Pov's Cristián
Me siento tan malditamente frustrado, Una vez no pude salvar a la mujer que creí amar, si creí, por qué ahora creo que el significado de tal palabra es todo lo que abarca Nathaly, pero mi amor nunca ha sido suficiente pues... Creí que con mi amor o mi poder podría salvar a Karina y no fue así, ahora estoy viviendo lo mismo, con ella, con la mujer que me enseñó que aunque tuviera las barreras más sólidas siempre caería ante ella, no pude llegar a tiempo para salvarla, para demostrarle que no estaba sola, que yo sería su maldito protector, pero nuevamente no fue así.
La imagen de ver a mi mujer en el suelo, desnuda, golpeada y casi sin vida no sale de mi mente atormentando me, logrando que aquello que está dentro de mi quiera salir, aquel monstruo que no deje salir con la muerte de Karina, Ahora quiero sacarlo, quiero la venganza de aquella noche y la de mi mujer.
Ahora estoy en una maldita clínica sintiéndome como un maldito León enjaulado caminando de un lado a otro esperando la maldita palabra de un doctor que morirá si lo le salva la vida al amor de mi vida.
Después de Karina no creí volver a sentir, pero Nathaly están diferente en todos los sentidos, ahora siento que sin ella yo no podría vivir, no podría.
No... No llegaste tarde amor... Llegaste justo a tiempo para decirte que te amo. Sus palabras hacen eco en mi mente y logran que mi corazón de un vuelco cada vez que la palabra te amo llega a mi, no supe que decir, solo me quedé callado, tratando de procesar esa palabra, no tuve el valor de decirle que yo también la amo, que la amo de tal manera que daría mi vida por ella, que ella es todo lo que necesito para vivir.
-Ella va estar bien, siempre lo está- dice Nathalia llegando a mi lado.
No le respondo, quiero creer eso, quiero creer que su instinto de madre se lo dice, que solo por el hecho de ser su madre sabe que va a estar bien.
Entra una llamada a mi móvil y la vista de todos caen en mi.
-¡Mi amiga está ahí por tu culpa, dijiste que la protegerías y no lo hiciste, no la mereces!- Grita Brenda mientras me alejo, aprieto las manos tan fuerte que puedo sentir el crujir de mis huesos.
El móvil sigue sonando aumentando mi enojo, Brenda sigue gritando y no puedo evitar devolverme.
-¡No seas injusta, si Nathaly está ahí no es por mi culpa maldita sea, nunca hubiese querido que estuviera ahí, nunca por qué es la mujer que amo, pero que vas a estar sabiendo tu si tus amigas la estaban pasando mal, si tú estabas en Italia cogiendo!- grito frustrado, ella me mira con odio.
-Cristián maldita sea, Brenda tampoco tiene la culpa de lo que está pasando- me dice Giovanni.
-Exacto, ni ella, ni yo, así que dile que deje de estar hablando tanta mierda o por qué de resto se va a tener que ir, por qué yo no tengo la culpa que un maldito sádico de mente estuviera tras mi mujer y mucho menos que Nathaly se iría a entregar a el voluntariamente.
Me alejo de ellos y marcó el número de la persona que me llamaba.
Eros, lo quiero hoy mismo en mis manos, lo mataré.
No te preocupes hermano, hoy mismo lo tendrás.
Cuelgo, necesito salir de aquí, necesito aire fresco, me dirijo a la salida cuando escucho un llamado.
-Sr. Balck, necesito que venga conmigo, su esposa a despertado.
Tales palabras le dan vida a mi cuerpo, el cansancio que sentía mi cuerpo desapareció.
-Sr. ¡Espere, no puede entrar así!.
Volteo a verla y ella retrocede.
Entró a la habitación donde está mi mujer, el verla ahí en una maldita camilla, con cables conectados a su cuerpo, su cara inreconocible, demacrada, sus brazos golpeados, sus piernas llenas de sangre con marcas de algún latigo, hacen que mi sed de venganza sea más grande.
ESTÁS LEYENDO
El Magnate Neoyorquino
RomanceCristián Black. El hombre que toda mujer desea tener, un físico envidiable hay quienes dicen que zeus reencarnó en el cuerpo del Joven magnate neoyorquino. El hombre tiene una actitud arrogante pero que hace que tus bragas se bajen solas, Astuto par...