Capítulo 24: Geran

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Estuvieron buscando a Luar por mucho tiempo. Les preguntaron a todos los humanos con los que Luar había tenido contacto si no lo habían visto, pero nadie sabía nada de él. Geran y Daven eran los que más culpa podían sentir, sobre todo cuando Helker los reprendió en cuanto se percataron que Luar había escapado. «¿Cómo pueden estar peleando justo frente a él después de verlo en ese estado?», esas fueron las palabras de ella, estaba indignada por la actitud de las dos personas más importantes para ese pequeño demonio.

Después de buscarlo por todo el pueblo, Daven recordó la casa en la que él y Luar siempre estaban, hasta cierto punto podrían decir que ese era su hogar. Esa casa era un lugar en donde Luar podría sentirse completamente seguro.

Todos se dirigieron hacía la casa de Luar sin vacilar y Daven tenía razón, ahí estaba. Lo encontraron inconsciente a unos cuantos pasos de la entrada, estaba tan débil que posiblemente en cuanto entró a la casa se desplomó. Daven al ver su cuerpo inerte se apresuró en levantarlo para recostarlo en la cama.

Todos se separaron un poco del cuerpo de Luar para permitirle a Rhoslyn que lo revisara.

—Está muy débil —declaró la bruja—. Necesita dejar de esforzarse, es mejor que descanse y se mantenga tranquilo.

Al ver que ya no estaba corriendo peligro todos pudieron respirar con tranquilidad. Salieron del pequeño cuartito en donde se encontraba solo la cama y un simple guardarropa en donde había ropa que usaban los humanos del lugar, nada de ese sitio podía delatar que los que lo habitan son todo menos mortales.

Salieron a la sala y antes de que alguien opinara algo, Daven le dijo a Geran:

—Deberías preguntarle a tu reina si sabe algo sobre quienes le hicieron esto.

Y aunque no le terminara de agradar ese ángel, reconocía que tenía razón y eso fue lo que hizo. Dejó a Daven, Helker y a Rhoslyn en la casa hecha de troncos, mientras Luar dormía. Esperaba que así se mantuviera hasta que él regresara. Realmente quería estar ahí para él, no sin antes descuartizar vivos a los demonios que se atrevieron a tocar a su hermano.

La idea de que Sorath lograra obtener algo de información no sirvió de mucho. En cuanto la miró preguntó sobre quiénes habían sido los que lastimaron a Luar, pero ella no sabía nada. Le platicó a Geran que ella misma había estado investigando, pero no había logrado recaudar ninguna información; lo único que pudo hacer la reina del infierno por él fue prometerle que en cuanto descubriera al culpable lo haría pagar. Geran le creyó sin problemas, pero aun así no pudo evitar preguntar en los rincones más desolados del séptimo círculo si alguien no había visto algo. Al parecer nadie estaba enterado de lo sucedido, algo que Geran supuso que no todos decían la verdad, unos al mencionarle el nombre de Luar no pudieron evitar el mostrar una sonrisa de complicidad, mientras que otros solo negaban de manera temerosa, como si estuvieran amenazados. Ganas no le faltaban de descuartizar y torturar a cada demonio que le esté escondiendo información, pero no podía guiarse solo por su ira. Si este torturaba o mataba al demonio equivocado le estaría advirtiendo al culpable o al resto de demonios que le hicieron daño.

No tuvo más opción que regresar a la tierra con las manos vacías, confiaba en que su hermana pudiera lograr encontrar a los culpables, confiaba en ella y sabía que si eso estaba en su poder haría justicia.

 No tuvo más opción que regresar a la tierra con las manos vacías, confiaba en que su hermana pudiera lograr encontrar a los culpables, confiaba en ella y sabía que si eso estaba en su poder haría justicia

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Hasta Volvernos a Ver © [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora