Hasta Volvernos a Ver © [Terminado]

Capítulo 36: Alex

—Dos días después llegaron Daven y Geran con la noticia de que quemaron a Helker en la hoguera junto a Conrad —terminó de contar Luar. Parecía mentalmente exhausto, el recordar los traumas de tu pasado con tanta precisión y tratar de hablar de eso como si ya no importará debe ser algo doloroso. Alex pudo asegurar que para Luar así era, ya que sus ojos se pusieron cristalinos mientras trataba de encender otro cigarrillo. Daven solo lo observaba con culpa, se notaba la intención que tenía de calmarlo, pero prefirió no acercarse para no incomodarlo.

—Nosotros creíamos que el niño que había muerto junto a Helker, se trataba realmente de nuestro hijo —mencionó Geran con rostro inexpresivo—. Hasta que regresamos para buscar a Luar. Desde que sentimos la energía de Neith nos dimos cuenta de quién era.

—Aquella vez la madre de Rhoslyn selló sus poderes, era un hechizo que requería de mucho poder. Murió ayudándonos —agregó el aparente agente de investigación.

Al parecer Neith no conocía este dato, la culpa en su mirada era demasiado visible. Por alguna razón se sentía culpable hasta por haber nacido.

—Hace unas horas, Sebastián se refirió a ti como el Genocida del Séptimo Círculo —interrumpió Eilan mientras observaba a Luar muy seriamente, hizo que este regresara a la realidad después de haberse perdido en sus pensamientos—¿Eso qué significa?

—Significa exactamente eso, fui un genocida en uno de los círculos del infierno —mencionó mientras golpeaba su cigarrillo en el cenicero—. Cuando cierto ángel terminó de romperme el corazón, le deje su hija a Geran. Yo de alguna forma debía de desahogar todo el dolor y frustración que tenía guardado en mi endemoniado corazón. Así que, al observar que la casa Eurídice estaba casi desierta me metí para ver qué encontraba. Tenían un almacén con varias armas y pólvora. Todo lo que pude utilizar me lo lleve al séptimo círculo y lo bombardee. Mate a varios demonios que me la debían y quizás a uno que otro que apenas y me llegó a mirar feo —contó con una sonrisa amarga—. Pero el chiste es que el único sobreviviente fue Gresil, por eso me llamó así.

—Dijiste que te marcaron. ¿Cómo es que pudiste entrar sin sentir dolor?

—Oh, claro que sentía dolor. Me hervía la sangre, literalmente. La verdad, no sé si se deba a que soy mitad humano o a que soy realmente fabuloso vengándome, pero pude controlar el dolor que sentía, sin que este interfiriera en lo que hacía. Tardé unas horas en poderlo hacer y al final lo logré. De hecho, esa es una de las razones por las que casi nunca voy al infierno y a la reina no le extraña porque cree que el malestar es insoportable como si se tratara de un demonio común.

Hubo un silencio en la sala, todos asimilaban la información, hasta los que vivieron todo eso. Cass de repente recordó algo:

—Cuando jugamos a la ouija en la casa abandonada nos dijeron que quien se había llevado la brujería fue el demonio acompañado del pecado del ángel. ¿A qué se refería?