Prólogo

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Poche, es una reconocida compositora y pianista, se dedica principalmente a su trabajo y a no complicarse la vida con relaciones serias. La última de cierta duración la construyó con Matu, una piloto de aviones, con quien no llegó a buen puerto tras un tiempo de convivencia.

Poco podía sospechar Garzón que un día su abogado la llamaría porque tenía una carta de su ex con contenidos importantes. Matu encomendaba el cuidado de su familia a su ex, Garzón, única persona de quien se fiaba para cometido tan delicado.

A Daniela Calle, su viuda, también le dejó una carta. Y ante una perspectiva tan sombría, Calle acepta la ayuda de una desconocida a la que no soporta por la relación anterior que tuvo con su pareja recientemente fallecida. Todo esto lo hace tragándose su orgullo, convencida de que la convivencia será difícil, pero convencida también de que no le queda ninguna otra alternativa. Garzón las acogerá en su casa hasta la llegada del bebé. Por lo que respecta a la compositora, tampoco se encuentra radiante de felicidad, ante la perspectiva de tener que ocuparse de una señora embarazada y de una niña. Teme, con cierta razón, que este nuevo compromiso, además de molesto, incida negativamente sobre su habitual forma de vida independiente.

Las cosas no comienzan demasiado bien: para ambas partes los cambios en la vida cotidiana son brutales. Poche no está acostumbrada a tratar ni con embarazadas, ni con niñas de tres años. Calle, por su parte, ve en Garzón una egoísta, arrogante y engreída mujer incapaz de mantener relaciones maduras y, mucho menos, llevar una vida familiar.

Lo cierto es que la compositora tampoco se ve muy capaz en estos terrenos. Ella a lo que está acostumbrada es a tener una amante ocasional (en estos momentos, Laura, intérprete de chelo de altas habilidades sexuales, pero que toca el instrumento musical espantosamente). Lo bueno es que su posición económica es bastante desahogada y puede mantener una casa en el campo, un apartamento en Chicago y seguramente también puede mantener a las dos personas (y otra en camino) que justo ahora se encuentran a su cargo temporalmente. Y como vivir bajo el mismo techo hace imposible la incomunicación (la mayor parte de las veces), Calle y Poche terminan por conversar y comienzan a soportarse primero, y a comprenderse después. Aunque en el proceso de acercamiento de ambas, quien más contribuye día a día es la chiquilla: Skye. Quien resulta toda una sorpresa para Garzón, que nunca imaginó que los niños pudieran gustarle alguna vez. Sin embargo, Skye es un renacuajillo encantador y Poche (a la que la pequeña llama "Oche") termina por quererla con locura.

En cuanto a Calle, hay que tener en cuenta que está embarazada (muy embarazada) y que en tal estado resulta una cafetera de hormonas a punto de explotar. Así que sus cambios de humor son constantes: tiene cabreos espeluznantes y al minuto siguiente está lábil perdida y rompe a llorar.

En este escenario nada sencillo tiene lugar ni el proceso gradual de atracción que Calle y Poche van a ir sintiendo poco a poco la una por la otra.

¿Acabará en verdadero amor o lo opuesto de sus personalidades impedirá llegar a buen puerto?
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¿Están listas para morir de ternura nuevamente con la pequeña renacuajo?

SKYE.

Heavenly Winds [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora