer, con pelo largo y castaño que fluía en la supuesta brisa. Se estaban abrazando, casi como si tuvieran miedo de dejarse escapar. Mi boca se abrió un poco cuando fijé mi mirada en el muchacho. Era alto. Tenía el pelo en forma de rizos oscuros. No fui capaz de ver sus caras porque se acurrucaban la una junto a la otra. Un bosque oscuro era el trasfondo de ese tierno abrazo. El lugar elegido tenía algo misterioso sobre la naturaleza.

"Aquí tienes." Harry me dio un vaso.

"Yo-yo..."

"¿Qué?" Sonrió.

Me volví hacia la pintura. Se puso de pie detrás de mí, con los brazos envueltos alrededor de mi cintura mientras apoyaba su barbilla sobre el hombro. Sentí cómo el abrazo de Harry se volvió más intenso una vez descubrió la verdadera imagen que teníamos en frente.

"¿Te gusta?"

Me sobresalté cuando Sean se acercó a nosotros. Mi cabeza se giró hacia él, Harry levantándose de mi hombro. Asentí con la cabeza.

"Es precioso." Dije. "Parece que estén enamorados."

Él sonrió ante mis palabras, mirando a la pintura y después de vuelta a nosotros.

"Está inspirado en ustedes... en los dos." Asintió con la cabeza.

Debí haber parecido un poco desconcertada al mirar de nuevo a la imagen, Harry se movió para estar al otro lado de mí, nuestros brazos aún agarrados. Mi mente saltó por ahí tratando de procesar aquella información. Estaba claro que el chico de cabello rizado quería proteger a la chica que tenía tiernamente en sus brazos. Quería mantenerla a salvo. Protegerla. Harry.

"Ya los veré más tarde..." Se despidió Sean, rompiendo el silencio.

Mi enfoque estaba todavía en la pintura mientras se alejaba. Segundos más tarde, sentí una mano cálida viajar lentamente por mi brazo. Harry entrelazó nuestros dedos, apretándolos suavemente. Su pulgar acariciaba la piel. Mi cuerpo se acercó inconscientemente más a él.

"¿¡Harry!?" Hizo eco una voz chillona.

Dark (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora