-¿Quien es el?- Me susurra harry en el oído ya que tengo una guerra de miradas con mi nuevo jefe.
-Soy Cristián Black, tu nuevo jefe- Habla el hombre frente nosotros con un tono de voz que logró asustarme hasta a mí.
Harry palidece por el tono de voz que a usado y porqué sabe que ni esta frente a cualquiera, está frente a un Black y que además es su nuevo jefe.
-Lo siento señor-Dice harry apenado.
-No tienes por qué disculparte harry, fue mi culpa- digo viendo otra vez a mi jefe.
-¿Y quien diablos te crees para romper una regla de mi maldita empresa?- pego un pequeño salto en mi lugar por lo fuerte que ha hablado, varios de los empleados se quedan viendo a donde estamos.
Respiro hondo para no mandarlo a la mierda y no hacer un show mas en mi sitio de trabajo.
-Su padre me dio el permiso se subir en este ascensor, Y como venía cargada de cosas harry se ofreció ayudarme por ende le dije que subiera conmigo en este ascensor.
-Ni a ti, ni a el los quiero volver a ver subiendo en este ascensor, así que espero que no se vuelva a repetir Srta. Petrova, Ahora quítese que necesito subir.
Me quedo por un momento viéndolo con tanto odio que temo que lo puedo fulminar, el solo sonríe y pasa por un lado.
-Es que lo odio.
-Creame que poco me importa, así que dejé de jugar y suba que tenemos trabajo.
¡Mierda! ¿Lo dije en voz alta?. Pues si, cosas que solo me pasan a mi.
Hecha una furia me dirijo al ascensor de los empleados que gracias al cielo no hay una fila Y subo con harry a mi lado.
-El te odia- afirma Harry a mí lado.
-Me importa una mierda- me encojo de hombros- El sentimiento es mutuo créeme.
-Ten cuidado Nath, no vayas a perder el trabajo por eso, es tu jefe y tienes que respetarlo así no te guste.
Solo asiento por se que tiene razón, Las puertas de la caja metálica se abren entramos en el piso presidencial harry se despide y se va a su escritorio. Yo voy al mío pongo mi cartera, mi lonchera en la mesa y se me olvidó quitarle las jodidas carpetas a harry.
Voy a su oficina, Abro la puerta y harry está concentrado en su computadora.
-¡Harry!- gritó y el Salta en su puesto.
-¡¿Que te pasa?!- grita Harry sobresaltado.
-Se me olvidaron las carpetas- digo mientras trato de dejar de reír.
El me las entrega de mala gana y se que molesto, Salgo de ahí dirigiendome a mi escritorio.
El teléfono en mi escritorio suena.
-Ven a mi oficina- Demanda mi nuevo jefe sin un por favor, Suspiro agarrando las carpetas y cumpliendo su orden voy a su oficina.
Entro sin tocar y el zeus reencarnado que tengo como jefe me lanza dagas con la mirada.
-Toca antes de entrar- dice con su tono de voz habitual, una voz automática que da miedo.
-Lo siento señor- digo tragandome todo lo realmente quiero decirle.
-Devuélvete y toca la puerta- ordena y con su mano señala la puerta.
-¿Es una broma?.
-No suelo hacer bromas, ¡así que devuelvete y toca la jodida puerta Nathaly!
Por el tono de voz que usó, Se que de verdad no está jugando.
¡Hijo de puta!.
Giro sobre mis tacones y me devuelvo hacia la puerta y con todo el odio que le tengo al cabrón ese lo hago, tocó la jodida puerta.
-Adelante.
¡Cabrón!.
-Digame señor Black. ¿Para que me mandó a llamar?- Trato de hablar lo más cordial que puedo.
-¿Que hay para hoy?.
-Tiene un almuerzo con el señor Ross, A la 1pm y una videoconferencia con los socios de la aseguradora a las 5pm, Es todo lo que tiene para hoy.
-Bien. Ahorita quiero que convoques a todos los empleados en el salón de eventos, Cristiano me va a presentar.
-Si señor.
Digo mientras pasó mi peso de un pies al otro, Ni me dijo que me sentara ese bastardo.
-Otra cosa, Quiero que me traigas un café negro sin azúcar y un vaso de leche espumada dulce- Ordena.
-Ok. ¿Nada más?.
-Cuando termine la dichosa presentación quiero que me hables sobre los permisos y diseños.
Asiento y le doy la espalda sintiendo su mirada en mi. Salgo de la oficina y suelto el aire que no sabía que estaba reteniendo.
Cuando voy a convocar la dichosa reunión en la sala de eventos me acuerdo que no le pregunte la hora, así que voy a tocar la puerta, pero recuerdo que tengo que llevarle el jodido café ¡Ahh!.
Bajo, Salgo de la empresa cruzó la calle entrando en la cafetería. Pido lo que mi jefe me ordenó, minutos después tengo la orden en mis manos.
Toco la puerta de la oficina de mi jefe y escucho un adelante con esa voz que hace que mis vellos se Ericen.
-Aqui esta su café señor- Me inclino dejando los vasos en el escritorio y su mirada se posa en mis pechos, Ya que gracias a los botones que tengo desabrochado se ven. Abotono los botones y mi jefe tensa la mandíbula.
Ahora que lo veo bien, de verdad que es un Dios. Sus facciones marcadas, sus pestañas abundantes y largas, sus cejas pobladas, su nariz perfilada, sus lindos ojos verdes, una barba bien cuidada y esos labios que Jesús son gruesos y rojos provoca besarlo.
-¿Ya terminaste de admirar mi cara?.
Nojoda nathaly, Te le quedaste viendo más de lo debido.
-Ya quisieras que admirara tu cara, Además tu viste mis pechos estamos a mano.
El se levanta, rodea el escritorio y empieza a caminar hacia mi yo por instinto retrocedo hasta que el me acorrala contra la puerta de su oficina, Pone una de sus manos en la puerta y acerca su rostro al mío.
-Tienes razón, Pero tú admiraste mi cara así que.... ¿por derecho yo debería admirar tus pechos?.
¿De repente hace calor aquí? O ¿soy yo?, Mi cuerpo no reacciona de la manera en la que mi cerebro se lo ordena y el va desabotonando lo dos botones del saco y después hace lo mismo con cinco botones de la Américana, El sostén de encaje queda a su vista, el ve mis pechos cuál depredador ve a su presa, Yo no sé por qué no hago nada y solo disfruto como el verde de sus ojos se vuelven más intensos, el baja su cara a la altura de mis pechos y pasa la lengua en mis picos por encima de la tela, Y yo solo estoy ahí embobada con la erótica imagen que me está regalando, el vuelve a subir la cara a la altura de la mía y se acerca con una lentitud alarmante cuando esta a centímetros de mi boca tocan la puerta.
-¡¿Hermano estas ahí?!.
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El Magnate Neoyorquino
RomanceCristián Black. El hombre que toda mujer desea tener, un físico envidiable hay quienes dicen que zeus reencarnó en el cuerpo del Joven magnate neoyorquino. El hombre tiene una actitud arrogante pero que hace que tus bragas se bajen solas, Astuto par...