Capitulo 19

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-Sueltame maldito troglodita, ¡Cristián!- Grito golpeandole la espalda, Este cabrón me tiene como si fuera un saco de papas.

-¡Ay!-Chillo cuando me da una nalgada durísimo.

-Me las vas a pagar. ¿Como mierdas te atreves a bailar en un maldito bar desnuda?.

-¡Eso no es tu asunto cabrón!, ahora bajame.

-Todo lo que tiene que ver contigo es mi asunto, Y más si te pones a bailar en un maldito bar como si fueras una puta.

-Ah, Ahora como si lo fuera. Usted ya me a tachado de puta.

Siento otro azote. Y mis nervios suben cuando entramos a una habitación. El le pasa el seguro a la puerta y me tira en la cama.

-Ahora te voy a coger tan duro que no te va a quedar más ganas de hacer cosas sin mi permiso.

-Si lo hace es una violación, y te voy a denunciar- amenazo.

Me agarra por el cabello agresivamente y me pega a su cuerpo, Mis vellos se ponen de punta cuando siento su aliento en mi boca, Me besa un beso agresivo, demandante, Posesivo. Muerde mi labio tan fuerte que puedo sentir levemente el sabor metálico de la sangre. El va bajando su mano por mi abdomen y no quiero ni puedo detenerlo, Su mano se cuela por la parte baja del traje de baño.

Abre mis pliegues con sus dedos, Estoy muy mojada. El saca sus dedos y sin perder el contacto visual se los lleva a la boca. ¡Santa madre de dios!.

-Deliciosa. Si tu vagina está así de mojada para recibirme, No es violación. Así que por lo tanto te voy a coger.

Me tira a la cama y va en busca de algo en una de las mesitas de noche. Viene hacia mi con ¿esposas?... si son esposas.

-¿Que vas hacer?.

-Cogerte.

Se pone encima de mi, Agarra mis brazos y los esposa en la encimera de la cama.

-Sueltame.

Me ignora. El se empieza a desvestir ¡Dios santo! ¡Virgen Santisima de los abdominales! Tiene una maldita tableta de chocolate. Y sus brazos ni hablar son tan marcados tan fuertes y llenos de tatuajes.. tatuajes claro por eso me reconoció por el tatuaje, ¡Bruta!. Se quita los vaqueros y queda en boxers negros. Avemaría purísima lo que se marca en esa tela no es normal. No no puede ser normal.

-Abre las piernas-Ordena con la voz ronca.

-No quiero Cristián.

-Cuando lo sientas vas a decir, Si si quiero Cristián- Dice imitando mi voz y eso me saca una sonrisa.

Me abre las piernas Y se relame los labios cual depredador viendo su presa.

El llega a mi cara y traza mi fracciones con su dedo índice. Pasa el pulgar por mis labios y tomo la iniciativa de meterlo a mi boca y chuparlo una manera no muy decente. El me sonríe con arrogancia, Baja su cara hacia mis pechos pasea su nariz por mis pezones y su respiración hace que mi cuerpo reciba una descarga eléctrica. Deja besos mojados en mis picos y eso hace que arqueé mi espalda.

-Mios- Dice lamiendo mi pezon izquierdo mientras manosea el derecho, agarra mis pechos y los junta así dándole atención a los dos-Son mios- Afirma.

El baja por mi abdomen trazando una línea de besos mojados, Sigue bajando hasta que llega a mi parte prohibida siento su respiración tan cerca de mi centro que quiero más, Mucho más.

¿Como puedo permitir esto?, Es mi jefe como puedo tener sexo con el. Bueno... no es mucho lo que pueda hacer, El me tiene esposada ¿no? Así que no vale.

El Magnate NeoyorquinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora