Marzo 15

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Escucho golpes en mi ventana, son sutiles, tallo mis ojos y levanto la cara, despacio me acerco a la ventana y la abro, es pequeña y tiene barrotes, imposible salir por ahí.

-Don Luigi...

-No has ido a la tienda, mi mujer y yo estamos muy preocupados por ti.

-...Estoy encerrado, no puedo salir...

-Ya he informado a las autoridades... pero me dicen que no pueden allanar la propiedad, muchacho... en la primera oportunidad que tengas debes salir de ahí, mi mujer y yo estamos preparando todo para irnos, te llevaremos lejos de aquí.

-...Don Luigi... no sé si podré hacerlo...

- ¿No irías con nosotros?

-Sí. Solo que, mi padre... él...él me quiere para él... él me ha tocado...

-*Dannato infelice... debes salir muchacho, haz lo necesario para salir, nosotros ya estaremos listos. Toma.

Don Luigi me da una leche de chocolate en cajita y un emparedado, lo tomo, mis manos tiemblan, no he comido bien, si acaso un vaso con agua y una fruta es lo único que mi padre me ha dado.

Pongo la leche en el piso y abro rápidamente el emparedado y me lo como, casi atragantándomelo, tengo mucha hambre.

Don Luigi me pasa una pomada y me mira con cariño, le doy las gracias, sé que las heridas tardarán en sanar, pero ahora solo tengo que salir de aquí.

*Maldito infeliz

Diario de un SumisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora