Capítulo 58

46.9K 2.7K 353
                                    

Pov's Nathaly

Mis ojos se terminan de cerrar, algún tipo de tranquilidad recorre mi cuerpo, solo se que si moriré, me iré en paz por qué le dije, si, logré decirle a Cristián que lo amaba.

Lo último que mi cuerpo siente son sus manos rozar mi cara, una gota que cae en mi mejilla izquierda, y como levantan mi cuerpo del suelo, pero yo decido no sentir más, decido descansar, si eso quiero, descansar de todo esto, de todo lo que pasé.

Sin abrir los ojos, lo pido- Déjame aquí, por- hago una pausa por qué respirar duele- favor, vete y sé feliz amor.

Suelto un último suspiro y escuchó una maldición, ya no siento mi cuerpo, no siento el dolor, ya mi cuerpo no siente, mi alma salió de mi cuerpo, solo falta que mi corazón deje de latir.

No sé si veré la luz al final de este túnel que es pura oscuridad, esa luz, la luz llamada esperanza la vi hace 7 años, esa luz que añoré por días y noches que llegará lo hizo, y esa luz fue mi madre, aquel día donde llegó para salvarme.

Esta vez no sé si la luz fue lograr decirle a Cristián que lo amo, no se si él fue una luz de esperanza para mí o si yo fui la luz que el necesitaba para volver a creer en el amor, pero... ¿si es así? por qué el destino no permitió que nuestro amor siguiera, no permitió que me quedará a su lado, ¿también el está sufriendo? ¿Acaso el también cree que perdió la esperanza de ser feliz? Yo creo que sí, aveces nos preguntamos el por qué de las cosas, ya que en el momento no estendemos por qué el destino nos preparas cosas horribles pero después vemos que puede ser una enseñanza.

Pero..

¿Cuál es mi enseñanza? ¿Cuál es mi propósito? ¿Demostrarle a Cristián que el amor no siempre duele? ¿Que el amor también puede curar? Pero aún así soy egoísta, pues.. quiero morir aunque mi deseo le prive a el de mostrarme lo mismo a mí, no quiero nada más que no sea morir.

Un lugar tranquilo lleno de flores me recibe, un lugar donde la tranquilidad reina, un lugar cálido donde me quiero quedar, este lugar me hace sentir feliz y no quiero irme de aquí.

A lo lejos veo un pequeño niño jugando con flores, un pequeño niño que corre de un lado a otro con tanta plenitud, pero el está solo en este hermoso lugar así que decidi ir donde está el pequeño niño jugando, lo agarro en mis brazos y una plenitud de gozo se apodera de mi, este lugar es tan radiante que no me permite ver su rostro, pero aún si sin verlo lo quiero para mí, el niño en mi brazos pones sus pequeñas manos en mi cara, y ahí quedó estática, no puedo creer lo que mis ojos ven, es el niño mas hermoso que e visto en mi vida, pero sus facciones se me hacen tan parecidas que ahora lo entiendo, si entiendo todo aquello... Este niño es mi bebé aquel feto que expulse de mi cuerpo sin quererlo, por esto me siento plena, ¿Entonces ya estoy muerta? Estoy en el paraíso donde aquel demonio envío a mi hijo junto a él.

-Ma-má.

Algo en mi se remueve, algo pega un vuelco, pero no sé qué es, si estoy muerta no debería de sentir esto.

Es lo más hermoso que jamás escuché, pego al niño en mis brazos a mi pecho, lo aprieto tan fuerte a mí como si alguien me lo fuera a volver a quitar, una vez no lo protegí pues no sabía que estaba en mi, pero ahora que estoy aquí con el se que nadie le hará daño para eso estoy aquí, ¿Este es el propósito de mi muerte? Cuidar a mi ángel ¿Por qué si estoy muerta? Claro que tengo que estarlo para ver a mi ángel.

-Hijo, tu eres mi hijo, perdón, perdón por no poder proteger una vez, juro que esta vez te cuidaré.

El sonríe y me abraza.

-No mamá, No tienes culpa de nada, solo fui un ángel que Dios envío para que lucharás, y así lo hiciste aunque no lo sepas.

-No mi amor, si tengo la culpa no supe que estabas dentro de mi, no te pude proteger per..

El Magnate NeoyorquinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora