Capítulo 29: Luar

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Estaba devuelta en el infierno, siendo abusado nuevamente por cualquier demonio que se sintiera superior a él. A lo lejos relucía la figura del ser que le terminó de arruinar la existencia, Grescil llevaba en su mano la vara de fierro con el símbolo en la base, Se acercaba poco a poco a él, solo alargaba su tortura. Luar pataleaba con todas las fuerzas que tenía en ese momento, pero a pesar de aquel esfuerzo no fue capaz de quitarse a aquellos demonios de encima. Dio un grito desgarrador debido al dolor y a la miseria que sentía por ser marcado por un sirviente de su hermana, como si del peor traidor se tratase.

—¡Despierta! ¡Despierta Luar! —gritaba Daven asustado por ser despertado con los gritos del demonio.

Luar se despertó por el llamado de Daven y hasta ese instante es que se dio cuenta que gritaba entre sueños, revivía de nuevo su peor pesadilla. Su cuerpo a pesar de estar helado transpiraba. Su vista estaba nublada y en ese momento se percató que no solo había gritado mientras dormía, sino que además lloraba de desesperación. Uno de sus placeres mortales favoritos se había echado a perder gracias a sus traumas, esos demonios no solo le arruinaron la vida ahora también lo atormentaban al dormir.

—¿Estás bien? —La voz de Daven temblaba por el susto que le había sacado. Lo sostenía con temor de que algo le sucediera.

Daven y Luar no siempre duermen juntos, hay ocasiones en que tiene que regresar al cielo o patrullar con Serabiel, también hay ocasiones en las que se queda con Helker. En resumen, Luar había arruinado una de sus noches especiales, en lugar de despertar con la mirada del otro observándolo con cariño lo levantó por sus gritos de agonía; eso no es para nada romántico.

—Lo siento, yo... —dijo Luar, pero fue interrumpido.

—¿Eso es a lo que los humanos llaman pesadilla?

La pregunta inocente de Daven enterneció al acelerado corazón de Luar, haciendo que se calmara un poco. A veces se olvidaba de que ese ángel había pasado demasiado tiempo en el cielo, olvidando algunos detalles tan sencillos de la humanidad. Aunque él pareciera alguien sabio tenía dudas constantemente, pero casi siempre se mantenía en silencio por vergüenza, pena que jamás sintió con Luar, ya que a él le preguntaba sobre la mayoría de las cosas que no entendía.

—Algo así, es algo muy normal. Todas las personas tienen malas noches.

—¿Malas noches...? —Daven lo malinterpretó. Parecía tener una mezcla de culpa y pena—. ¿Hice algo mal?

—No, no, no, no, —negó rápidamente al apreciar el efecto que tenían sus palabras en él. En parte le pareció curioso, en el pasado él era el que temía que Daven dijera algo negativo sobre él o sobre lo que sentía, ahora parecía que las cosas habían cambiado un poco—. No me refería a ti. Con malas noches me refiero a pensamientos que atormentan a las personas, ideas que reprimen y surgen en el momento en que bajas tus defensas.

—Pensamientos que atormentan... ¿Sueñas con lo que pasó en el infierno?


Luar en ocasionespodía llegar a ser un libro abierto sin darse cuenta, era alguien fácil de leercon apenas posar sus ojos encima. No dijo nada al respecto, solo lo abrazósintiéndose en calma cuando este le correspondió sin preguntar nada más, eraobvio que los regaños de Helker habían surtido efecto.

 No dijo nada al respecto, solo lo abrazósintiéndose en calma cuando este le correspondió sin preguntar nada más, eraobvio que los regaños de Helker habían surtido efecto

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Hasta Volvernos a Ver © [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora