Capitulo 51

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¿Esta aquí en New York? ¡El amor de mi vida está aquí!.

Yo.

¿Donde estas?.

Número desconocido.

En tu departamento, mueve tu culo gordo para acá ahora.

Sonrió, Bajo con mi cartera y el vestido en manos, Me iré en tacones, con una playera de Cristián y un pantalón de chándal de el, tengo que cambiarme antes de llegar al departamento, el no me puede ver con ropa de hombre.

-¡Nana!- Grito.

Ella aparece con una bandeja en sus manos.

-Lo siento- hago un puchero- Tengo que irme, Me están esperando, prometo que desayunaremos otro día.

-No te preocupes mi niña, ¿Todo bien?.

-Si, Todo perfecto.

La abrazo y salgo de ahí. Subo a la camioneta que mi novio dispuso para mi.

-Al centro comercial más cercano- Le digo al chófer y el asiente.

Dios mío, ¡Estoy feliz!. Hace tanto que no lo veo que no puedo evitar emocionarme. 15 minutos después el chófer estaciona en el centro comercial.

-¿Me haces un favor?- Le pregunto a unos de los guardaespaldas desde mi puesto.

-Si sra, Dígame.

-Prestame tus zapatos- Le digo y el me ve como si estuviera loca.

-¿Que?.

-Necesito tus zapatos.

-Sra. No puedo dárselos.

-Claro que puedes, Damelos.

Necesito zapatos y no me importan que sea de hombres y me queden gigantes, no puedo bajarme con tacones de 15 centímetros y un pantalón de chándal de mi novio y una playera grandísima en un centro comercial.

-Yo la tengo que acompañar, Quiteselos al chófer.

-Buen punto.

Mi mirada conecta con la del chófer atraves del retrovisor y el empieza a quitárselos.

Me los entrega y le agradezco a dios por que no huelen mal, Me los pongo y creo que me veo peor pero, no me importa. También le quitó el gorro y me lo colocó.

Bajo y empiezo a caminar seguida de los guardaespaldas.

Estoy emocionada por que Penélope llega hoy de California y ya quiero saber que le dijeron sus padres.

Las personas me ven raro pero no me importa.

-Una vestido casual- Le digo a srta que me está ayudando.

-Sigame.

La sigo por el pasillo de vestidos y ella me da un largo vestido de tirantes de color blanco.

-Bien, ¿Sandalias?.

Yo voy a vestido mientras ella busca mis sandalias, Me coloco el vestido y la srta viene con mis sandalias y me las pongo. Salgo y pago.

El zafiro en mi cuello llama la atención de varias personas, Quisiera quitármelo pero le prometí a mi novio que no lo haría.

Voy caminando por el centro comercial y  siento que me siguen, volteo y lo único que veo son a mis guardaespaldas.

Llegamos de nuevo a la camioneta.

-Gracias- Le digo al chófer mientras le doy sus zapatos y su gorro.

El Magnate NeoyorquinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora