El diario de Taiga -Toradora! FanMade-

Capitulo II: Malentendidos.

Taiga narrando:

Pasando varios días, he estado yendo a la casa de Takasu para desayunar y para cenar, bueno tampoco es como que tenga muchas cosas que hacer; había estado yendo por invitación de su madre, es una señora muy agradable y tierna, como la madre que nunca tendré, a pesar de que Ryuji y yo aún no nos llevamos bien pero de cualquier manera, debería empezar a congeniar con él para acercarme a Kitamura. 

Durante mi recorrido hacia la escuela, Takasu empezó a sermonearme de nuevo de lo simplona y maleducada que soy, esto me ha llevado a un punto de casi golpearlo de nuevo, pero al fin y al cabo debo mantenerme neutral con el.

Doblando la esquina, vi a lo lejos a Minori, fui corriendo a saludarla muy emocionadamente, pero Takasu parecía estar nervioso, por lo que opté por una alternativa; pero antes de eso, Minori empezó a insinuar que nosotros éramos novios o algo así, rápidamente negué eso y decidí alejarme con ella para ir al escuela, pero, no sin antes, dejarle en claro con la mirada a Takasu que, si no hay un avance conmigo, tampoco habrá un avance con el; ¿A qué me refiero con esto? Si Ryuji no me comienza a ayudar, yo tampoco lo haré, ¿Fue un trato justo? Creo que si, él lo entendió rápidamente.

Iba pasando el día con total naturalidad, de hecho, Takasu y yo hemos planeado algo improvisado pero eficiente a su vez;  en la clase de educación física formaríamos equipo y le daríamos un pelotazo por accidente a Kitamura, para llevarlo a la enfermería y que yo me quede a solas con el. El plan estaba en proceso pero no tomamos en cuenta que Kitamura haría equipo con una chica, por lo que Ryuji se puso nervioso, yo lo estuve incitando a que lance el balón pero en un descuido mío, volteé a otro lado, recibí el balonazo en el rostro y caí desmayada.

Pasó unos minutos, recobré la conciencia y volví a clases, nuevamente hice equipo con Ryuji pero solo para hacer unas galletas en la clase de cocina, mis torpezas casi hacían que fuera mal de nuevo, sin contar que Ryuji estuvo atento para ayudarme, debo admitirlo, se estaba preocupando mucho para ser solo un perro inútil.

Durante el descanso, estaba muy animada por entregarle mis galletas que hice con tanto amor, pero también me estaban temblando las piernas y empecé a tartamudear; Ryuji simplemente entró conmigo y vimos que no estaba por ningún lado. Varios chicos de nuestra clase nos dijeron que se había ido al consejo estudiantil otra vez.

Takasu había visto que, justamente estaba doblando la esquina del pasillo; no lo pensamos y fuimos corriendo para alcanzar a Kitamura, la mala condición física de Takasu hizo que me salvara la vida; estaba punto de alcanzarlo pero por pisar mal un escalón termine resbalando pero ese perro no fui del todo inútil y me logro atrapar, pero con un fuerte golpe en la espalda y en la cabeza; lo peor de todo es que mis galletas salieron volando a las afueras del edificio.