Han pasado varias semanas desde que logró convencer a su hermana para que conociera a la persona que lograba hacerlo sonreír con su sola presencia. Helker, en su momento, no reaccionó de lo mejor posible, pero con el paso de los días le fue agradando la idea de convivir con Luar. Cuando Daven lograba verla en la tierra era estando con Luar o cerca de la joven Rhoslyn. A pesar de su poco interés por convivir con los mortales parecía que en realidad le gustaban demasiado. Helker ya había vuelto a ser la que era antes, su risa y alegría es totalmente sincera al estar con los humanos.
Luar le cuenta todolo que hace, en su relación no les interesan los secretos, es como si al estarjuntos automáticamente tuvieran la necesidad de contarse todo, hasta la cosamás insignificante. En una de esas tantas veces, Luar le relató que la familiade Rhoslyn suele ayudar a las personas que están enfermas, los alimentan o loscuran dependiendo de su enfermedad. Luar y Helker la acompañaron una vez paraayudar a cuidar a los enfermos. Había una señora de avanzada edad que estabademasiado grave, solo estaban esperando la hora en que falleciera. No sabían dequé enfermedad se trataba y por más cuidados que le dieran nunca vieron mejora.Cuando Rhoslyn y las personas que atendían a los enfermos se encontrabandistraídos, la mujer de cabello rojizo se acercó a la anciana, quizás solo lohacía con la intención de darle un poco de apoyo antes de que diera su último ytentador suspiro. Posó las manos en su pecho, Luar estaba seguro de que laintención de Helker era otra menos lo que realmente pasaría. Una energíaextraña, pero poderosa surgió desde la palma de su mano hacía el pecho de esamujer, había una ligera luz que solo personas perspicaces podrían notar, algoque al parecer nadie vio, solo Luar. Esto duró unos instantes, pero por la impresiónque tenían sintieron que pasó demasiado tiempo. Cuando la energía desistió delas manos de Helker la pobre anciana comenzó a toser y a respirar mucho másrápido y notorio. Esa reacción no era por que la muerte la estaba poseyendo,sino porque había recibido un suspiro más de vida, Helker había usado su podercelestial para curarla.
—Creo que esto era lo que mi hermana necesitaba —confesó Daven mientras él y Luar observaban como Helker jugaba con Rhoslyn y los niños de la familia Salavert. Todos reían, sobre todo su hermana, a la cual aquellos niños ya le tenían cierto cariño, igual que varios habitantes del lugar. Con el paso de los días Helker fue tomando más confianza a los humanos de ese lugar, ya no se sentía temerosa al estar rodeada de ellos; era aceptada y amada por la misma gente que ella quería—: Amar a alguien. Los ángeles no tienen la capacidad de amar y la mayoría son arrogantes, creo que por eso ella prefiere estar aquí que en casa.
—¿Cómo que no pueden amar? —preguntó Luar, en su rostro se pudo notar que con un par de palabras mal dichas podría llegar a romperle el corazón. El temor que sentía hacía que Daven se enterneciera.
—La mayoría de los ángeles nunca tuvieron el interés de bajar a la tierra, así que nunca han experimentado algún sentimiento humano. Creo que entre más convives con estos seres más cambia tu perspectiva de las cosas. Podemos llegar a sentir, igual que ellos, tengamos un alma o no —explicó dulcemente para apaciguar la incertidumbre de su amado, observó a su alrededor y pudo notar que nadie les prestaba atención, todos estaban entretenidos en sus asuntos. Daven aprovechó el momento para tomar a Luar del mentón y pegar con delicadeza y ternura sus labios contra los de él. Era un beso lleno de cariño, cariño que ninguno de los dos pudo imaginar que llegarían a sentir por el otro, el tipo de cariño que puede llegar a ser un arma de doble filo, llegando a ser peligroso. Cuando se separaron del beso, Daven dijo—: Posea o no un alma, quiero que estés seguro de que te amo. Ni mitz tlazohtla nochi noyollo.
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Hasta Volvernos a Ver © [Terminado]
FantasyEn un pueblo han habido varios casos de homicidio-suicidio. Todos creían que esto solo era algún tipo de crisis hasta que comienzan a ver cosas que no encajan en algo medianamente normal, o humano. La llegada de una nueva compañera no ayuda mucho...