El diario de Taiga -Toradora! FanMade-

Capitulo XI: El viejo.

Taiga narrando:

Septiembre . . . la época que menos tolero, una época donde el calor se hace presente por todos lados, es irritante tener que estar transpirando y tener que oler la transpiración de otros; no me cansaré de decir que detesto el calor. Mis dudas existenciales aun se mantenían a flote después de las vacaciones, no había forma de que me recuperara del todo, tenia que avanzar, tenia que acercarme a Kitamura, y pronto . . . vendrá el festival escolar, podré aprovechar mi oportunidad, ya ayudé mucho a Ryuji, me tocaba a mi. Rumbo a la preparatoria, comencé a hacer varias ideas dentro de mi cabeza, no hay duda, este festival lo aprovechare para poder estar tomada de la mano de Kitamura.

En la clase de educación, nos tocó hacer equipos de Basquetbol, era hora de sacar a lucir mis habilidades en este deporte en el que llevo mucho tiempo practicando, como sabrán, soy literalmente un duende, por lo este deporte era perfecto para que yo ganara altura, ya que aun tengo esa chance hasta los 18. Estuve a punto de chocar con la chitonta, de no ser por ella que se puso en modo princesa, no quería que la tocara por que le iba a romper las uñas, eso me hizo enojarme, pero mejor la ignore y decidí llevar a mi equipo hacia la victoria; otra vez la estúpida chihuahua se me interpuso en medio y lancé el balón, casi le reviento el balón en la cabeza a Ryuji, de no ser por sus reflejos hubiera quedado sin cabeza; no aguanté más y me le abalancé a la chitonta para darle al menos un golpe.

Acabando la clase, me dirigí a los vestidos para poder secarme el sudor y cambiarme a mi uniforme de verano; durante eso, el viejo de mierda me comenzó a marcar, no tenia el humor para hablar con el, así que simplemente ignoré la llamada. Al momento de doblar mi uniforme deportivo, vi que tenia una rasgadura en la parte baja de la pierna, sin duda fue de mi pelea con Kawashima, no me queda de otra, tendré que molestar a Ryuji de nuevo que me lo cosa.

Cuando regresé al salón, vi como todos los hombres comenzaron a comportarse sospechosos, a excepción de Ryuji, al parecer, y en efecto, no me equivoqué, esta semana será el festival escolar, pero, al parecer los hombres tenia planeado hacer un Maid-Café, no me molesta eso, mientras yo no sea parte de las sirvientas que atiendan, no tendré problema; el organizador nos dijo a todos que colocáramos una propuesta para el festival, yo coloqué un buffet de comida tradicional Japonesa (Si les soy sincera, no se me venia nada a la cabeza y solo pensaba en Kitamura y poco de Ryuji) pero, hubo un error, parecía que los hombres querían el Maid-Café pero les salió el tiro por la culata, fue por suerte, y alguien, no se que tenía en la cabeza, pero colocó en un papelito "Espectáculo de Lucha Libre sin restricciones". 

Finalmente acabó ese largo dia, y me fui con Ryuji a su casa nuevamente para cenar, estuve un poco cansada y solamente me quedé leyendo una revista, mientras que, Ryuji cosía mi pantalón deportivo; en eso mi celular suena, sabia de quien era la llamada, otra vez ese viejo de mierda, no hice nada y solamente ignore, Ryuji se extrañó que no le contestara, me comenzó a decir que debería de abandonar mi orgullo pero yo solo apunté a decirle: "Claro, como simplemente me da dinero cada mes y paga la renta de mi departamento, debería darle afecto . . . ¡No Ryuji! El abandonó aquí, si de verdad me quisiera, nunca me hubiera corrido de su casa". Parece que a Ryuji le entró por un oído y le salió por el otro, me dijo que debería hablarle al menos; eso me molesto, no es nadie para meterse en los problemas de otra familia, no hice otra cosa que irme a mi departamento a dormir.

El viernes, en el salón de clases, nos comunicaron los premios que iba tener el grupo que ganase el festival cultural, el primer lugar tendría una maquina dispensadora y un mini refrigerador dentro del salón, el segundo lugar un calefactor para las épocas de frio y ventilador de techo para las épocas de calor y el tercer lugar tendría una serie de cupones para los supermercados. Al poco tiempo, el organizador del evento de lucha libre nos otorgó nuestros libretos a cada uno, todos participaríamos, pero algo que me desagrado que la zorra de Kawashima le tocaría ser protagonista y mientras que Ryuji y yo seriamos los villanos de la historia, no soporté la arrogancia con la que recibió el libreto y rápidamente comenzamos a pelear otra vez. Todo el mundo pensó que estábamos actuando pero no era así, yo de verdad quería matarla.