12. El Humano Debil y el Halcon Fuerte

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Margaret miraba al chico mover los cuchillos con una enorme sonrisa, los mangos desgastados de esas hojas habían causado que se formara una forma arqueada en estos que había hecho una sujeción perfecta a las manos del chico, siendo capaz de moverlos con gran facilidad.

Los Karambit eran perfectos, la hoja que se colocaba yendo al lado contrario del pulgar, haciendo parecer la cuchilla de un asesino, el joven se movía para así poder sentirlos.

-Muy bien, parece que tenemos una buena elección, ahora vamos a hacerte unas preguntas fáciles- Dijo mientras daba un suave silbido e Hikares empezaba a caminar cargando un gran muñeco de paja, este fue colocado frente al joven, la paja amarilla tenía la forma más humana posible para así simular un cuerpo.

Con pequeñas estabas en los pies para mantenerse erguido. El chico se acercaba para tocar el muñeco y así darse cuenta de lo que sucedía, era una forma humana, hicieron detalles como orejas y nariz, también dedos, usando telas rellenas con arroz, las cuales simularon muy bien.

-¿Para que es esto?- Dijo el chico mientras se separaba un poco del muñeco guiando su cabeza a la mujer que iba a entrenarlo.

-Para que aprendas, dime ¿donde podrías atacar y matarlo? Dime que podría ser letal- Dijo para luego observar al chico en silencio este se veía confundido mientras tocaba el muñeco y se acercaba.

-El cuello, y el corazón ¿no? No hay mucho más- Dijo bastante confundido, era lo mejor que tenía pues no podía ocurriese mucho.

-Es un inicio, peor déjame enseñarte esto, el ser humano es muy débil, hay mucho lugares que pueden ser letales, puedes usar esa cuchilla y hacer un corte ascendente en el antebrazo y a no ser que sea tratado rápido, morirá, un corte profundo en el estómago hará el mismo efecto, pero luego hay otras formas de asegurar la muerte, pues dime ¿que humano puede ganar si no se puede defender? Un corte en el talón le hará imposible correr, así atacar por la espalda sería casi como un regalo, tantas posibilidades, puedes cortar detrás de la rodilla para verlo sufrir, casi seguro no soporte mucho, si el corte es profundo, no importa dónde, puede ser letal- Dijo empezando a marcar cada parte antes mencionada, mostrando cómo podía llegar a cortar.

El chico mostraba una extraña y curiosa atención a lo que la mujer estaba explicando, acercándose a lo que era el muñeco viendo bien cada parte para sujetar el cuchillo e imaginándose haciendo esos cortes, esos cuchillos no podrían cortar ni siquiera la paja seca con facilidad, pero podrían hacer mucho daño a un humano causando un desgarre.

-Luego hay formas más indirectas, podrías envenenar, romper el cuello, un cuchillo lo suficientemente profundo en el ojo sería letal, si no puedes cegarlos, si no son especiales como tu, sería como dejarlos sin brazos o piernas- Dijo  Margaret para luego sonreír al ver que el chico le prestaba tanta atención. La mujer se estaba empezando a emocionar más y más.

El chico sintió la sonrisa de la profesora para luego ver cómo Ingrid e Hikares se levantaban del banco para empezar a caminar a la casa nuevamente.

-Iremos a preparar el almuerzo, diviértanse- Decían las chicas para luego entrar.

El chico observaba a su profesora en silencio sintiendo el óxido de sus cuchillos.

-¿Un cuchillo oxidado es malo no? Mi madre me dijo que cortarse con un cuchillo oxidado podría amputarte la extremidad- Dijo viendo a su profesora que pensó en silencio.

-Es una buena observación, pero no te lo tomes tan literal, un cuchillo oxidado puede infectar una pierna o brazo donde se haga el corte, si se hace en la cara o estómago si sería letal, pero tardaría mucho en infectarse, y lo de amputarte el brazo no es por que pueda cortar fácil, es por que la infección haría necesario que sea cortado el miembro de una vez- Dijo la mujer para luego ver al chico, este pareció entender.
-Eso me hace recordar, si matas a un animal lávalo bien antes de comerlo, si es con uno de tus cuchillos será casi inevitable que la carne sea peligrosa de comer- Dijo y el chico asintió nuevamente.

Ni siquiera el joven entendía por que ponía tanto ímpetu en aprender algo así, ¿era el instinto de su familia? ¿Era el sentimiento de querer ser útil para alguien? ¿Querer ser capaz de lograr algo? No podría entenderlo jamás probablemente pero era seguramente una combinación de todo lo anterior.

-Entiendo, muchas gracias por la explicación maestra Margaret- Dijo el joven para luego verla separarse del muñeco e ir a sentarse a lo que era uno de los bancos de piedra más cercanía.

-Muy bien, creo que puedes mostrarme ahora, has un corte en cada zona mortal, pero hazlo lento y bien, quiero ver que tan inteligente eres- Dijo para luego dejar al chico y observarle de cerca.

El joven sujetó uno de los karambit con su mano derecha para acercarse al cuello del muñeco, sin entender muy bien por que su mano empezaba a temblar, pero aún así la punta empezaba a entrar en el muñeco para así mostrar cómo lentamente atravesaba el cuello, pero este no se cortaba, se desgarraba por la falta del filo, lentamente el cuello empezaba a romperse para así mostrar un buen desgarro, pues a eso no podía llamarse corte.

Tras eso estiró la mano de ese objeto que usaría para practicar y así le observó, dió vuelta la palma para que el pulgar fuera hacia fuera y sostuvo el cuchillo al revés para así hacer un corte más fácil. Aunque no lo hacía bien por culpa de la falta de filo.

-Vas bien, sigue sigue- Dijo la mujer para seguir viendo al chico.

Con mucha fuerza clavó ambos cuchillos en los ojos de ese objeto sin vida para así empujarlos lo más profundo posible. Creando dos enormes agujeros.

Este posteriormente procedió a perforar el estómago del muñeco y rompió  lo que era esa parte por culpa de que el cuchillo no tenía filo, tras eso mostró bien cómo acercaba su filo al mecho de esa cosa que ya no podía llamarse algo con forma humana al haberse desgarrado tanto. Entonces empezó a empujar el cuchillo al interior tras poner su propia mano en el pecho para sentir donde estaba el corazón.

-Muy bien, eso por ahora debe ser suficiente, ahora creo que entiendes bien cuáles son los puntos frágiles de un humano ¿algo que decir?- Dijo la mujer poniéndose de pie para acercarse al chico y colocar su mano en el hombro del joven.

El chico la miró en silencio para luego sentir todo el mal que le había hecho al objeto de paja, la mayor parte de su contenido estaba en el piso.

-Los humanos somos muy frágiles, tenemos muchos puntos débiles- Dijo tocando cada uno de los lugares que había cortado del muñeco pero en su propio cuerpo.

-Correcto, por eso también debes aprender a deber ser tus puntos débiles, no solo atacar a los de los demás, aprender a ser fuerte- Tras eso dicho Hikares hizo una seña para llamar a Margaret e informar que la comida estaba lista.

La mujer hizo al chico guardar los cuchillos para luego tomar su mano y empezar a caminar hacia la casa.

El humano es impresionante, puede ser muy débil pero causar mucho daño, ¿eso es bueno? ¿O malo?

Es algo que puede decidir el chico y juzgarlo con su propio filo.

El Ojo Ciego Del Halcón [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora