Diario de un Sumiso

Abril 15

Entro a la oficina y casi no hay nadie, voy a guardar mi pequeña maleta donde solo tengo mi chamarra, un poco de dinero, las llaves de mi casa, la verdad creo que la uso como para golpear a alguien si se presentara el caso, don Franco dice que no debo vivir con miedo, pero es imposible no hacerlo.

Dejo mi maleta, al girarme he pegado un grito al encontrar a Im frente a mí, es el chico que es ayudante de oficina como yo.

-Que susto me has dado.

-Discúlpame, te estaba esperando.

- ¿A mí, para qué?

Saca de detrás de él un muffin con una velita en él, me sorprendo, pero antes de que diga o haga algo, enciende con un encendedor la vela.

-Felicidades. Pide un deseo.

Lo miro a los ojos y no puedo evitar, que una lágrima ruede por mi mejilla.

- ¿Hice algo malo?... hoy es tu cumpleaños ¿No es así?

Me recargo en el casillero y limpio mi lágrima.

- ¿Quién te lo dijo? ¿Cómo supiste?

-...Vi tu solicitud de empleo, ahí lo dice. Diecisiete años.

-Por favor, no se lo digas a nadie...

-No comprendo.

-... querrán felicitarme... abrazarme... tocarme...

Mi voz es casi inaudible, cierro los ojos y más lágrimas salen, enfrento a Im.

-Te agradezco el detalle, de verdad lo hago, solo que.

-Entiendo, no debes decir nada, fue imprudente de mi parte.

Va a soplarle a la vela, pero lo detengo con un ademán de mi mano, se detiene, me acerco y soplo la vela, intento sonreír.

-Espero que lo que desees se cumpla.

Quita la vela y me entrega el muffin. Se aleja de mí.

Suspiro, las palabras de don Franco y don Luigi golpean mi cabeza, "No puedes tener miedo toda la vida" "Intenta ser feliz" sonrío al ver el muffin, le doy una mordida y está realmente rico, una leche de chocolate o fresa irían bien para acompañarlo, recuerdo mis últimos cumpleaños, son muy diferentes a los que tendré en un futuro. Termino mi muffin y salgo a trabajar, veo en ocasiones a Im, tal vez platicar con él de vez en cuando no sea tan malo.