Pov's Nathaly
Despierto gracias al dolor en mi cuello, quiero moverme y disfrutar de lo suave de mi cama, pero, recuerdo que no estoy en mi habitación ni en mi cama.
Estoy atada a una maldita silla..
No sé que me duele más, si mi corazón, mi cuerpo, mi Alma o el hecho de que mi conciencia me recuerde que por mi culpa mi amiga puede perder su bebé, mi sobrino.
Siempre e pensado que cada quien tiene lo que se merece en la vida, pues lo que aquí se hace, aquí se paga, pero, aún me pregunto ¿Que fue aquello que hice tan mal?, aún no entiendo el por qué de estar pagando este maldito karma, Siempre me e considerado una buena persona, e sido una buena hija para mi madre, Se que quizás no tenga la mejor relación con mi padre y hermanos, pero, no creo que esa sea razón suficiente como para pasar por esto nuevamente, no lo merezco.
Que hice tan mal..
¿Escaparme para ir a fiestas?, No creo que por eso debo merecer esto, ¿Tener la nicotina como vicio?, Es algo que no e podido dejar, pues, ya es parte de mi, Desde hace siete años cuando viví aquella pesadilla que hoy se repite.
Suelto un quejido de dolor cuando muevo mi pierna, La herida sangra, igual que mi corazón.
Que irónica es la vida, cuando estaba pequeña, solía burlarme de los niños que le temían a la oscuridad, a los monstruos del armario, a los fantasmas, de aquellos que por una pesadilla querían correr a los brazos de su madre para sentirse seguros.
Solía decirles que los monstruos no existen, que los fantasmas eran imaginarios y que las pesadillas eran solo eso, pesadillas, malos sueños que jamás se harían realidad.
Pero...
Si saber que años después, la vida me demostraría que las pesadillas sí se pueden hacer realidad y que ahí, en ese momento, me daría cuenta que los monstruos sí existen, que las pesadillas pueden ser tan reales que te consumen, tanto que puedes durar meses en un hospital tratando de salvar tu vida, tanto que te puede dejar marcada para siempre y que te puede consumir tanto hasta acabar contigo.
La herida de bala en mi pierna sangra, quema, arde y duele, duele mucho, pero, no tanto como duele mi corazón.
No sé nada de mi amiga, cuando recibí el disparo en la pierna empecé a sentirme débil, y después todo se volvió negro.
Hago un leve movimiento en mis manos y es imposible no quejarse del dolor, Pues, están lastimadas gracias a la soga que las tiene atadas.
Las lágrimas caen de mis ojos sin querer, ni poder evitarlo, es la única manera que tengo para desahogarme, quisiera gritar para así sacar el nudo que atraviesa mi tórax y garganta, ese nudo que hace que mi pecho duela, y así con la mínima esperanza de que alguien me pueda escuchar y así pueda ayudarme a escapar de este maldito infierno.
Trago fuerte cuando las ganas de vomitar se apoderan de mi, pues, no soporto el olor de este lugar.
Los mareos son cada vez más fuerte y creo que es por la sangre que pierde mi cuerpo, el ver la sangre me produce náuseas Y creo que el extrañar tanto a mi madre y de solo pensar que no la volveré a ver me hace extrañar su comida, Su rica paella, su torta de zanahoria, sus jugos.
Escucho la puerta principal abrirse y inmediatamente mi cuerpo se paraliza, es inevitable que el pavor se apodere de mi, el miedo, la angustia, la desesperación.
Siempre me e considerado una mujer fuerte, que no le teme a nada y arriesgada, pero, este caso es y será siempre algo diferente y traumático para mi, después de lo que paso en venezuela siempre evite hablarlo, porque ya que cuando lo hacía me derrumbaba y era algo que me agobiaba, creo que lo superé, pero, ahora que lo estoy volviendo a vivir, estoy segura que no podré recuperarme.
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El Magnate Neoyorquino
RomanceCristián Black. El hombre que toda mujer desea tener, un físico envidiable hay quienes dicen que zeus reencarnó en el cuerpo del Joven magnate neoyorquino. El hombre tiene una actitud arrogante pero que hace que tus bragas se bajen solas, Astuto par...