Diciembre 15

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No obtuve el diploma de primer lugar en el concurso de oratoria, me disculpé con doña Antonella y don Luigi, no me reprocharon nada, saben de sobra que no tengo cabeza para nada que no sea trabajar con ellos, me obligan a comer algo y después regreso a mi casa, al miedo de estar cerca de mi padre.

Siento que mi vida se convertirá en una rutina fastidiosa, despertar en ocasiones de debajo de mi cama, ir a la escuela, ir a la tienda, trabajar, comer un poco y regresar a casa, el miedo y el cansancio de no dormir bien, me ha marcado las ojeras, me hace sentir somnoliento, mareado, con náuseas y muy cansado.

Diario de un SumisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora